Pov. Autora
— ¡Donde demonios están Manobal y Kang!. — Una mujer salia de su despacho totalmente furiosa buscando a sus dos pilotos.
Por otro lado Lalisa Manobal y Seulgi Kang maniobraban sus aviones de combate por los cielos.
— Oye Seul te apuesto uno de esos pringles que no haces un giro triple sin por lo menos estrellarte en el intento. — Lisa llamo por el comunicador a su mejor amiga.
— ¿Me estas retando Manobal?. — Preguntó divertida Seulgi a su compañera y amiga.
— ¿Que, tienes miedo Marikang?. — Lisa comenzó a hacer sonidos de gallina haciendo que Seulgi frunciera levemente el entrecejo.
— Maldita sea Lisa ya veras. — La castaña se ajusto bien el casco y fijo la mirada en una de las torres del ejercito.
Lisa al ver donde su amiga se dirigía paro su burla y comenzó a sudar frío.
— Eh Seulgi? Sabes que es una broma verdad?... Seulgi?. — La mayor no contestó haciendo que Lisa entrara en un estado de pánico.
Seulgi se encontraba concentrada en su objetivo, sus amigos y compañeros que se encontraban mirando aquello comían algunos bocadillos.
— Apuesto 30 dolares a que se estrella nuevamente. — Menciono una castaña levantando la mano.
— Pero que demonios dices Yujin, yo apuesto 50 a que lo logra. — Ahora apuesta sonriendo una pelinegra.
— Ni lo que dices Yujin ni tu Yves yo digo que les dan la regañada de su vida. — Comento una pelicorto.
— Que tal y si lo logra pero les dan una regañada peor que cuando Yves fue vista besando a la hija del ex general. — Las tres voltearon a ver a su amiga extranjera.
— Oye, oye, oye que conste que Chuu dijo que su papá no estaba, aparte ya le caigo bien a mi suegro. — Sonrio feliz la chica pero un cuchillo de la nada paso por sus narices.
— ¡¡TE ODIO HA SOOYOUNG!!.. — Grito el padre de su novia a lo lejos.
— Si que le agradas. — Mencionó la pelicorto.
— Vamos Tae Unnie que tu y la enfermera Hwang se han metido mano en la enfermería, digan nos para cuando la boda. — La mayor río.
— Pronto Shu, pronto. — Las amigas vieron como Seulgi iba directo a la torre.
— 100 a que se mata. — Llego una castaña.
— No se por que en este momento siento que Siyeon puede ganar la apuesta. — Hablo Taeyeon.
— Solo miren. — La menor de todas apuntó a su amiga.
Seulgi con toda la adrenalina por sus venas como pudo giro su avioneta y logró hacer algo que parecía imposible, la castaña había cerrado los ojos y al abrirlos sólo escuchaba los gritos eufóricos de sus compañeros.
Era una imbécil que pronto tendría una tremenda regañada pero valió la pena.
Al bajar ya de su avión sus amigos la felicitaron por el logro.
— Como se sintió estar a nada de visitar a San Pedro. — Pregunto Shuhua la mas inoportuna de todas haciendo reír a la mayor, que abrazo cariñosamente a su menor.
— Así como cuando Soojin te beso, sentí como se me reinicio el Windows. — La menor se ruborizó haciendo que todas rieran.
Un carraspeo las callo haciendo que todas sudaran frio.
Ahí estaba, la general Kim Jisoo mirándola fríamente.
— ¡Manobal! ¡Kang! ¡A mi oficina ahora!. — La general camino lejos de ellas.
