MI ÚNICO AMOR [TAEKOOK]

Mi primer amor

Tenia yo diez años cuando sucedió. Nos mudamos temporalmente a ese lugar, Pues con mi familia somos originarios de Busan.

Mi hermano y yo, nos dirigiamos de nueva cuenta a la casa de mi compañero. Choi Seung Cheol.

Según me había contado, ahora tenia un primo que vivía con él, y era muy cariñoso, que lo quería casi como a un hermano, de tanto en tanto yo ya tenia unas ganas enormes de conocerlo.

Fue ahí que lo vi por primera vez.

— ¡Llegaron! — El grito alegre resonó en el lugar, haciendo que toda mi atención cayera en él, mientras lo veía buscar a alguien más.— ¡Pero mira que lindo niño! ¿Quieres un caramelo?

Yo solo atiné a asentir efusivamente, mientras él corría escaleras arriba, para cuando bajó nuevamente, con una bolsa color caqui llena de caramelos, yo aún seguía asintiendo.

— Eso es para ti nene ¿cuál es tu nombre? — Mi nombre, en ese momento no recordaba mi nombre siquiera, abrí la boca intentando hablar, mas nada salió.— No seas tímido, mi nombre es Taehyung. Dime TaeTae.

TaeTae. Me sentía especial en ese momento.

Él era encantador. ¡Que digo encantador!

Era uno de los chicos más guapos y hermosos de Daegu.

— Mi n-nombre es Jun... Jungkook.

Pero de eso no me daba cuenta.

— ¡Que bonito nombre! Tan bonito como tú, pequeño Jungkookie.

Pues yo lo encontraba lindo —ocurría que lo era extremadamente—. Esto no era más que una coincidencia...

Tenia una sonrisa adorable y ojos acariciadores.

Más días fueron pasando, en las tareas de equipo siempre elegía como compañero a Choi, para que mi hermano me llevará a su casa, solo como excusa para ver a su primo.

Intentaba terminar rápido los deberes, y cuando lo hacía, conversaba con Taehyung mientras comíamos los típicos caramelos que acostumbraba, el tiempo restante, a pesar de llevarnos seis años, yo podía ayudarle con sus deberes de vez en cuando.

Me preguntaba a diario ¿por qué lo he amado?

Soñaba con él.

Meses después, al término del año escolar, mi madre dio aviso. Nos mudabamos nueva y definitivamente a Seúl. Eso significaba irme y no volver a verlo. No quería, yo sentía algo por él.

Yo aún era pequeño para ello decían, lo era, pero dentro de mi, sabía la verdad.

Lo amaba.

¿Decírselo? Antes la muerte.

¿Entonces? Probárselo.

Faltaban dos semanas para la mudanza, por lo que me puse a pensar, intentando idear una buena estrategia para declararme.

Ahorrar durante toda la semana y cometer una locura el fin de semana siguiente. Hice ese ahorro y cometí esa locura. Ocho francos: un enorme ramo de violetas. ¡Era magnifico! Era el más bello ramo de violetas que se haya visto nunca. Era digno de él. Me hacían falta las dos manos para llevarlas. Listo, todo estaba pensado.

Mi plan: Llegar a su casa a las dos y solicitar verlo.

No fue fácil. Estaba ocupado. Insistí. El mayordomo me condujo a la sala.

Se estaba arreglando para salir. Le pedí el ramo a mi hermano y entré con el corazón en un brinco. Estaba demasiado nervioso.

— TaeTae...

— ¡Hola, pequeño Jungkookie! ¿Para qué quieres verme? — No se había dado la vuelta aún. No había visto todavía el ramo: no podía comprender.

— Para esto — Y le tendí mis ocho francos de violetas.

Él aún acomodando su pendiente izquierdo, dió la vuelta con una mueca que se desvaneció al verme con el ramo.

— ¡Oh, que bonitas! — Me pareció que la partida estaba ganada. Me había aproximado a él temblando.
Cogió entre sus manos mi ramo como se coge la cabeza de un niño y lo llevo a su bello rostro como para besarlo.

— ¡Y huele bien! — Sonreí, era el momento. Debía decirle dos simples palabras.

Abrí la boca para hablar, pero él se adelantó, y añadió despidiéndome.

— Dale las gracias de mi parte a tu hermano.

Dio la vuelta y lo escuché decir algo más, no entendí ni quería hacerlo.

Mi corazón lloró pero agradecía que tan solo en unos minutos fuera el viaje.

Sin más, me despedí de quien era seguramente, mi primer amor.

Bueno, segunda parte, primer capítulo

Este texto es de un libro de primaria, mentiría si digo que recuerdo el nombre, esto lo tengo hace años sin terminar

Espero que a la o las personas que lean esto les agrade