Mi segundo amor

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Seul. Casi dos semanas viviendo en este lugar no había sido exactamente genial.

Buscar trabajo, buscar comida, pagar la renta, pronto tenia que hacerlo. Sobre todo, asistir al instituto.

Esa chica que me seguía a todas partes estaba agotando mi paciencia, aquel chico igual, no podía faltar a clases otro día más.

La primer semana fue utilizada para inscripciones, pagos y cosas necesarias.

La segunda. Una sola semana, seis días, de los cuales, solo había asistido a clases el primero, en vano, pues no fue más que en una sola clase en la que el profesor estuvo presente.

Justo, era sábado: el sexto día de clases y estaba listo, con media hora de anticipación salí en dirección al instituto.

Veinte minutos después, me encontraba en la primer aula, esperando bajo la mirada de todos los presentes, al primer profesor del día.

Alto, robusto, test morena, no tan lampiño y muy guapo. Según el horario Choi Siwon, profesor de estadística.

La única materia totalmente diferente al contexto.

— ¿Kim Taehyung? — Su mirada voló a mi, inmediatamente después de poner ambos pies dentro del aula, asentí.— creí que usted era solo un mito.

— No lo soy profesor — ¿Que tan firme me habría escuchado? No tenia ni la menor idea.— un gusto.

Sonrió, hoyuelos formándose en los costados de sus labios, era guapo — claro que lo era.— no contestó más y dio por comenzada la clase.

Cinco minutos habían pasado.
Lo tenia claro gracias al profesor, quien checaba su reloj de mano cada quince segundos, ¿que prisa había?

— Si al menos diez terminan esto correctamente, todos podrán retirarse en cuanto estos lo hagan — Me pareció una gran oportunidad, en mis veintiséis años, era la primera vez, en donde algún instituto de artes daba una opción como esta.

Sin esperar más, me dispuse a realizar la actividad. No era difícil — estresante, si — y es que requería concentración, si un simple número fallaba, te jodias. Por esa razón, me desconecté de todo y todos.

Me concentré tan bien en el ejercicio, que no fue hasta que alzé la vista, que me di cuenta que todos veían a la puerta y al profesor Siwon junto a ella, con una sonrisa malvada.

— Profesor, yo en verdad lo siento, sé que es la cuarta vez, pero... — Una voz suave y dulce se escuchó, jadeé intentando encontrar la familiaridad.— por favor, déjeme pasar.

Sonrió, el profesor sonreía mucho — o quizá era mi imaginación —, seguido abrió la puerta, mostrando a un chico pelinegro.

— ¡Joven Jeon! ¡Que sorpresa! — El chico se mostraba tan tímido, que no permitía ver su rostro, pero estaba sonrojado, — hasta las orejas — eso era algo evidente.

— No se burle de mi, señor Choi — Jalando los tirantes de su mochila alzo la vista — más no la cabeza — hacia el profesor.— por favor, no lo haga, allá fuera lo han hecho ya.

— Tome asiento y realice el ejercicio — El chico asintió, sin levantar la cabeza y el profesor palmeó su hombro.— vamos, no pierda el tiempo ¿alguien ya ha terminado?

Click. Estábamos en clase.

El chico se dirigió a la ultima columna. El segundo lugar, aún sin levantar la cabeza, tres puestos después de mi lado izquierdo. Tenia un lindo perfil.

Sin perder tiempo, sacó solo un lapicero color azul, una libreta y comenzó a copiar lo de la pizarra, — al terminar siguió escribiendo; resolvía el ejercicio — lo seguí.

Volví a concentrarme.

— ¡Excelente, joven Jeon! tan excelente como siempre, usted puede retirarse — ¿Qué? Lo último que vi fue la mochila y la nuca de Jeon, quien salia a paso lento del aula.— ¿y los otros nueve? Su compañero lo ha hecho en ocho minutos y medio.

Ocho. El numero favorito de Taehyung.

— ¡Yo he terminado! — Al fondo se oyó una chillona voz, seguido se vio una cabellera naranja al frente.
— ¡Y yo! — Un chico más.
— ¡Yo igual! — El tercero.
— También — Algunos voltearon a ver al dueño de esa voz, un chico pálido, cabello color menta. Tenia cara de asesino.

— Vamos ¿solo cinco? — El profesor golpeó su zapato con el suelo.

— Seis — El profesor sonrió, esta vez su sonrisa era más grande.

— ¡Kim! Muy bien. Los cinco, pueden retirarse — Recogí mis cosas rápidamente y salí en busca del pelinegro. Quería ver su rostro.

Fallé.

Módulos y más módulos, la tierra pareció tragarse al pelinegro la mitad del día escolar. Pues no fue al segundo y hasta después del ultimo descanso que — casi — lo vi.

En el segundo descanso, logré ver su espalda, tenia un cuerpo formado, se notaba en sus brazos, llevaba una pequeña bolsa color caqui en su mano, esta tenia facha de ser antigua, se le notaba arrugada y algo desgastada, pero él la tomaba con fuerza y la abrazaba cuando alguien pasaba muy pegado o rozaban a la misma. Yo tenía miles de esas en un baúl, las coleccionaba cada que compraba caramelos y dulces.

Una obsesión, o quizá una manía que adopte a los quince años.

Era extraño.

Después del ultimo descanso, logré ver la mitad de su cuerpo, estaba acostado sobre el pasto de la escuela, junto a la segunda cancha, a su lado derecho habían algunas violetas.

Suspiré — Estas me encantaban.
Eran ocho — Demasiado para ser verdad

Quería acercarme, iba a acercarme. Estaba cerca.

— Taehyung oppa.

No.

— Hyung.

Oh no.

¡Oppa! ¡Hyung! ¡Oppa! ¡Hyung! — Tan ruidosos.

— Vamos TaeTae oppa.

No.

¡No, no, no, no!

No vuelvas a llamarme así — La chica retrocedió un poco, asustada por la grave voz que había utilizado, mientras el chico veía fascinado la escena.

— Lo siento, oppa.

— Hyung, si accede hoy, lo dejaremos libre por el día de mañana — Volteé hacia Jeon, ah, era injusto.— podemos hablarle de ese chico, pero en verdad necesitamos su ayuda

Juré escuchar tronar los huesos de mi cuello, por la brusquedad en que giré a verlos.

Supongo que será el próximo lunes.

No es por el chico pero los ayudaré — ellos solo rieron sencillo.— rápido, antes de que cambie de opinión.

Y así, caminé entre ambas personas, escuchando la poca información que tenían de aquel chico lindo.

Imaginando una posibilidad de escuchar algo de ello, de la boca del mismo.

¿Existía el amor a primera vista?

Yo creía que si, porque caminé pensando en quien rápida y posiblemente se había convertido, en mi segundo amor.

MI ÚNICO AMOR  [TAEKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora