Historias y One--Shot de Peter Parker

Resbalón de la lengua

Fue solo uno de esos días malos. Normalmente, Wanda sabía mejor que no tenerlos los días que Peter visitaba Kamar-Taj. Lo que aseguró que este es el peor día hasta ahora.

Superó todos los otros días en los que Wanda tuvo problemas para leer y comprender los textos y hechizos que Strange le dio. Todos los demás días en que las instrucciones de Strange y los otros hechiceros, pero casi siempre en su mayoría las de Strange, eran demasiado para seguirlas.

Todos los otros días en los que tanto Strange como Wanda cuestionaron por qué tenía algún derecho a estar aquí. Por este día y por todo lo que había hecho en tantos otros días malos.

Normalmente, Wanda superó esos días, o escondió mejor el dolor persistente de ellos, antes de los días en que vino Peter. Hoy era ahora la dolorosa excepción que confirmaba la regla.

Al principio, fue aún más doloroso cuando Peter la encontró en su habitación, pero se negó a irse como ella le pidió. Luego se negó a irse cuando ella lo ordenó. Luego, antes de que pudiera levantar las manos para amenazarlo con que se fuera y la dejara en paz, él tomó esas manos peligrosas, destructivas y asesinas y las sostuvo como si fueran algo... mucho más precioso.

El dolor se volvió insoportable en los primeros segundos donde lloró. Sin embargo, tan pronto como Peter la llevó a sentarse y el más fuerte de sus sollozos pasó... no se sintió tan horrible.

Peter no dijo una palabra antes de todo eso. Todavía no había dicho una palabra desde que Wanda lo vio. Incluso cuando Wanda dejó de llorar tan fuerte y solo sollozó durante los siguientes minutos, se mantuvo completamente callado. Algo que casi cualquier otra persona llamaría una hazaña milagrosa.

Sin embargo, la mayoría de los demás no habían visto a Peter después de sus propios ataques de sollozos. No después de sus propios días enfrentando el trauma persistente de Europa, su encuadre, su relación colapsada, la locura del multiverso y los días más difíciles de volver a ser un Spider-Man libre y claro.

No tuvo tanto éxito en ocultarle esos malos días a Wanda como ella a él, hasta hoy. Sin embargo, Wanda siempre estuvo agradecida de que no lo fuera. Siempre agradecida de que ella pudiera ser el hombro en el que se sintiera lo suficientemente cómodo para llorar, como lo fue en el multiverso y en algunas de sus visitas recientes a Queens.

Así que... maldita sea. Por supuesto, probablemente estaba agradecido de haber tenido finalmente la oportunidad de hacer lo mismo. Pero no agradecida de que estuviera tan triste en primer lugar. Él nunca podría.

No necesitaba decir eso con palabras. Un apretón de su mano y el resto que le dejó tener sobre su hombro lo decían todo. Siguió diciéndolo durante los siguientes minutos, mientras se sentaban en un silencio pesado pero cada vez más cómodo y sanador. Como lo habían hecho cada vez que Peter lo necesitaba de ella después de un día duro que no podía ocultar.

Sin embargo, Wanda finalmente sintió la necesidad de romperlo. Con quizás la peor línea de apertura. "Peter, lo siento..." casi terminó.

"Wanda, por favor no te disculpes. Probablemente ya hayas hecho eso lo suficiente hoy", pareció pensar en su gran cerebro después de haber tenido suficiente tiempo libre. Por supuesto que lo hizo.

"Y tampoco arruinaste lo que se suponía que sería una visita divertida", calculó para obtener crédito adicional. "¡No vine aquí por diversión, vine aquí para verte! No, espera, no lo dije en serio como...

Wanda hizo algo muy raro por ella hoy. Pero también hubiera sido raro que no lo hiciera. Incluso en días como hoy, por supuesto que sería Peter quien la haría sonreír.

"Pedro, está bien. Siempre sé exactamente lo que quieres decir", aseguró mientras comenzaba a sentarse.

"Sí... sí, lo haces, ¿no?" Reflexionó como si estuviera asombrado de que alguien pudiera. Saber que probablemente lo estaba hizo doler el corazón de Wanda, por razones diferentes a las habituales hoy.