Su cuerpo fue levantado del suelo sin esfuerzo, Beom Gyu tomó su brazo, colocándolo a su altura, Soo Bin lo miró asustado y las estrellas en sus ojos temblaron del miedo.
— ¡Volverás al Mundo de Arriba ahora ahora mismo! — gritó el pelirrojo, muy molesto.
— ¡No! — el castaño lo empujó, lo que hizo al Dios del Día enfurecer más, y tomarlo del cuello, haciendo que el grito del joven Dios quedará asfixiado en su garganta, sus asustados ojitos de ciervo se abrieron aún más, y solo podía ver la expresión de furia del Dios mayor.
— ¡No eres nadie para desobedecer! ¡¿Quién te-?! — no pudo terminar, por el duro empujón que Yeon Jun le propinó, liberando al castaño, quien tosió y respiró de forma agitada, callendo al suelo de rodillas, el Dios de los Humanos se colocó frente a él, protegiendolo de Beom Gyu, casi al mismo instante Odi fue hacia él y comenzó a preguntar de forma molesta si estaba bien, mientras saltaba a su alrededor, hasta que el castaño le hizo una seña para que se fuera.
— ¡¿Cómo te atreves a romper la paz de este mundo de esa manera?! — gritó Yeon Jun, Beom Gyu tardó un momento en reconocerlo, había pasado mucho tiempo desde la última vez que lo vió —. Las órdenes de Jackson no llegan a estas tierras, así que no puedes hacer nada en su nombre.
— Dios de los Humanos, Yeon Jun— murmuró el pelirrojo—. Tú más que nadie debes saber cómo están sufriendo los humanos por culpa de aquel Dios rebelde y egoísta, ¿Acaso te dijo lo que hizo?
Soo Bin abrió sus ojos ampliamente con miedo, sin poder evitarlo, su corazón dió un vuelco.
— Soo Bin fue muy claro en decir que quiere su libertad, y eso no es egoísta — corrigió Yeon Jun, Soo Bin seguía muy asustado, y todo su cuerpo temblaba.
— Por su culpa se están generando las catástrofes en la Tierra de los Humanos, ¿Lo sabes? — Yeon Jun no respondió, en verdad, no sabía por qué Soo Bin estaba allí, suponía que era un Dios Indeseado, que había sido expulsado, pero por las palabras de Beom Gyu, se estaba dando cuenta que no —. Soo Bin abandonó su puesto en el Mundo de Arriba, escapó, traicionando al Creador, a sus compañeros y a sus deberes como Dios... Aunque ser el Dios de lo Bello es la tarea más inútil que podría crearse, no debía hacer nada más que ser bonito y ni siquiera eso pudo soportar.
Soo Bin se sentía mal, las lágrimas subieron a sus ojos, sentía que todo había terminado allí, que Yeon Jun lo odiaria por ser él el causante de todo el sufrimiento de los humanos, que lo abandonaría a su merced y Beom Gyu lo llevaría de nuevo a su prisión, dónde volvería a ser aquel Dios de lo Bello, aquel chico bonito, el favorito del Creador, el que no tenía nada.
— Yeon... — murmuró su nombre con la voz rota —. T-te lo puedo explicar, yo lo-
— Soo Bin fue valiente y capaz de huir de los mandos de Jackson, es un Dios admirable, y está muy lejos de ser un egoísta y un inútil — lo defendió Yeon Jun, para sorpresa del menor —. Y él puede ser un Dios joven, pero sabe lo que quiere, y tiene la educación de no ir por todos los mundo peleando con otros Dioses.
Beom Gyu no tenía palabras para responder.
— Es una vergüenza que un Dios tan importante como tú reaccione de esa manera — finalizó, para finalmente voltear a Soo Bin, agachándose a su altura con un suspiro cansado, viendo sus ojitos asustados y las lágrimas en sus mejillas, las limpió con suavidad, y alzó su rostro para ver su cuello, estaba rojo allí donde Beom Gyu lo había lastimado — ¿Estás bien? ¿Te duele?
Soo Bin negó, no tenía palabras, una parte se sentía conmovido y otra aún estaba apenada, bajó la vista a sus manos.
— Lo siento por no decirte- murmuró —. Lo que dice Beol Gyu es verdad. Jackson está enojado por mi huida, es mi culpa lo que le está pasando a tus humanos...
Yeon Jun se mantuvo en silencio, viéndolo con ojos algo tristes.
— No es tu culpa — dijo, negando suavemente—. No es tu culpa que Jackson sea un mal Dios, o que te haya tratado de esa forma para que quieras huir, y tampoco es tu culpa que él siempre descargue su ira contra los humanos.
— P-pero...
— Hey — Yeon Jun tomó su mano, enrredando sus dedos, Soo Bin se quedó viendo aquella unión, las manos de Yeon Jun eran más grandes que la de él, apenas por poco, pero eso hacia que pudieran encajar a la perfección — ¿Podemos hablarlo después? Yo... No me estoy sintiendo muy bien.
Soo Bin lo miró con preocupación.
— ¿Son los humanos? — Yeon Jun sólo asintió, Soo Bin abrió sus brazos hacia él y el dolido Dios fue hacia ellos, dejando descansar su cabeza sobre el hombro del menor, mientras sus brazos lo rodeaban cálidamente, y dejaban caricias en su cabello.
Con Beom Gyu mirando todo, quiso llorar al verlos así, porque quería hacer lo mismo con su amor, con Tae Hyun, pero él estaba lejos, perdido, cansado y solo, en una Tierra que sabían que era injusta, con un Dios que sabían que era horrible.
Muchas veces habían querido escapar, porque no les gustaba nada de allí, soñaban con un mundo donde podían ser felices, sin las presiones del Creador, sin su tiranía, sin ver aquel trato que tenía con algunos Dioses, vivir sin la incertidumbre de hacer algo incorrecto y terminar expulsado, como él.
Sintió las lágrimas en sus mejillas, pero era tarde para ocultarlas.
— Beom Gyu... ¿Por qué estás aquí? — preguntó Soo Bin, con aquella voz suave y bonita que tenía siempre.
— Jackson descubrió que fuimos nosotros los que hablaron del Inframundo contigo— dijo —. Y le dije que fui yo, que era mi culpa, y que yo te di la idea... Porque no quería que él le hiciera algo a Tae Hyun... - lágrimas silencio más caían por sus mejillas, y la luz del sol se hizo un tono más azul —. Pero ahora él está lejos, y solo... Yo lo entiendo y sé que necesita de alguien que lo cuida porque muchas veces él no se da cuenta de su límite, y también se siente mal con facilidad y-y... Estoy preocupado por él.
Beom Gyu se seco las lágrimas rápidamente, Soo Bin pensó un momento en consolarlo también, pero Yeon Jun se abrazaba a él con firmeza.
— El Creador me dijo que podía regresar si traía a Soo Bin conmigo — dijo, en un tono serio —. Y yo quiero volver junto a Hyunnie.
Soo Bin se sintió mal, parecía que su huida solo había traído desgracia para muchos, primero a los humanos, después a Yeon Jun, y ahora a Beom Gyu y a Tae Hyun.
— Lo siento mucho, Beom Gyu — dijo Soo Bin —. No puedo dejar solo a Yeon Jun ahora... Después hablamos...
Beom Gyu no pudo responder por las lágrimas, sentía un gran nudo en su garganta, nunca en su existencia había pasado algo así, se sentía tan solo y triste, quería regresar pero no era tan fácil, estaba frustrado y muy cansado, podría dormir durante siglos, pero no podía cerrar sus ojos porque solo veía a Tae Hyun, solo, triste, cansado... Esperando por él.
Comenzó a llorar de la impotencia, Soo Bin estiró su mano hacia él para intentar darle algún consuelo, pero el mayor lo rechazó, por el contrario se alejó de ellos, vieron al sol bajar hasta sus brazos, y se quedó allí, sentando solo, abrazado a su Sol.
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LA TIERRA DE LOS DIOSES MUERTOS ~ YEONBIN
FanfictionSoo Bin, el Dios de lo Bello, huye de los dominios del Dios Creador, desatando su furia, en búsqueda de su libertad y felicidad, para vivir un vida sin presiones. Va hacia el inframundo, la tierra de los dioses muertos, donde conoce a Yeon Jun, Dios...