Soo Bin, el Dios de lo Bello, huye de los dominios del Dios Creador, desatando su furia, en búsqueda de su libertad y felicidad, para vivir un vida sin presiones.
Va hacia el inframundo, la tierra de los dioses muertos, donde conoce a Yeon Jun, Dios...
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Los primeros momentos de Soo Bin y Yeon Jun en el sueño eterno, fueron un gran pesar para Jae Beom, quien como el Dios Mayor, siempre se había sentido muy responsable respecto a los Dioses más jóvenes, pero especialmente con aquellos dos, los amantes eternos.
Huening Kai fue el que le advirtió, que Soo Bin caería en el Sueño Eterno, junto a su amado, y que no había nada que pudiera evitarlo, así que cuando el día llegó y Huening Kai se presentó en el cuarto personal de Jae Beom, con un asentimiento el Dios Mayor lo supo.
El mayor paso mucho tiempo en la habitación de aquellos dos, mirando como dormían con toda la paz del mundo, Huening Kai se quedó a su lado en todo momento, pero incluso cuando Jae Beom estaba al borde de las lágrimas no se dejaba consolar.
Huening Kai sabía que el mayor estaba algo enojado con él.
— ¿Tu sabías que este pasaría? — preguntó Jae Beom, rompiendo el silencio de la habitación, fue la primera vez que lo miro a los ojos desde que Yeon Jun se había dormido —. Desde antes, me refiero, desde antes de que ocurriera con Yeon Jun, ¿Sabías que los dos terminarian así?
Huening Kai apretó sus labios, pensando como explicarlo mejor.
— Ay veces en las que... El destino no es claro, el destino no es como un camino, no es una línea recta, es más como... Como una red de cosas, que de va tejiendo y destejiendo dependiendo de lo que se elija hacer — dijo Huening Kai, intentando hablar claro, por más que era complicado de entender, incluso para él—. Si yo le decía a Soo Bin que Yeon Jun caería en el Sueño Eterno él no iba a aceptar volver con Jackson... Eso lo pude ver claramente, las catástrofes seguirían hasta que ya no queden humanos y en ese caso el destino de Yeon Jun hubiera sido todavía peor.
>> Tuve que mentirle para poder salvarlos, Jae— sus ojitos lo miraban con súplica —. Pero no te miento, sé que la última vez que dije que crean en mí si había mentido y eso llevó a esto... pero en serio, lo mejor está por venir, esto solo es por ahora, solo necesitan tiempo.
Jae Beom asintió, sabía que no era la culpa de Huening Kai, si bien él los había dirigido en las decisiones que tomaron... El destino era una fuerza mayor, el Oráculo solo lo había leído.
— ¿Puedes ver si despertarán?
Huening Kai dudó unos momentos, luego negó.
— Cuando Soo Bin estaba despierto aún pude ver que... Si él aguantaba un poco más, Yeon Jun despertaría— dijo el peliplateado, Jae Beom quería llorar de nuevo —. Pero era una visión muy leve y borrosa, no había muchas posibilidades de que él aguantara.
>> Ahora no está claro, pero lo harán, estoy seguro, si yo desperté, ellos también podrán... El Sueño Eterno es único y diferente para cada uno, pero ellos pueden lograrlo, solo tienen que esperar... Pero ellos están juntos, están compartiendo el mismo sueño, y estarán bien, Jae Beomie.