CAPITULO 15: JUST ONE DAY

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Cuando Huening Kai termino de hablar al respecto, Soo Bin se sentía tan abrumado que solo pudo llorar, sin decir nada, cubrió su rostro con sus manos y se dobló sobre su cuerpo para esconder su rostro entre sus rodillas, el Oráculo lo abrazó, prom...

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Cuando Huening Kai termino de hablar al respecto, Soo Bin se sentía tan abrumado que solo pudo llorar, sin decir nada, cubrió su rostro con sus manos y se dobló sobre su cuerpo para esconder su rostro entre sus rodillas, el Oráculo lo abrazó, prometiendo que todo iba a estar bien, que debía creer en él, debía confíar.

— Nada malo va a pasarte, Soo Bin, ni a tí ni a los que amas, en serio... Es la única opción— dijo a su oído, de alguna forma su voz siempre sonaba calmada, por más que todo sonara tan mal —. Deberías volver con Yeon Jun, él te está esperando— añadió, y aquello lo había hecho reaccionar, asintió y se limpió las lágrimas rápidamente.

— ¿Y él? — preguntó el joven Dios— ¿Él estará bien?

Huening Kai sonrió un poco, le daba ternura que el menor solo se preocupara de él, porque Soo Bin nunca había hecho ninguna pregunta sobre sí mismo, sólo había cuestionado sobre aquellos que amaba.

— Yeon Jun estará bien, lo prometo.
                 

Soo Bin regresó aún con un vacío en el pecho, bajó del unicornio sólo está vez, y se despidió de Sung Hoon con pocas energías, no había nadie esperándolo afuera de la cabaña, ni siquiera Beom Gyu, cuando entró el pelirrojo lo fue a buscar apresura...

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Soo Bin regresó aún con un vacío en el pecho, bajó del unicornio sólo está vez, y se despidió de Sung Hoon con pocas energías, no había nadie esperándolo afuera de la cabaña, ni siquiera Beom Gyu, cuando entró el pelirrojo lo fue a buscar apresuradamente, agradeciéndole que volviera, por su expresión suponía que algo estaba mal.

Entró a la habitación apresuradamente, solo para encontrar a Yeon Jun abrazando al conejito dorado que él había dejado a cargo, estaba hecho una bolita en una esquina de la cama, el verlo llegar sonrió y extendió sus brazos hacia él, el conejito se separó para ir hacia él pero no le dió importancia, y fue directamente al Dios dueño de su corazón, Soo Bin saltó a la cama para abrazarlo con fuerza.

— Lo siento, lo siento, lo siento mucho, tardé demasiado, lo siento— murmuró, con un nudo en su garganta, sentía las húmedas lágrimas de Yeon Jun sobre la piel de su cuello y hombro, allí donde el mayor estaba escondiendo su rostro.

— Y-ya estás aquí... ¿Qué más dá?— habló con dificultad, su voz sonaba ronca y quebrada.

— ¿Qué te duele? ¿Qué pasa?

LA TIERRA DE LOS DIOSES MUERTOS ~ YEONBIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora