❛Ikigai❜ ;;Naruto

𝑪𝑯𝑨𝑷𝑻𝑬𝑹 𝑶𝑵𝑬

No podía ser cierto, no quería creer que era cierto.

La desesperación inundó mi ser, cegando mi vista debido al miedo y pavor que sentía en el momento..¡esto no podía estar pasando! ¿Qué podría hacer a esta hora? Mamá estaba en el hospital para recibir el informe de Sakura y papá estaba en una reunión con sus amigos, solo mi hermana se encontraba durmiendo en la casa.
¿Qué haría si ella se despierta y me acusa con nuestros padres?

Me estremecí al pensarlo y pequeñas lágrimas cayeron de mi rostro debido a la desesperación, tenía que hacer algo.
Y-Yo...¿podría? ¡pero era demasiado tarde! Sin embargo, iba a ser peor al intentar cubrirlo y que se enterasen mañana o tal vez en unos meses, el castigo llegaría a mi por más menor que fuera mi error.

Piensa Hayami, piensa y hazlo rápido...

¡Tenía que ser ahora o nunca!

Corrí a agarrar una mochila y deposité el objeto dentro, corriendo por las calles de Konoha a altas horas de la noche. Esperaba que no haya ningún ninja por la zona, rezaba que nadie me viera y avisara a algún mayor. De verdad esperaba que todo saliera bien, iba a ser la primera y última vez que salía de este modo, n-nada tenía porque salir mal.

Suspiré un poco más aliviada al entrar al bosque, podía escuchar las lechuzas y árboles hacer sonidos, haciendo sonar con fervor mi corazón. La situación simplemente me aterraba, no sabía que podría encontrarme aquí. Y yo solo era una niña de apenas 5 años.

Escuché un ruido y lágrimas cayeron por mi rostro, no podía creer que todo esto terminará así, prefería que fuera cualquier animal salvaje a que sea un ninja de la aldea.

— ¿Qué haces aquí, pequeña? –solté un chillido al ver que obviamente, me habían encontrado. Por lo que solo pude esconder mi mochila detrás mío–

— L-Lo siento, solo salía a dar un paseo. –intenté remediarlo, causando que este solo ría debido a mis intentos fallidos –

— Oh, ¿en serio? Muy curioso de tu parte el dar caminatas a estas horas, pequeña –el pelinegro caminó hacia mi lado, agachandose hasta llegar mi altura –

Presenciandolo de cerca y sin tanta oscuridad, me permití analizar sus facciones. Su cabello negro y en puntas era algo que sin dudas me llamaba la atención, sin mencionar sus embriagantes ojos negros. Sabía muy bien que esas características podían llegar a ser de uno de los clanes más poderosos de Konoha, el clan Uchiha.
Me sentí completamente intimidada ante el mayor, haciéndome pequeña y murmurando explicaciones inaudibles. No sabía que era capaz de hacerme aquel chico.

— Bueno, puedo creerte. La noche es preciosa para caminar, así que, ¿puedo acompañarte?

El pelinegro empezó q caminar sin consultar, haciendo que yo lo siga sin darme cuenta. Él realmente era una persona atractiva, y esperaba que lo que tuviera de guapo lo tuviera de bondadoso y no dijera nada acerca de este encuentro.

— No piensas tirar eso a un lago, ¿no? –me exalté luego de oírlo, llevábamos unos pocos minutos caminando y él ya parecía haber notado mis intenciones–

Aunque bueno, no era del todo discreta al esconder con tanto fervor mi mochila.

— Eso no la hará desaparecer, mejor quemala.

Me sorprendí ante sus palabras, ¿él realmente le estaba diciendo eso a una niña de apenas 5 años?

— No sé de qué hablas, en mi mochila tan solo llevo mi abrigo. –mis palabras parecieron tan solo un chiste para él, por lo que se dedico a soltar una sonrisa–

— ¿Entonces, no quieres una fogata?

— No, ¡sí la quiero! Cómo que empieza a hacer frío, ¿no?