𝑪𝑯𝑨𝑷𝑻𝑬𝑹 𝑻𝑯𝑹𝑬𝑬

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Henge no Jutsu

Sentí mi cuerpo cambiar y mis manos convertirse en alas. Sabía perfectamente que había logrado convertirme en un cuervo, no iba a fallar luego de tanta práctica.

— T-Tú... –Itachi murmuró algo inentendible, aguantando su risa. Mientras, Shisui se permitió carcajearse con entusiasmo al ver mi forma –

— ¿Crow? –me exalté al ver otro cuervo al lado mío, el cual se sentía gigantesco a comparación de mi tamaño –

Espera..¿por qué es gigantesco?

Solté un chillido de inmediato al notar que era una cría de cuervo, ya entendía el porqué ellos se reían. También podía llegar a comprender que la invocación de Itachi me confundía con su bebé.

— Ami es muy linda...

Bufé enojada, eso pareció una burla en vez de un halago. Ya me vengaria del mayor por esas contestaciones.
Hice el Bushin no jutsu y me avalancé sobre él, logrando que más de 20 crías de cuervo lo ataquen y picoteén. Ese era otro de mis logros, por fin podía hacer más de 10 clones.

¡Y definitivamente mi próxima meta sería convertirme en un espeluznante cuervo!

— ¡B-basta, Ami-chan! Fue broma, sabes que eres increíble..–sus quejas fueron nulas a mis oídos, solo podía seguir atacandolo con rencor–

— Hayami, basta

Paré inmediatamente y deshice los jutsus al escuchar al menor, su voz podía llegar a producirme escalofríos.

— Está bien, te entrenaremos. Solo con la condición de que no vayas por mal camino. –Itachi se paró y despeinó mis cabellos, causando mi sonrojo y emoción ¡ellos verdaderamente me iban a entrenar! –

— ¡Muchas gracias, Itachi-San! No los decepcionaré

Shisui sonrió ante las palabras de su amigo, sabía que él no era de relacionarse con muchos. Y si él quería entrenarla, ¿por qué no darle el gusto?

— Entonces, Ami. Ahora podría tocar tus cabellos.... –sonrió emocionado acercándose al par, siendo rechazado de inmediato–

— Nop, el trato era que tu aceptaras. Pero Itachi-san lo permitió primero –esboze una sonrisa maliciosa y me escondí detrás del menor. Podía escuchar los lamentos del mayor–

— ¡No es justo!

Llevaba un año entrenando con ellos, no podía negar que sin dudas sus entrenamientos eran rigurosos y requerían un esfuerzo enorme

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Llevaba un año entrenando con ellos, no podía negar que sin dudas sus entrenamientos eran rigurosos y requerían un esfuerzo enorme. Más para una nena la cual nunca salió ni hizo ejercicio, había llorado y sangrado muchísimas veces.
Me había escapado todos los días al anochecer, encubriendo mi situación con un engaño de que estaba ocupada de día. Algo que obviamente no convenció a los Uchihas.

Y hoy, era un día bastante especial. Ya que ambos iban a traer a alguien para presenciar el entrenamiento. Fuera de ellos dos, no había tenido muchas relaciones sociales, por lo que era algo que verdaderamente me ponía nerviosa.

❛Ikigai❜ ;;Naruto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora