¿Qué coño haces en mi habitación?

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Pase toda la tarde hablando con Robert sobre mi nuevo inquilino, el me dijo que no podía ser tan malo pasar todo un curso viviendo junto a el chico más popular de todo el instituto, juro que cuando me dijo eso se me tensaron todos los músculos, me debí de poner roja de la rabia, enserio. No puedo creer que mi mejor amigo me dijera eso, ¿ qué se le estaría pasando por la mente?. ¿Y cómo no ? Me volvió a jurar que ahora haría cualquier cosa para venir más a verme...¿Os lo podéis creer? Solo viene a verme porque hay un chico que esta para comérselo viviendo conmigo...bueno, en realidad, yo también lo haría... pero shhh, no se lo digáis a nadie.

Después de que mi amigo me hiciese enfadar, reír como una bruja posesa, me digné a salir de mi guarida, que por cierto, necesitaba un poco de limpieza, porque mi armario ya no parecía un armario, tenía toda la ropa hecha una bola, no se que ropa me pensaba poner, pero bueno... Me dirigí a la cocina a hacerme algo de cenar, yo no era muy buena cocinando pero aún así intentaba comer de todo.

Acabe de hacer mi cena, que consistía en un simple bocadillo con lechuga y tomate, lo puse en un plato y cogí un vaso con un poco de zumo de naranja y me dirigí hacia mi habitación, pero cuando solo me quedaban unos pocos metros para llegar tropecé, si, tropecé, pero con un cuerpo extraño que había en medio del pasillo, que curiosamente antes no estaba. Mi zumo ya no estaba en el vaso, ya que ahora estaba encima de una tela que llevaba la cosa , el plato hecho pedazos y mi bocadillo repartido por el suelo y yo... pues fácil, yo estaba encima de esa cosa, que por cierto, olía maravillosamente bien, su perfume hasta me hacía perder el sentido...debimos quedar así unos cuantos minutos, yo observando su cara, intentando encontrar algún defecto y esa cosa no cesaba de observar cuidadosamente mis carnosos labios y seguidamente mis ojos chocolate, sentía que el tiempo se había parado, no escuchaba nada, estaba en shock, pero cada segundo que transcurría creía estar más cerca de el, no se si era cosa de mi mente pero ese acto estaba presente en mi...hasta que sentí como una corriente ecléctica que recorría toda mi espalda, y reaccione, me levante corriendo y ...
-Aggggg.. Te odio, te odio, te odio...por tu puñetera culpa he caído y encima, mi zumo se derramo y mi cena cayo al suelo...agggg...esto lo vas limpiar tu...
-Nena, tranquila, vale, el que debería estar enfadado aquí soy yo, porque tu querido zumo se derramó en mi apreciada camiseta...
-NO. ME. LLAMES. NENA, ¿te ha quedado clarito, bonito?
-Uhh, nena, que humos te gastas, en serio relájate que estas muy estresada...
-¡¡Vete a la mierda!! Ahora limpias esto que yo me voy a volver a hacer la cena que me desperdiciaste.
Fui otra vez a la cocina y me volví a preparar mi dichosa cena, cuando acabe me iba a volver a dirigir a mi habitación, pero estaba el dichoso monstruo obstruyéndome el paso.
-¿Ya lo limpiaste?-le dije yo.
-Nena, no lo pienso limpiar yo estaba de camino aquí, pero fue tu comida la que cayó...por cierto,¿qué hay de cena?
-Agg...llevas aquí unas pocas horas y ya no te aguantó, no te aguantó y que te quede claro dos cosas : la primera NO.ME.LLAMES.NENA, y la segunda, ya te dije según llegaste que tu vives tu vida y yo la mía, ¿claro?
-Uhh, nena, ya te dije que te relajes, y lo de no me aguantas no es verdad, seguro que ahora mismo estas deseando estar entre mis piernas, eso lo primero y lo segundo, vivimos en la misma casa, ya tenemos algo en común, vivimos en la misma casa por lo tanto nuestras vidas ya están unidas, no lo puedes negar.
-Uhhh, ¿sabes qué? Te vas a ir un poquito a la mierda y que sepas que nunca, pero nunca estaré coladita por tus huesos y también te odio y odio a mis padres por alquilarte la puta habitación.
-Nena, nunca digas nunca-me susurro al oído.
Según me lo dijo se me erizo toda la piel y me puse rígida, aún así cogí rápidamente mi cena y volví para mi habitación, allí puse la tele y tome tranquilamente mi cena, al acabar volví a la cocina lave los platos y volví a mi refugio.

James debía estar en su habitación porque no estaba ni en la cocina, ni en el salón .

Seguidamente me puse mi pijama, que consistia, en un pantalón blanco corto, el cual era bastante holgado, lo que hacia resaltar mi culo, también tenía pintado unas pequeñas flores de color rosita, la parte de arriba la forma una camiseta larga de manga corta de color rosita claro, en ella tenía dibujado los bigotes y los ojos de un gato y en grande justo donde iría la boca aparece dibujada la palabra <Meaow>, adoraba ese pijama.

Detrás de la puertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora