CAPITULO 4

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No te puedes hundir...Lo sé muy bien
No puedo volar si solo veo el suelo
El sol sigue brillante a través de las nubes...
En la imagen que he estado pintando los lugares se destruyen
Así puedo vaciar todo y reír
Quiero enfrentar al yo que no quería ver
Lo recuerdo, así que estaré bien
Que mi triste habitación esté llena de flores brotando
Siempre estaré aquí esperando...

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Wei Wuxian sentía sus ojos arder, después de volar por horas sin descanso, logro alejarse lo suficiente de Yunmeng y alojarse en una posada a las afueras de una pequeña villa llamada Chang, entre los límites de Yunping con Yiling. Le hubiera gustado alejarse aún más pero su cuerpo y mente no podían seguir. Se le permite acurrucarse un rato para llorar ¿verdad?

Después de dormir por casi un día completo, se sentía mucho mejor.

La presión en su pecho había disminuido, él realmente quería quedarse tirado en la cama por toda una vida pero de nada habría valido la pena irse si solo se queda estacando allí ¿cierto? Así que había pensado en muchas cosas en la última hora luego de despertarse y aclarar sus emociones. Nunca lo diría frente a las barbas del viejo Qiren pero agradecía la lección sobre la meditación y sus beneficios. Volviendo al tema, puede hacer cacerías nocturnas y ganar dinero, también puede crear sus inventos, mostrar su eficacia y empezar a venderlos.

"Esa sería una buena inversión..."pensó mientras se deshacía de su ropa para darse un baño. Ahora tiene la libertad para expandir sus ideas pero tendría que esperar un tiempo o distribuir sus inventos de manera clandestina para no llamar tanto la atención. Ya pensaría en algo, por ahora solo se conformara con las cacerías nocturnas y una que otra petición de expulsión de espíritus. Tiene dinero suficiente para sobrevivir por tres meses si lo ahorra bien.

Vio su reflejo en el agua, tenía unas enormes ojeras y sus ojos se veían cansados. Lo más importante ahora sería alejarse aún más de Yunmeng como para que tarden bastante en encontrarlo en caso de que no acepten su petición de que no lo buscaran, debe ir a los lugares medianamente concurridos, porque cualquiera podría concluir que iría a sitios más lejanos o apartados si no quiere ser encontrado.

Aún se siente extraño el ya no estar en Muelle de Loto y pensar en la libertad que tiene por ver todo lo que el mundo tiene para ofrecer. ¿Así se habrá sentido su padre cuando dejó la secta para ir a recorrer el mundo con su madre? Con eso en mente, Wei Ying termino con su baño y se vistió.

Bajo las escaleras, dispuesto a pedir algo de comer ya que su estómago le hizo saber cuan hambriento estaba sonando como una gran bestia.

Luego de pedir su comida, se sentó en una de las mesas que daban a las concurridas calles de la pequeña villa Chang. Se preguntaba que estarían haciendo Shi-Jiang Guniang y Jiang Cheng. ¿Estarán más tranquilos? Esperaba que si lo estuvieran, no quería que se deprimieran por su partida y que lo perdonaran por dejarlos.

-Gongzi, aquí está su comida -la voz del posadero lo saco de sus pensamientos.

-¡Oh! ¡Muchas gracias! -inclino la cabeza a modo de agradecimiento y le dio una gran sonrisa a los platos en la mesa, tenía mucha hambre. No había comido nada desde unos bollos al vapor antes de viajar de Qishan a Yunmeng. Mientras disfrutaba de su pequeño festín, veía como las lámparas empezaban a iluminar la calle, ya el sol estaba ocultándose en el horizonte, haciendo el cielo un espectáculo de colores naranjas y rojizos.

Realmente amaba la comida picante, recuerda algo que le dijo la tía Meng junto a su esposo, una de las raras noches de lluvia en Yunmeng, en esa ocasión espero en la posada hasta que la lluvia se calmó lo suficiente para regresar a las instalaciones de la secta. La tía Meng había puesto bocadillos y té caliente en la mesa mientras veían la lluvia caer.

I Can Be Happy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora