CAPÍTULO 7

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Incluso si es el fin del mundo

Estemos juntos por siempre

Huye, cariño

Dame una respuesta, por favor

Dime que sí, no digas que no

No quiero quedarme, vámonos ahora

Si tú y yo corremos juntos, podremos correr por el cielo

Dime que sí, no digas que no

No quiero quedarme, vámonos ahora

En este momento, llévame contigo a ese mágico lugar llamado “Nosotros”

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Lan Wangji sintió algo frío posarse en su frente y un tenue olor a hierbas medicinales llego a sus fosas nasales.

¿Lo habían rescatado tan rápido? ¿Cuánto tiempo había pasado?

Frunció un poco el ceño mientras abría lentamente los ojos, cuando estos se adaptaron a su entorno, se dio cuenta que aún se encontraba en la cueva pero no estaba solo. Había una persona vestida de negro avivando el fuego de una fogata.

Sus heridas habían sido tratadas con cuidado, tanto la del brazo como la de la pierna que estaba inmovilizada para evitar agravarla aún más.

Un destello rojo capto su atención, el extraño tenia atado su cabello en una media coleta con una cinta carmesí que Lan Wangji reconocería en cualquier lugar.

-¿Wei…Ying? –el susurro salió de sus labios casi inaudible, sin embargo, debido al silencio en el lugar, la otra persona lo escucho claramente, haciendo que se girara en dirección al jade.

La plata y el oro intercambiaron miradas.

Lan Wangji noto que Wei Wuxian había crecido desde la última vez que lo vio e incluso estaba aún más hermoso. Ese último pensamiento hizo que sus orejas se enrojecieran pero antes de sentirse aún más avergonzado por sus pensamientos la voz de Wei Wuxian (oh, cuanto había extrañado esa hermosa voz) lo saco de su trance.

-Oh…Lan Zhan, al fin despertaste –dijo Wei Ying alegremente, tratando de ocultar su nerviosismo ante la intensa mirada sorprendida de Lan Wangji –Estaba preocupado –con cuidado se acercó y puso una mano en la frente del Lan, evitando tocar la cinta, haciendo que se sorprendiera aún más –Que bueno, la fiebre ya bajó…Qing-jie es muy buena, esas hierbas son fantásticas.

Antes de que Lan Wangji pudiera hacer una pregunta, Wei Wuxian le paso una cantimplora llena de agua fresca.

-Bebe, estás deshidratado. Es obvio que no les dieron nada para comer o beber –dijo mientras sacaba unas manzanas de su bolsa qiankun y las ponía en el regazo de Lan Wangji, quien solo podía tomar el agua como si su vida dependiera de ello, sin embargo jamás aparto su mirada de Wei Wuxian, como si temiera que desapareciera si parpadeaba.

Una vez termino de beber, tomo una manzana. No podía ignorar el hambre que sentía y además, quería reponer fuerzas.

-No pude sacarnos de aquí porque la bestia tapo la otra entrada. Tendremos que esperar mientras pienso en un plan –dijo mientras tomaba también una manzana y la mordía.

I Can Be Happy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora