Terapia.

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Will se encontraba sentado en la mesa de una sala común dentro del edificio del FBI, tomaba sorbos pequeños de un vaso de café mientras analizaba a detalle las fotografías del caso que Beverly le había dejado el día anterior.

Estaba medianamente relajado, nunca podía estar por completo despreocupado debido a su ansiedad, sin embargo, un aroma familiar lo hizo tensarse por completo. El aroma intenso de Hannibal inundó sus fosas nasales y viajó por todo sus sistema, dándole un escalofrío.

"¿Que colonia usas, Will?"

La voz de Hannibal le hizo tragar saliva antes de levantar la vista, sin embargo no se giró para verle.

"No uso colonia."

Hannibal sonrió ladino con cierta victoria. Will estaba visiblemente incómodo mientras el doctor Lecter rodeaba la mesa con lentitud religiosa y caminaba hasta la cafetera. Sirvió un poco del café aún caliente en uno de los vasos desechables y dió un sorbo antes de contener un gesto de desagrado.
Will sabía el trasfondo de la pregunta de Hannibal. En el mundo en el que vivían había algo conocido popularmente cómo 'almas gemelas' y conocido en el mundo del estudio médico y biológico cómo 'maxima compatibilidad orgánica'. Era un punto de fusión más allá de la moral o los intereses personales de los involucrados, si no, un imán biológico que activaba un llamado natural reproductivo y romántico. Parte de esas características se reconocían por poder distinguir o ser más sensible al aroma corporal de tu persona destinada, encontrar ese aroma encantador, atractivo e incluso excitante. El nivel de compatibilidad variaba de persona en persona, dónde podrían ser totalmente incompatibles, incapaces siquiera de percibir su aroma, o ser prácticamente almas gemelas, y naturalmente los niveles intermedios.

Esto implicaba que mientras más compatibles, más fácil sería sobre llevar una relación íntima, pues las diferencias personales se complementaban con una atracción increíble y la necesidad de satisfacer a tu pareja. Por supuesto como en todo, estos factores no determinaban quienes podían ser o no parejas, incluso sin compatibilidad organica, las personas formaban lazos a través de sus ideales y deseos.

La pregunta de Hannibal era un recordatorio sutil de que podían reconocerse entre ambos y percibir el aroma del otro e incluso sentir su presencia. Will no sabía si eso era la máxima compatibilidad orgánica, o solo un nivel intermedio, pero tenía miedo genuino de estar más cerca de Hannibal de lo que pensaba.

"¿Qué dedujiste de la escena del crimen, Will."

Will quería mandarlo al demonio y simplemente irse de allí, pero Alanna y Jack lo habían llamado precisamente para discutir la complejidad de este caso y analizar todas las posibles variantes del modus operandi del asesino.

"Es complicado de explicar, sería apresurado cerrar nuestro panorama a qué el asesino es alguien letrado, cualquiera podría obsesionarse e investigar en internet sobre estos temas."

"¿Pero?"

"Es solo algo que siento, es... Complicado. De algún modo además de la simbología, el misticismo que transmite y lo surreal que puede verse... Es como si hubiese sido planeado con muchisima antelación, el resurgimiento del cuerpo fresco entre los huesos viejos es como..."

"Cómo un sentimiento que borbotea intensamente en el pecho después de estar cautivo mucho tiempo."

Will finalmente se atrevió a mirar a Hannibal a la cara, solo para encontrarse con su mirada filosa, su expresión cínica de siempre, y de pronto como una ráfaga de aire inexistente sintió nuevamente el peso de la presencia dominante de Hannibal sobre su cuerpo, aplastándolo y sometiéndolo sin tocarlo.

Will tuvo un escalofrío y su labio inferior tembló ligeramente. Hannibal pudo percibir estos detalles y compadeciendose del pobre Perfilador frente a él, simplemente desvío la atención cortando el contacto visual. Caminó hasta la mesa y se paro justo al lado de Will fingiendo interés en las fotografías del caso.

Will tenía la miarada fija en las fotografías también, pero su vista estaba desenfocada mientras sentía su estómago comprimirse en una sensación similar a tener una descarga de adrenalina.

"No has cambiado nada..."
La voz de Hannibal resonó como un susurro aterciopelado en la oreja de Will, sin poder contener más la respiración, el perfilador terminó por soltar un jadeo contenido antes de levantarse con violencia de la silla, tomar las fotografías de la mesa y salir de la habitación.

Hannibal no sé movió de su posición por unos segundos, hizo una mueca de inconformidad y lentamente caminó hasta el pequeño lavamanos que se encontraba en la habitación, a modo de un lava trastes improvisado. En él virtió el café restante del vaso que había tomado antes de arrojarlo al cesto de basura.

"Que porquería..."
Masculló entre dientes antes de salir también de la habitación.

Despues de ese encuentro, Will procuró no arriesgarse a ninguna situación donde pudiese quedar a solas con Hannibal.

"Hola, Will, ¿Me puedo sentar?"

Will levantó la vista al escuchar la voz de la mujer, asintió un par de veces haciéndose un poco más hacia la orilla. Era una psicóloga del FBI cuya labor era atender a los afectados  de diversos crímenes, en su mayoría resultaban niños y adolescentes en estado de orfandad debido al asesinato de sus padres o tutores.

"Un pajarito me dijo que has estado bastante ausente en este caso."

"¿Fue Jack?"

"No, Will, escu-"

"¿Fue Alanna?"

"Will, tranquilo, no vengo a atacarte, solo quiero que platiquemos y saber si hay algo que te inquieta o si puedo hacer algo por tí."

La mujer habló con calma y mostró una sonrisa suave, tratando de ser amigable.

"No necesito terapia, doctora."

"No es terapia, no llevo su historial, solo quiero comprobar el estado mental y emocional de uno de mis colegas."

Will se mantuvo en silencio un buen rato. Se encontraban en un sofá en una especie de sala de espera, serían alrededor de las siete de la noche, la mayoría de las personas ya se habían ido a sus casas, por lo que la sala estaba vacía.

"Hay una situación que constantemente me atormenta..."

La doctora asintió a la leve mirada que Will le dirigió de manera breve.

"Un recuerdo de mi juventud, viví temporalmente en Francia durante lo que sería la escuela secundaria, allí conocí a una persona, podría decir que fue mi primer amor."

Will hizo una pausa antes de seguir hablando.

"Esa persona estaba loca, completamente ajena a la realidad, era una persona peligrosa, pero yo no lo noté hasta que intento cruzar un límite muy grande."

"¿Esa persona está relacionada con el caso?"

"Más o menos, el caso y una situación externa me han reavivado esos recuerdos de una manera muy agresiva. Me siento como si me faltara el aire todo el tiempo, me siento incómodo y en peligro."

La psicóloga le sonrió dulcemente y palmeó su hombro.

"De momento solo podría recomendarte buscar algún ansiolítico natural, pero no puedo decirte que hagas nada que no sepas ya hacer respecto a ese tipo de pensamientos obsesivos, lo que si puedo ofrecerte, es un seguimiento para ir desenredando esos pensamientos enamrañados. ¿Te gustaría eso?"

Pasaron unos segundos antes de que Will asintiera levemente, siempre dijo que no necesitaba terapia, pero esta mujer inspiraba confianza, y tal vez no le haría mal un poco de ayuda para aclarar mejor sus ideas.

Después de un acuerdo sencillo de volver a verse en unos días para hablar más a fondo de los problemas de Will, la doctora se fue dejándolo nuevamente solo en la sala.

Al final del pasillo, oculto tras una puerta, Hannibal había escuchado  cada palabra de esa conversación. Sonrió levemente mientras procesaba la información y finalmente cuando se aseguró de que Will se había quedado solo. Salió de su escondite y pasó por enfrente del perfilador.

"Buenas noches, Will."

Will quedó perplejo al verlo pasar frente a él, era obvio que había escuchado la conversación, había espiado a propósito. Su corazón latino apresuradamente mientras su cabeza comenzaba a maquinar a mil por hora.

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⏰ Última actualización: Aug 13, 2022 ⏰

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