"La Inocencia Viste De Etapas"

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NOTAS: Al fin pude terminar el capítulo número veintidós...

Me tarde un poco, pero aquí lo traigo. Y bueno, mis razones, pues me enferme horrible... De hecho, todo quedo en familia, porque todos en mi casa terminamos con influenza y con todos sus horribles síntomas Dx

Finalmente, antes de comenzar a leer, debo decir un pequeño aviso. En caso de que llegaran a leer esta o alguna otra de mis historias en otro lado, es muy seguramente un plagio. Yo siempre uso el seudónimo "RozenDark" y únicamente público en Amor Yaoi, Wattpad, Fanfiction.Net y AO3. También otorgue el permiso para una traducción al chino y solamente se encuentra en la plataforma/app "LOFTER"...

https://aichidongxidepangfengye.lofter.com/

Esto lo digo, debido a los recientes fallos de Wattpad y que esta misma plataforma tiene una página espejo donde lucran con las historias. Por lo que cualquier cosa, les estaré agradecida si me lo hacen saber. De cualquier manera, en caso de algún otro cambio, les daré el aviso correspondiente :3

En fin, los personajes de One Piece son propiedad de Eiichiro Oda. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic son hechas por su servidora.

Y sin más que decir, les invito a leer (^3-)/

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Lana buscaba con demasiada preocupación a cierta hija necia que tenía. Se suponía que Lucy debía guardar reposo absoluto, pero su hija no era de las personas que siguieran indicaciones médicas o se mantuvieran quietas por poco o mucho tiempo.

Así que ahora, Lana buscaba completamente preocupada a su hija, pero al parecer había salido de la panadería. Por lo que se dispuso a salir a buscar a su testaruda hija y regresarla a la cama o al menos esa era su intención, hasta que por la puerta entraron el doctor y la florista de la villa con una Lucy que aparentemente no estaba muy contenta de regresar tan pronto a casa...

"Señora Lana, creo que esta jovencita se le ha escapado".

Lana dio un gran suspiró lleno de alivio al ver a su hija bien. "Gracias y lamento mucho las molestias", miró con reproche a su hija, quien, por cierto, no quería ni mirarla a los ojos. "Lucy, sabes bien que no puedes salir".

Hizo énfasis en su estado, en cuanto tocó levemente el gran vientre de su hija. Lana no pudo evitar sonreír en cuanto sintió una fuerte patada, pues como siempre, su nieto o nieta estaba tan feliz de sentir el tacto de su abuela.

Lucy por su parte, no parecía tan contenta de regresar y podía entenderla muy bien. Pero también debía entender que no sólo era por su bien, también del bebé que crecía poco a poco en su vientre.

"Estaba muy aburrida, mamá" respondió Lucy con un mohín, mientras se cruzaba de brazos. "Es muy fastidioso estar encerrada sin hacer nada. Solamente quería caminar un poco y volvería después".

Lana pareció preocuparse por la respuesta de su hija. "Entiendo que te sientas de esa manera, pero Lucy, sabes bien que tu enfermedad te debilita y estás en los meses más precarios para una mujer embarazada".

"Lo sé mamá..." Respondió con pena. "Pero me sentía tan atrapada sin poder hacer nada para ayudar".

Lana pudo ver la mirada llena de preocupación del doctor y la florista. Sabía que todos en la villa y el hogar que entre todos habían formado, se preocupaban por lo que podría pasarle a su hija.

Lucy sin duda alguna no sólo era su luz, también la luz de todas las personas que la habían conocido...

"Lana-san, Lucy-chan puede dar paseos en las tardes, pero deberá hacerlo solo con compañía y en silla de ruedas".

La Inocencia Viste De BlancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora