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Habían pasado los días y todo era horrible.

OBVIAMENTE la había cagado.

Pues qué más si no!? Ahora ese estúpido de Karamatsu le tenía miedo y no se le iba a acercar nunca jamás!

-No hay de otra..- dijo mientras sostenía un muñeco con la apariencia de Karamatsu.

-QUÉ PLANEAS HACER!?- Habló Choromatsu al otro lado del escritorio.

-Qué haces tú aquí?- habló sombriamente confundido.

-Eh.. estábamos haciendo tarea juntos?- habló con obviedad.- me invitaste...a tu casa.

-No lo sé,  no lo recuerdo.- se cruzó de brazos.- paso mucho tiempo desde el último capítulo.

-Capítulo?...qué est-

-Pero que no me prestas atención!?- dió un golpe a la mesa.- Te dije que si mis recursos se agotaban tendría que recurrir a medidas extremas..- habló histericamente mientras temblaba de la paranoia.

-Se supone que todo sea puro. No forzado.-

-Es la única forma.- dijo mientras veía fijamente al muñeco en su mano, segado por su plan.

-NO ESTÁS ESCUCHANDO.- suspiro.- Mira..-

-De todas maneras. Arruiné cualquier posiblididad con el...- habló cabizbajo.

-Vamos, no te desanimes.. de cualquier modo, el fue quien arruinó cualquier oportunidad contigo, no fue tu culpa, reaccionaste más normal de lo que pensé. Eres genial Ichimatsu, créeme, y si el no puede verlo de esa manera, pue-

-Pues haré que lo vea a la fuerza.- Habló con fuerza con una horrible sonrisa psicópata.

-SIGUES SIN ESCUCHARME!.

(....)


-Miralo.. sonriendo como si no matara a multitudes. - escupió con asco.

-Tienes una forma muy extraña de halagar.- habló Choromatsu mientras se acercaba a su amigo, quien pretendía que no lo vieran detrás de esa pared mientras espía a la persona que le gusta.

-Muy bien es tu turno.- Dijo Ichi mientras se enderazaba, haciendo ver como si estuviera esperando que el otro dijera algo.

- ¿Qué?- ladeó la cabeza confundido.

-Si, eso que tu haces.- esperó, pero el otro lo miró expectante. Ichi rodó los ojos.- Aconsejarme para que de alguna manera me le acerque, vamos, para eso fuiste creado!, dale.- habló desesperado, el timbre tocaría en poco tiempo.

-Dios mío, si quieres hablarle solo deberías hacerlo, o en su defecto, esperar el momento perfecto, no tienes que-

-Genial! De eso estaba hablando.

Giró sobre si mismo para irse a su salón, hablarle cuando el quiera? Bien, pues en ese momento no tenía ganas...bueno, en realidad si, pero se derretirá a medio camino si lo intenta, mejor esperará al momento perfecto.

(....)

Ya era la hora del almuerzo y Choromatsu salió de su salón con tranquilidad, estaba pensando en ir con Todomatsu para checar sus apuntes pero en realidad se estaba muriendo de hambre, cuando llegó a la cafetería se encontró con Ichimatsu, eso sería normal, de no ser porque se veía absolutamente enojado.

Se sentó frente a él.

-Tú, bastardo.- murmuró con desprecio en voz baja mientras lo miraba con una mano apoyada en su mejilla.

-Disculpa?- habló confundido.

-Digo que he estado esperando il miminti pirficti, y no ha pasado NADA!- dijo semigritando en pánico. - Te odio!

-Por qué me culpas!?.- habló con enojo y regañandolo. Suspiró. - Mira, el momento perfecto siempre es inesperado, deja que las cosas se den, pero hasta cierto punto, ya que si no te mueves no vas a dejar que el momento perfecto se mueva también, okey?- dijo mientras el otro asentía.- Bien, puedes decirme que has hecho para que el momento perfecto se mueva a tu favor?- el otro negó, apenado.- lo supuse.

Ichimatsu gruñó.

-Empiezo a creer que tus consejos no funcionan, por eso no tienes pareja.- se cruzó de brazos mientras se hundía en su asiento.

Choromatsu apretó los dientes.

-Cierra la boca, no eres mejor que yo, no por nada me pides ayuda.-

Ichimatsu golpeó su cara contra la mesa repetidamente.

Era cierto.






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𝑬𝒔𝒕𝒖́𝒑𝒊𝒅𝒐 𝑲𝒂𝒓𝒂𝒎𝒂𝒕𝒔𝒖! | KaraIchiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora