Capítulo 1

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ᅠ ᅠ ᅠᅠᅠᅠᅠ──ᅠ𝐁𝐮𝐢𝐥𝐝
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- Build, ¿Hasta cuándo piensas seguir llorando por ese ampón?

La pregunta de mi amigo llegó con un notable tono de acritud, era quien más desaprobaba mi relación con Bible, después de mi familia, y, sin embargo, también quien más nos ayudó a poder seguir juntos a pesar de todo. Le devolví una mirada de reproche, bien sabía que estaba harto de los constantes comentarios despectivos de mi familia para con Bible, no necesitaba que él también lo insultara frente a mí.

- ¿Tú qué podrías saber, Apo? ¿Alguna vez te han arrancado una parte del cuerpo? ¿Acaso has sentido como si te extirparan el corazón alejándote de la persona que más amas? -Le cuestioné, con algo de dramatismo. Tal vez sonaba exagerado, pero me gusta creer que soy alguien, más bien, apasionado.

- Pues... Me sacaron el apéndice cuando estaba niño, ¿eso cuenta?

- Imbécil... -Al menos podía agradecerle el haberme hecho reír en esos momentos.

Algunos meses atrás, mi familia había entregado a Bible en la policía. Permítanme ponerles en contexto; mi relación con él empezó de una forma inusual. Pertenezco a una de las familias más poderosas del país, un linaje de banqueros me antecede y en nuestro árbol genealógico ha habido no solo banqueros, sino también parlamentarios, cirujanos, jueces y hasta dos Miss Tailandia, siendo mi madre una de ellas. De ella heredé este precioso rostro que siempre había atraído tanto a chicos como chicas, aunque yo, claro, prefiero a los hombres. Lo supe desde pequeño y mis padres también, pero no fue sino hasta la adolescencia que "salí del closet". Esto no causó escándalo en la familia, no era el primer gay y aunque es una familia bastante tradicional, por la imagen pública decidieron adoptar posturas progresistas, como diría mi padre. Aceptarme como soy fue más una estrategia política y de marketing que simple amor filial. Pero estaba bien con eso, y ellos también siempre y cuando fuese discreto.

Lo había sido por muchos años, salía con chicos de mi circulo social, miembros de los clubes más exclusivos de Tailandia, herederos y hombres con sangre real, pero todo siempre con cautela y casi que escondido. Lo había hecho tan bien, había tenido la oportunidad de vivir mi vida, aunque con una libertad limitada, pero me sentía satisfecho, o mejor dicho... me había conformado con eso. Claro, eso hasta que lo conocí a él, a Bible.

Recién habíamos salido de un club nocturno, ya había pasado la media noche, mis mejores amigos y yo estábamos siendo arrastrados hasta nuestros autos porque la borrachera nos impedía caminar. Éramos un grupo más o menos grande, nos conocíamos de toda la vida porque nuestras familias eran asociadas y acomodadas. No teníamos la misma edad, no éramos amigos de la escuela, nos conocimos en el club campestre y nos veíamos en cada reunión de nuestros padres o madres y con el tiempo forjamos una amistad; algunos por intereses y conexiones, otros por afinidad y porque sabíamos que en este mundo nadie entendería mejor nuestros problemas que otro igual. Sonará algo clasista, pero así éramos, jóvenes príncipes con el mundo a sus pies y cargas en los hombros que un hombre ordinario no entendería. Las cargas, todos las tienen, pero los lujos también, eso no.

Apo era mi mejor amigo, él mantenía una relación con Mile, los dos pertenecían a una familia dueña de conglomerados, por un lado la familia de Apo poseía acciones en empresas de telecomunicaciones y habían fundado la compañía de outsourcing más grande en el sudeste asiático. Y la de Mile que también entraba en el mundo de las telecomunicaciones, eran dueños de tres de las redes de comunicación principales en Tailandia, de ahí que sus padres estuvieran tan felices del noviazgo y de ser legal, ya los habrían casado. Tenían años de estar saliendo y era una relación feliz, casi idílica. Ping y Pong, los dos hermanos de los dueños de un prestigioso hospital de Bangkok, con sucursales por todo el país, los dos también se habían graduado de la facultad de medicina no hacía mucho, no eran gemelos, pero se llevaban pocos años y se parecían tanto que todos creían que lo eran, y se referían a ellos como "los gemelos", incluyéndonos. Por último, Bas, mi primo menor que estudiaba ingeniería. Era el único de nosotros que aún estaba en la universidad, aunque le faltaba poco para terminar su especialización. Era un economista, su padre al igual que mío dirigían los bancos de la familia.

i. 𝐂𝐑𝐈𝐌𝐈𝐍𝐀𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora