Seamos mariposas

Capítulo 24

Liam Sanders

Tuve la mejor noche de mi vida junto a Ky, nos besamos en la galería de arte hasta que era hora de irnos a clase.

—Liam hay que irnos.

—No quiero. —besaba su cuello —Podemos quedarnos aquí otro rato.

—Tenemos que ir a clases y tienes un partido en la noche.

—¿Vendrás no es así? Debo estar increíble para los reclutadores, te necesito ahí.

—Claro que iré, es tu último partido. —me besó y mordí su labio en otro sexy beso —Liam.

—De acuerdo, vamos. —dije con una sonrisa pero a regañadientes.

Fuimos por unos cafés y al volver acordamos unos términos que debíamos seguir en la escuela.

—Liam ... —me llamó tímida.

—¿Qué? —tomé un sorbo de mi café.

—Esto es nuevo para mí ...

—Para ambos.

—Pero tú ya tuviste novia, y dos años que no es poca cosa. Yo nunca tuve ... ¿Qué somos? Digo, nunca dijimos que sería esto y no sé que decir o si tu quieres ser algo.

—Sí quiero. —pasé una mano por su pierna, Ky se sonrojó y miró al frente.

—Okey. —sonrió —Pero esa mano quedará sobre ti en clase en todo momento. —estacionó el auto en la escuela.

—No prometo nada, me gustan tus piernas. —besé su cuello —Y distraerte.

—Hablo en serio Liam, o ninguno se graduará.

—De acuerdo. —la besé y nos quedamos así de cerca en pequeños pero placenteros besos.

—Otra cosa.

—No me digas que no puedo besar a mi novia en los pasillos porque sino haré huelga. —rió.

—No. ¿Qué le diremos a mamá? Porqué estoy más que segura que a pesar de que te quiera incluso más de lo que yo lo hago, ella no te dejará ir a estudiar a mi habitación nunca más. Mucho menos ahora que nos verá besarnos cada cinco minutos.

—Buen punto. A partir de ahora estudiaremos en mi casa, al menos hasta que se adapte a verme besándote.

—¿Y a tus padres que les diremos? ¿La verdad o solo que volvimos?

—Ya saben la verdad.

—¿Qué?

—Se los dije cuando "terminamos". Estaba enojado así que me dio igual que se enteren, fui castigado una semana pero valió la pena.

—Les sorprenderá verme hoy en el juego alentando a mi novio.

—Estarán felices, te adoran. —sonó el timbre para ir a clases —Aunque eres mala influencia para mí.

—Tu padre te lo dijo. —reí.

—Sí y como lo pusiste en su lugar. Pero seamos sinceros, sí eres la mala influencia de la relación. —bajamos del auto.

—Casi faltamos a clases por ti.

—Por culpa de tus tentadores labios. —ella caminaba para ir adentro de la escuela, la abracé desde atrás —Siguen siendo mala influencia. —besé su mejilla —Pensaré en ellos hasta el almuerzo. —me besó en los labios y corrimos ya que llegábamos tarde a nuestra clase.

Entramos últimos al salón, el profesor ya estaba al igual que todos. Hicimos como si nada pasara entre ambos pero Brandon me miró y se notaba en su mirada que sabía la verdad. Preguntó entre labios si estábamos juntos y asentí sutilmente y soltó un festejo espontáneo que hizo que todos lo miren.