Capítulo I

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En una ventosa mañana de lunes en las vacaciones de verano, Adora es abandonada a su suerte. Sus amigos de la escuela han dejado el condado de Brightmoon para ir al campamento, sus padres han vuelto al trabajo y su hermano es demasiado viejo para jugar con Adora en estos días, o eso dice. Él es solo un año mayor que ella, pero tiene mejores cosas que hacer que cuidarla. Así que se dirige sola al arroyo.

Toda arreglada con su sombrero pirata y su espada de madera abrochada en el cinturón de sus pantalones cortos, trota por la calle hacia el arroyo.

El columpio de neumáticos y la casa del árbol que su padre construyó para Adora, su hermano y sus amigos son difíciles de encontrar si no sabes de su existencia, por lo que Adora se sorprende al encontrar a otra chica sentada en la orilla del arroyo en su camino hacia allí. La niña está sentada de espaldas a Adora, abrazando sus rodillas mientras mira hacia el agua suavemente empedrada. Parece tan perdida en sus pensamientos que ni siquiera oyó venir a Adora. Adora se queda quieta, temerosa de sacudir a la niña, y solo la mira. Su largo cabello castaño está retorcido en hermosas trenzas, y lleva un bonito vestido de verano. Adora tiene vestidos así, enterrados en el fondo de su armario para evitar que su madre sugiera que debería usarlos. Ella los odia, pero en esta chica se ve muy bien.

Adora no sabe cuánto tiempo permanece allí, mirando a la niña viendo pasar las nubes sobre el reflejo del agua. Se pregunta si va a la escuela con ella, si se conocen, pero no quiere molestarla.

Ella se agacha con un chillido cuando un mirlo se cae de su rama y grazna cuando pasa justo por su cabeza. Su espada cae de la trabilla de su cinturón, y mientras se apresura a recogerla, encuentra a la chica que ya la está mirando.

"Hola", tartamudea Adora, recuperando rápidamente su ingenio y de pie con la barbilla hacia arriba.

La niña se ríe suavemente y se da la vuelta.

Es Catra de la escuela. Ella también está en segundo grado, yendo a tercero después del verano, al igual que Adora. Ahora está sonriendo, pero Adora puede ver que ha estado llorando. Las lágrimas todavía están en sus mejillas.

"Hola", dice ella.

"¿Estás bien?"

"Sí", dice Catra. "¿Lo estás tú"

A Adora se le ocurre una idea en ese momento. Nunca antes había llevado a nadie al claro junto a la casa del árbol, excepto a su hermano, pero Catra parece que puede usar un columpio en el columpio del neumático hoy. No ha habido un día en que balancearse sobre el arroyo no haya quitado toda la tristeza de Adora. "¿Quieres venir al columpio?"

"¿Qué Columpio?"Preguntó mientras se limpiaba el resto de lagrimas.

Adora le hace señas para que la siga. Ella la lleva al claro, donde la hierba es extra verde, y el sol empuja sus cálidos rayos a través de las hojas de arriba. El aire huele a madreselva en el paseo marítimo, y los pájaros cantan las canciones del verano desde la mañana hasta la noche. Y allí, en el borde, Adora señala a Catra hacia el columpio del neumático.

Catra se sube vacilante. Ella necesita que Adora la empuje las primeras veces, pero una vez que está lista, se balancea durante lo que parecen horas. Sus gritos de alegría resuenan sobre el arroyo mientras se acerca a las hojas de arriba. Y cuando finalmente baja, se estrella junto a Adora en la hierba alta, todavía riendo. Adora la mira y sonríe.

"¿Qué pasa con tu sombrero?" Catra pregunta después de un momento, entrecerrando los ojos hacia ella.

"Soy un pirata", dijo Adora, señalando el cráneo en la parte delantera. ¿No era obvio?

"¿Dónde está tu barco?"pregunta la castaña.

"Allá arriba". Adora asiente con la cabeza a la casa del árbol, escondida detrás de las hojas.

I Know you come back to meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora