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Pasaron dos semanas más. Hawkins estaba alegre debido a las celebraciones de Navidad y Año Nuevo. Cada Año Nuevo se celebraba con un recital abierto en el parque, y Corroded Coffin iba a presentarse.

Cuando al fin llegó el 31 de Diciembre, los chicos que formaban la banda eran puros nervios y ansiedad. Cuando Eddie hablaba del público que solían tener en el bar todos sus amigos y su novia pensaban que bromeaba, pero era verdad. Su público no solía pasar de unos 5 borrachos, y ahora estaban por actuar frente a casi todo el pueblo, sin mencionar que no sabían qué tan bien recibida sería su música.

Eddie era el más nervioso, pues una de las dos canciones que cada participante podía tocar iba dedicada a Chrissy.

—La primera canción es para ti. —le había dicho en un susurro abrazándola por detrás. Se había sentido como todo un galán, muy confiado entonces, pero luego, pensar en que todos lo escucharían y que ella estaría en primera fila le puso los pelos de punta.

—...Y con ustedes, Corroded Coffin. —se anunció por los altavoces.

Ya había llegado el momento. Los reflectores iluminaban el escenario de lleno. Antes de ver al público los miembros de la banda se miraron entre si en un vago intento por darse confianza, cosa que no funcionó para nada.

—Mierda... —susurró Eddie cuando se giró al ver al público. Era mucho más de lo que pensaba.

Su mirada se encontró con la de Chrissy y ella le sonrió. Eddie trató de corresponder, pero su sonrisa pareció más una mueca. Sólo pudo suspirar con pesadez y procedió a prepararse para tocar.

Volvió a observar a la chica y esta vez si, una pequeña sonrisa se formó en su rostro. Sus nervios seguían ahí, pero como la primera canción era para ella, para tratar de calmarse decidió imaginar que solamente ella lo observaba, que él sólo cantaba para ella.

Así, empezó a sonar Sabbra Cadabra una de sus canciones favoritas de una banda que amaba y admiraba: Black Sabbath.

Feel so good, I feel so fine
Love that little lady, always on my mind
She gives me lovin' every night and day
Never gonna leave her, never going away

Someone to love me
You know she makes me feel alright

Someone to need me
Love me every single night

Eddie se sintió cada vez más confiado al ver qué la sonrisa de Chrissy se agrandaba. Su tío y sus amigos del Hellfire también estaban ahí apoyándolo, cantando y bailando. Y así los nervios fueron reemplazados por alegría.

El estilo de Corroded Coffin fue más aceptado de lo que ellos esperaban. Una vez finalizaron todos aplaudieron y cuando bajaron del escenario los chicos fueron recibidos con abrazos y felicitaciones de parte de sus amigos y familiares.

Eddie había tenido el presentimiento de que el 86 sería su año, pero no imaginaba que le ocurrirían tantas cosas buenas. Había logrado graduarse, se había alejado de las drogas, tenía en ese preciso instante a la chica que tanto quería recostada a su lado, y ahora sabía que su banda tendría un buen futuro si él y sus amigos se encargaban de buscarlo.

Luces de colores empezaron a hacer presencia en el cielo, colándose por la ventana del cuarto de Eddie, y el estruendo de la pirotecnia invadió sus oídos.

—Feliz año nuevo. —susurró Chrissy y besó la mejilla de Eddie. Él no dijo nada y sólo se abalanzó sobre ella, quien se echó a reír por las cosquillas que le causaban los besos que el chico dejaba en su cuello. A Eddie le encantaba hacer eso. Decía que no había nada como oír la risa de Chrissy. Y es que eso era todo lo que él quería causar en ella. No deseaba volver a ver esos ojos llenos de lágrimas, a menos que fuesen de alegría.

—Espera, espera... —pidió ella recobrando el aliento—. Sabes que me quedaría así toda la noche, pero creo que debemos volver con los demás. Escapé del baile de graduación porque mis padres creyeron que estaba en la fiesta que hicieron las porristas y el equipo de básquet, pero ahora no tengo excusa.

—Lamento decir que tienes razón... Creo que mí tío me mataría si no lo saludo por Año Nuevo y además de eso lo dejo durmiendo afuera una vez más.

Chrissy soltó una carcajada y lo abrazó. Dejó un último beso en sus labios y empezó a vestirse rápidamente. Eddie hizo lo mismo y luego ambos salieron corriendo del tráiler tomados de la mano, al encuentro de los demás.

Cuando llegaron, el primero en acercarse a Eddie fue su tío. —Por lo que veo, otra vez no tuviste la gentileza de avisarme que te ibas, maldito niño. ¡Feliz Año Nuevo!

𝟖𝟔 𝐛𝐚𝐛𝐲 ; EddissyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora