- Desconozco

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— ¡Souya! ¿Souya estas aquí?— La Cabellera anaranjada esponjosa se asomó entre los árboles buscando a su hermano.

Llevaba más de media hora buscando a su hermano menor.

Desde el momento que entraron al castillo Sano, el mayor se tuvo que separarse para revisar cada ingredientes junto con el mayordomo, mientras Souya se quedaría revisando los uniformes de los meseros.

Más no lo encontró una vez terminarán, busco incluso en algunas habitaciones preguntándose si estaba con Chifuyu o Hakkai pero solo encontró a ambos siendo arreglados.

— ¡ah, Souya! — Suspiro su hermano estirando su cuerpo.

Llevaba mucho caminado y corriendo, llegando al patio trasero, busco al rededor hasta que cierto aroma llamó su atención.

Ladeo la vista hacia su lateral buscando el peculiar aroma de Canela y Kiwi.

Un Alfa.

Tapo su nariz mientras cubría la parte tracera de su cuello sobando sobre el parche, repentinamente sintió una fuerte punzada en el lugar donde se procrea el lazo, mejor conocido como la mordida del alfa.

Alzó la vista buscando el peculiar aroma, más no encontró nada.

— ¡Naho! — Ladeo la cabeza al esuchar la voz de su hermano menor.

Al verlo sonrio de vuelta olvidando la incomodidad.

— ¡Hasta que apareces! — Le grito Nahoya inconscientemente soltando un poco de sus fermonas mientras se alejaba.

[▪︎▪︎▪︎]


— Kazutora, Baji...— Llamó Seishu fijando aun su vista en lo que parecían dos gemelos betas.

— Mhn.— Respondieron ambos mientras Kazutora bebía su copa y Baji aun fijaba su vista en los gemelos.

— ¿Ellos son los que usaremos para colocar el veneno?— Susurró jugando con un pequeño frasco con líquido verdoso limón.

— Así es. Pero necesitamos una distracción.

— Seishu, tu ve mientras nosotros buscamos a Draken y Mistuya. — Dijo Baji dejando su copa alejándose de manera natural al igual que Kazutora.

Seishu quedo solo en la mesa con la copa en su mano, vio a sus alrededores viendo el ambiente en ese lugar. Vio varios grupos donde se ponían nobles hablar acerca de sus fortunas, logros y herederos.

Arrugó la cara con odio dejando la copa.

Fijo su vista por los grupos hasta llegar a cierta pareja.

Sus ojos se abrieron en par sintiendo su lobo estremecer y asustado, comenzaba a sudar sin saber el motivo.

Esa mirada azulada y su rostro... era justo como el, a diferencia solo que era una chica.

La reconoció entre sus investigaciones vagas como Akane Inui, la única hija de la familia real Inui y a su lado su prometido, Kokonoi Hanjime.

Salió de ahí tapando su boca sintiendo arcadas.

Salió del salón como logró sin llamar la atención escondiéndose en una habitación.

Se deslizó sobre la pared sintiendo el vomito llegar, su mente era un caso al igual que su lobo y no tenía razón para estar así por ver simplemente a la princesa Inui.

Respiro ondo sintiendo un revoltijo por dentro. Le tomo varios minutos tratar de calmarse hasta que finalmente lo logro.

Su cuerpo temblaba mientras lagrimeaba pero su rostro se mantenía estético.

— ¿Hola, alguien se encuentra aquí?—

Seishu al esuchar la voz por los pasillos se puso en alerta subiendo su vestido donde se encontraba su arma.

No lograba distinguir bien aromos ni era del todo consciente, sabía que estaba en un estado de ansiedad.

La puerta fue abierta lentamente asomándose una Cabellera rubia clara trenzada.

— ¿Alguien aquí? — Volvió a preguntar Mikey abriendo más la puerta.

A su lateral vio finalmente a Seishu jadeando y temblando.

— ¡¿Eh?! — Se sorprendió al ver a un omega jadeando en la habitación.

Desde que paso por los pasillos en busca de Izana y contarle que logro su cometido con la copa de la prometida de su hermano.

Pero en su trayecto logró captar un montón de fermonas a Laurel y Miel.

No lograba distinguir del todo si eran de un Omega, Ganma o Thetas.

Camino siguiendo sus instintos de saber donde se encontraba aquella persona, tales fermonas era deprimentes, de terror y angustia.

Llego hasta una de las habitación de invitados. Tomó la perita y abrió la puerta asomando la cabeza y encontrando a un Omega tal cual parecía dominante jadeando y temblando mientras lágrimas caían sin tener expresión.

Por impulso Manjiro envolvió en sus brazos al mayor mientras este se encontraba ido.

— Tranquilo, respira y- y te ayudaré. No tengo idea de como, pero.. ah- ¡Chifuyu si!— Comentaba Manjiro tratando de calamar al Omega.

A los oídos de Seishu, Mikey no hablaba más que incoherencias, pero se sentía cálido estar con el. Se dejó llevar soltando su arma y en esa fricción se dio cuenta de un pequeño detalle.

"Perdí el veneno de los Shiba."

Con ese molesto pensamiento termino rendido en brazos de Mikey quien se altero al verlo desfallecer.

Como sea que lo haya logrado, lo recostó en la cama limpiando el sudor de su frente.

— Tu espérame aquí, iré por toallas y Chifuyu y después regresaré. — Le hablo Manjiro como si Seishu lo escuchara.— ¡Solo esperame aquí! — Griti saliendo de ka habitación y cerrandola asegurandola.

Corrió por los pasillos siendo regañado más de tres veces por las mucamas.

Corrió entre pasillos que usaban los de servicio hasta llegar al patio delantero donde había nobles y duques compartiendo palabras.

Chifuyu, Chifuyu...

Pensaba Manjiro paseando su mirada alrededor buscando al chico pero parecía algo en contra al no verlo.

Suspiro con frustración.

— ¿Mikey? ¿Que haces acá? 

El omega volteo encontrándose con Yuzuha.

Suspiro aliviado, y cuando apenas iba a pedir su ayuda esta lo tomo por los hombros y empujó directo al salón donde todos se aproximaban.

— Tu padre me mando a buscarte, te están esperando y para tu mala suerte te toco junto a Makoto. — Le explicó mientras lo adentraba.

Mikey quería refutar pero su boca se cerró al ver a su padre frente a él. Bajo la cabeza siendo obediente y se sentó al lado de la prometida de su hermano mayor.

— ¡Uh! Hola, Manjiro. Un gusto al fin conocerte. He oído que te llamas Mikey ¿cierto? — Sonrió Makoto tratando de establecer conversacion con el hermano menor de su prometido.

Mikey con mirada filosa y oscura la observo. — Tu dime Manjiro y punto. Y es mejor que no me dirigas la palabra. —

La alfa frunció el ceño soltando un poco de femronas para doblegar al Omega.

Una mano sobre su hombro la detuvo y volteo con mirada inocente.

Detrás de ella estaba Shinichiro quien tenía rostro oscurecido.— Ni se te ocurra usar estos juegos de alfas con mi hermano, Zorra. — Le susurro con una sonrisa amable.

La alfa pareció más que enojada sintiendo la frustración recorrer su cuerpo.

Enojada tomo su copa y la bebido, mientras Mikey sonreía a sus adentros.

Olvidando que tenia que pedir y ayudar al extraño omega en la habitación.

They are different [Draken Y Mikey] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora