Careful! My heart!
---Quackity...
---¿Mn?
---Él está mirándote de nuevo.
El pelinegro cogió aire profundamente, antes de mirar sobre su hombro y desviar la mirada con rapidez. Ese idiota seguía allí. ¡No podía dejarlo tranquilo ni siquiera en sus horas libres!
Rubén sonrió divertido, apoyando su cabeza en la palma de su mano, observando con satisfacción como la punta de las orejas del menor se coloreaban de un bonito rojo.
»Bien hecho, Doblas« se halagó él mismo.
Dejó escapar un pequeño suspiro de idiota enamorado mientras observaba como el menor seguía trabajando en lo que fuera que estuviese haciendo. No se acercaba solamente porque disfrutaba molestarlo de lejos.
---Pareces un completo lunático.
Sonrió ---No lo entenderías.
---¿La situación o a ti?
Rubén rodó los ojos, dejando de ver a Quackity por un momento para centrarse en su amigo ---¿No tienes otra cosa que hacer?
Con una risa cansada, el chico negó ---Tú me trajiste hasta aquí. Yo no pensaba venir a verte acosar a tu crush.
---A veces eres molesto, Mitch.
Él pelirrojo se limitó a reír.
Mitchell Jones, había sido su amigo desde la infancia, desde que ingresó al instituto junto con Mike y ahora estaban juntos otra vez en la Universidad. Más bajo que él por tres centímetros, de cabello rojizo casi siempre agarrado en una coleta mal hecha y de ojos azules. Mitch era un imán para los pretendientes.
Pero el chico ni siquiera se mostraba interesado en nadie, había sufrido la emoción del castaño después de conocer a Quackity. De largas charlas y de preguntas sobre qué hacer cuando lo encontrara.
El oji-azul había arqueado una de sus cejas perfectamente delineadas antes de soltar uno que otro consejo a medias.
Mitch conocía a Quackity. Ambos se llevaban bien.
Y a diferencia de Rubén con Alexby, él fue amable al conocer al menor.
---¡Quackity!
El pelinegro se giró, observando al mayor tomar asiento a su lado ---¿Sí?
---¿Tienes libre el fin de semana? Quiero presentare a alguien.
Quackity le miró inquisitivo ---¿Tu pareja?
---¿Qué? ¡No! Es un amigo, te caerá bien.
Fue divertido. Rubén recuerda ese encuentro con cariño.
Había arrastrado a Quackity a un parque cercano, diciéndole que creía prudente presentarle a su amigo de la infancia también, ya que el menor le había presentado a Alexby. No hubo una respuesta negativa, así que Rubén lo tomó bien.
Fue al llegar, que Quackity miró como Rubén corría hasta un chico. Le observó de pies a cabeza. Era alto, casi igual que Rubén, tenía el cabello suelto y este caía por sus hombros hasta su cintura.
Vestido completamente de blanco a excepción por unos guantes negros que cubrían sus manos menos sus dedos.
Sonrió ligeramente la ver al castaño tomar la mano del desconocido y jalar de él hasta llegar a su encuentro.
ESTÁS LEYENDO
𝐋𝐄𝐘 𝐃𝐄 𝐀𝐓𝐑𝐀𝐂𝐂𝐈𝐎́𝐍 × ʳᵘᵇᶜᵏⁱᵗʸ
Short Story𝗦𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗲𝗻 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗺𝗮𝗻𝗲𝗿𝗮 𝗽𝗼𝗰𝗼 𝗰𝗼𝗻𝘃𝗲𝗻𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹. 𝗗𝗲𝘀𝗽𝘂𝗲́𝘀, 𝗥𝘂𝗯𝗶𝘂𝘀 𝘀𝗲 𝗱𝗮 𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗲 𝗴𝘂𝘀𝘁𝗮 𝗤𝘂𝗮𝗰𝗸𝗶𝘁𝘆. 𝗬 𝗻𝗼 𝘁𝗲𝗺𝗲 𝗱𝗲𝗺𝗼𝘀𝘁𝗿𝗮́𝗿𝘀𝗲𝗹𝗼.