Tomar la pequeña mano de su sobrino nunca había sido tan difícil. No sabía si la habitación estaba helada o solo era su corazón bombeando el terror que sentía.
Cuando se enteró del asesinato de hermana y cuñado, el mundo simplemente se había caído en pedazos frente a sus ojos. Un oficial llamó esa noche, la noche del siete de agosto, la peor noche de su vida; con voz ronca y desinteresada, le informó que su única hermana había sido brutalmente asesinada junto a su marido, y que no sabían dónde estaba su pequeño sobrino.
El sentimiento de vacío y dolor no se comparaba en lo absoluto a nada. Lo más cercano que podía pensar fue aquel día que se enteró que su hijo menor tenía cáncer, pero su pequeño seguía de pie a su lado, su hermana ya no más.
Esa noche la padeció en sollozos y dolores que esperaba en Dios nunca volver a experimentar.
Decir a su madre fue duro, bastante pesado.
Fue a su hogar, y la mujer de tercera edad la había recibido con una sonrisa enorme como siempre, pero al ver la expresión tortuosa de su hija sabía que algo malo estaba pasando. Sus palabras salieron ahogadas aquella vez, ahogadas en lamentos y miles de perdones sin sentido. Su madre había caído en duelo, encerrándose dos días completos.
Se odio a sí misma por odiar a su madre, pero su enfurecimiento era por querer marcharse. Soyeon quería correr a la capital y poder decirle adiós a su hermana, pero no partiría sin su madre. Entre arreglos y dolor, pagaron un funeral pequeño que lamentablemente tenían previsto ambas hermanas para su madre, pero ahora estaría siendo para una de las mismas.
Lee Soyeon era fuerte, pero no tanto.
Enterrar a su hermana sería algo que llenaba de desconsuelo su corazón.
Entre lidiar con su madre, los arreglos para poder sepultar a la pareja junta en Seúl, y encontrar a alguien que fuese cien por ciento capaz de cuidar a sus dos pequeños hijos, pospuso su viaje casi una semana.
Pero ahora le tocaba una parte aún más difícil. Decirle a Hoseok que sus padres no regresarían.
El denso aire de repente se convirtió en neblina, neblina pesada que golpeaba su espalda y corazón con fuerza, una fuerza inimaginable que a la par, pesaba en su corazón. Jimin, buen amigo de su fallecida hermana y su cuñado hasta donde sabia, se había encargado de sacar a su madre de la habitación una vez la mujer comenzó su llanto, y le agradecía, aunque esto no estaba resultando sencillo.
—Cariño... —llamó apenas en su susurro, apretando con fuerza las pequeñas manos entre las suyas.
—¿Qué sucede tía? ¿Pareces triste? —el menor alejó una de su manitas para acariciar con suavidad la mejilla de la mujer, y sentía que no podía más con ello.
Durante la última semana se había dedicado a llorarle a Chaeyeon, llorarle y desahogarse en su dolor, ya no había más lagrimas por derramar; por ello, solo tomó una gran bocanada de aire—. Hobi, hay algo muy importante que tienes que saber mi amor, pero necesito que me prometas algo primero —tomó la mano del niño y la regresó a las propias volviendo a apretar el tacto, intentando ser fuerte.
—Sipi, lo que quieras —la resplandeciente sonrisa del castaño la hizo, sin poder evitar, sonreír pequeño, contagiada.
—Necesito que me prometas que serás un niño muy valiente, que no dejaras que esto te apachurre demasiado y que me ayudaras a seguir de frente, ¿puedes prometerlo? —se sentía una hipócrita, ella misma no podía ser valiente, ella misma sentía el dolor y la apatía como pupa quemando en su corazón.
—Lo prometo nonna, Hobi es un niño muy valiente —sonrió aún más enorme, y ella ya no se sentía capaz. Con el coraje que pudo, prosiguió.
—Tus padres, tu mami y tu papi, tuvieron que extender su viaje —la sonrisa del pequeño cayó mostrando en su lugar una mueca confundida, pero ella no le dejó decir nada antes de continuar—. Extendieron su viaje porque tuvieron que irse a otro lado, lejos, pero muy cerca de ti —la confusión del menor comenzó a transformarse en otra cosa. Sentía que su voz temblaba al tiempo que las manos del niño perdían fuerza en su agarre.
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La Caída De Una Noche Eterna [Yoonmin]
Fanfiction湖泊 ;; En las penumbras de la oscuridad las mentiras y los secretos yacen escondidos. La muerte de una pareja y la desaparición de su pequeño hijo coloca en alerta a las autoridades de Seúl. ¡Nadie tiene que temer! Un ex agente y uno de los mejores...