CAPÍTULO TREINTA

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Le explico a mi padre todo lo sucedido y la nota que Richard ha dejado, donde pide que nos reunamos con él

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Le explico a mi padre todo lo sucedido y la nota que Richard ha dejado, donde pide que nos reunamos con él.

Masajeo el puente de mi nariz, frustrado.

—Las cosas están realmente mal —digo en un suspiro—. Ahora ustedes están también en peligro y yo...

—No te preocupes por nosotros, hijo —me corta—. Hemos tomado nuestra decisión y apoyaremos la causa cuanto podamos —Me sonríe y hago lo posible por devolverle el gesto.

—¡La comida está lista! —grita mi madre desde la cocina.

Entramos de nuevo en la casa y veo que Sarah y Emmanuel ayudan a mi madre con la mesa, Jacobo está bajando las escaleras, más no veo a Lexa.

Subo a la habitación de invitados y estoy a punto de llamarla cuando veo que se ha quedado dormida en la cama. Se encuentra acostada sobre su costado izquierdo: tiene las facciones relajadas y eso la hace ver inocente, tranquila, en calma.

Me gusta verla dormir porque sé que por un momento no tiene miedo, ni está enojada, ni es letal; es aquella Lexa que alguna vez existió, cuando su corazón era inocente y lleno de la felicidad más pura que hay en este mundo de mierda. Antes de que la dañaran, de que se diera cuenta de que es mejor matar a que te maten. Antes de que levantara cada barda hasta estar segura de que jamás volverían a lastimar ese pequeño fragmento que alguna vez destrozaron.

Saco del closet una manta para cubrirla, beso su mejilla y salgo lo más silencioso que soy capaz.

En el comedor todos se ven interrogados por mi madre, así que la plática es animada. Después de explicar por qué Lexa no bajó, les digo que todos deberíamos descansar, puesto que no hemos dormido bien, además tenemos una cita dentro de algunas horas.

 Después de explicar por qué Lexa no bajó, les digo que todos deberíamos descansar, puesto que no hemos dormido bien, además tenemos una cita dentro de algunas horas

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Jacobo me despierta a las 22:00 horas. Me levanto y voy por Emmanuel para que venga a nuestra habitación, después toco en la puerta de las chicas y Sarah me abre.

Sacudo suavemente a Lexa.

—Princesa, lamento despertarte, pero necesitamos hablar —Asiente y se incorpora.

PROTOTIPO CR-6: CONTROLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora