[ Capítulo Ochenta y seis ]

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—Tratemos de pensarlo como si fuera normal. —Takebayashi señaló la pizarra. En ella, se encontraba escrito "Plan para salvar a Koro-sensei". —Los líderes del mundo, ¿en verdad consideran matar exclusivamente a Koro-sensei? No lo creo. —se respondió a sí mismo. —Lo digo porque el objetivo fundamental de todo es salvar la tierra. Si hay una forma de prevenir la explosión sin matar a Koro-sensei, también debe ser considerada una opción válida.

Gakushuu lo pensó, llevándose una mano a la barbilla. Por supuesto. Si él formara parte de los altos mandos, considerar todas las opciones sería lo primero que hubiera hecho.

»—Suena lógico que, en paralelo con la investigación que hacen para matarlo, busquen opciones para salvarlo. Y lo más probable es que, esa investigación, haya llegado a niveles más avanzados que cuando Koro-sensei aún era el "Dios de la Muerte".

— ¿Por qué no le pedimos al gobierno que nos de la información? —preguntó Kataoka, alzando el brazo izquierdo.

—Me temo que eso es muy poco probable. —Cruzado de brazos y recargándose en la pared, Karasuma se inmiscuyó en la conversación. —La organización de investigación que hizo al pulpo, fue forzada a responsabilizarse por la explosión de la luna. Tanto los datos como el control de la investigación fueron entregados a otros países avanzados. A estas alturas, las mejores fundaciones científicas en el mundo compartieron la información y formaron un equipo internacional para salvar al planeta.

— ¿Países avanzados? —Kurahashi, se inclinó a un lado suyo y preguntó en voz baja, asegurándose de que sólo Gakushuu pudiera escucharla.

—Sí, ya sabes. —le respondió en un susurro. —Estados Unidos, Canadá, Australia... La mayoría de países en Europa también.

—Por supuesto, todos los datos del proyecto son ultra-secretos. Es prácticamente imposible para ustedes averiguar su contenido.

En ese momento, la pantalla al fondo, donde se proyectaba la imagen de Ritsu, se ilumino, con una brillante luz blanca.

—Ingresé a la base de datos del proyecto.

— ¡¿Qué?!

Asano ahogó una pequeña carcajada, viendo la manera en la que las cejas de su profesor de educación física surcaban, claramente exaltado.

—Puedo entrar en cualquier computadora siempre y cuando esté en línea. —procedió a explicar Ritsu, miles de datos proyectándose en su asiento. —Durante este año, yo también he estado estudiando~.

— ¡Ritsu! —Nagisa exclamó. Gracias a la pelea del día anterior, un par de curitas se aferraban en su piel nívea.

— ¡Increíble! —Isogai continuó la alabanza. — ¡Con esto podemos ver todos los artículos de investigación en el mundo y sus itinerarios!

—Sin embargo, debido al sistema de seguridad, no sé los detalles específicos. —La estudiante virtual plantó los pies en la tierra. —La información relacionada con el núcleo de la investigación no está en línea. Incluso en su red interna, no hay un sólo rastro de información que se intercambie.

— ¿Entonces como se hacen llegar la información? —Nakamura abrió sus ojos rasgados, escuchando atentamente.

—En este tipo de situaciones, la información se transmite manualmente. —El ex presidente estudiantil habló en voz alta. Recordó leer vagamente sobre eso en algunos libros que escondía su padre en su estudio. —Se guarda la información en medios físicos como memorias y discos, que son transportados de manera personal por agentes entrenados. De esta manera, aunque es primitivo, existe una probabilidad de filtración muy baja.

¡¿Asano en la clase E?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora