¡¿Asano en la clase E?!

Xx Capítulo Nueve xX

Al final, Maehara no lo logró.

—Sexto bateador, el central, Okajima.

Desde ese momento, toda la esperanza de la clase E se fue como si nada.

-¡Strike 3 bateador eliminado!

El proceso se repitió con Takebayashi y Chiba. Ninguno tuvo suerte.

En cuanto el turno del equipo contrario; se las arreglaron para empatar a sus contrincantes. Gakushuu no podía hacer nada más que perseguir la pelota.

—Tomaremos un breve descanso de diez minutos.

Con el ánimo por los suelos la clase E se reunió en su caseta. Todos, a excepción de Akabane y Asano, quienes se quedaron un poco alejados; el último mirando a su padre.

— ¿Que pasa, presidente? —preguntó, con su sonrisa burlona. — ¿Enojado con papi?

—Metete en tus propios asuntos, Akabane. —respondió, fulminándolo con la mirada.

—Noup~

Iba a volver a contestar, pero sintió algo moverse bajo suyo. Cuando agachó la vista, pudo ver a su profesor-pelota. Se esforzó por no gritar del susto.

— ¡Que bueno encontrarlos juntos! Nurujujujuju~ Necesito que me hagan un favor. —susurró para no llamar la atención.

Ambos jóvenes escucharon atentamente el plan. Asano estaba a punto de negarse, pero, ¿le serviría de algo?

— ¡Se abre la segunda entrada!

— Octavo bateador, el receptor izquierdo, Akabane

Asano frotó sus manos y se preparó, pues después del pelirrojo sería su turno. En cuanto al mismo, recargó el bate sobre su hombro izquierdo y guardó en su bolsillo la mano restante.

— ¡Oye! ¿No estás jugando sucio, director? —gritó, sonriendo de lado y con su tono burlón. — Están defendiendo muy cerca y el árbitro no hace nada. ¿No les parece raro? —Seguido, bajó el bate al suelo y se recargó sobre él. — ¡Ah, claro! Es que son tan idiotas que no conocen las reglas, ¿verdad?

Gritos y reclamos. Tal y como Koro-sensei había dicho.

Los contrincantes lanzaron la pelota, y aunque Akabane no logró darle, sacó la lengua satisfecho. Su profesor sólo formó un circulo rojo en su cara.

—Noveno bateador, el receptor derecho, Asano.

En cuanto pasó al frente con la cabeza en alto, algunos gritos se callaron. Por supuesto, seguían temiéndole a esa aura negra que envolvía al ex-presidente. Casi tanto como cuando Karma se ponía serio.

Se preparó y visualizó el campo; si es que lograba darle a la pelota tendría que recorrer todo el campo sólo, pues no tenían carreras ganadas.

Podría lograrlo en aproximadamente treinta segundos. Sólo debía evitar la pelota treinta segundos.

Lanzaron la pelota y golpeó con toda la fuerza que tuvo. Se deshizo rápidamente del bate y comenzó a correr, tratando de emanar esa aura suya. Esa era su parte del plan; causar miedo al equipo contrario.

Lo estaba logrando y lo supo de inmediato, veía a los chicos temblar en cuanto pasaba a su lado, con los ojos ligeramente cerrados y esa mirada tétrica.

Todo fue más fácil cuando llegó a la cuarta base. Su nuevo grupo se apresuró a felicitarlo, y Koro-sensei hizo lo mismo que antes con Karma.

— ¡Eso fue genial, Asano-kun!