Buenas, ejem, mi cuenta es súper aestetas, pero me dieron ganas de hacer una historia tercermundista, así que aquí vamos.
Advertencias:
•Emo duo brothers (Missa y Quacks son hermanos)
•Luckity
•Mr.Phissa
•Carre y spreen
•Ari y Juan
etc.
Dos chicos de cabello largo se encontraban recargados contra una banqueta, mientras se fumaban un cigarrillo.
— Oye, Quacks, hablale a la banda para que le caigan — Dijo el chico de cabello más largo, mientras bajaba su cigarro de su boca y dejaba caer su brazo.
— Simon — Respondió el de gorro.
Quackity llamo a los demás, para que fueran a su punto de reunión, pues tenían algo que contarles.
— A ver, pendejos. Ahorita mismo los quiero aquí, nada de tardarse o hacerse wey en el camino. Es urgente — Dijo Quackity a través del celular que sostenía, mientras que con su otra mano sostenía su cigarro.
— Ya vamos, wey. Es más, ya venimos por la esquina — Le respondió Komanche.
— Eso espero — Dijo Missa, acercándose a Quackity.
— Che, ya estamos aquí — Dijo Spreen, acercándose a los dos hermanos.
— Ayy, nuestros emos favoritos. ¿Cómo anda el dúo emo? — Preguntó Carre con cierto sarcasmo.
— Déjense de mamadas y mejor escuchen lo que vamos a decirles — Dijo Missa.
— Ya, ya. Dale, pues — Dijo Spreen.
— A ver, mañana van a ir los del Tec al Conalep porque se les dio por sus huevos hacer que nos juntaramos en una misma escuela, para según "Mejor convivencia entre tipos de clases" Pinches fresas, nos dijeron pobres, pero ese no es el punto. El punto es que, vamos a asaltarlos, como probablemente esperaban — Explico Quackity con cierto enojo.
— Ok — Dijeron los demás.
— No chinguen, ¿Nomás van a aportar eso? —Preguntó Missa.
— Puees, ¿Si? — Dijo Komanche dudoso.
— Wacho, yo lo único que espero es que no termine como la última vez que nos juntaron — Dijo Spreen con sinceridad.
— Cállate, wey. Ni me lo recuerdes. No sé cómo se me pasó por la cabeza estar con el Jschlatt — Dijo Quackity con veneno en sus palabras.
— Como sea. Cállense y recuerden mañana llevarse una bolsa negra de las de basura — Interrumpió Missa.
— Sí, sí — Dijeron todos.
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Era de mañana, todos los adolescentes entraban al escuela con todo el entusiasmo del mundo, claro, hablando de los del Tec, porque los del Conalep parecían zombies.
— ¡Muy bien, clase!, Todos agarren sus cositas y bajen al último piso, porque iremos al conalep — Dijo Ari.
— Sí, maestra — Dijeron todos, mientras agarraban sus mochilas y salían del salón.
