Por favor que solo sea un mal sueño. Pero no lo es, me he pellizcado durante todo el viaje a Morioh-cho esperando despertar en Italia, lo único que obtuve fue una marca roja en mi antebrazo izquierdo. Suspiré mientras pasaba mi mano derecha por mi cabello y veía a través de la ventana del taxi el atardecer de Morioh-cho.
Le pagué al chofer y bajé sin despedirme, arrastré mi maleta por el suelo mientras pienso en la situación. ¿Cómo lo haré? no puedo ir a su casa y tocar su puerta y simplemente atacar, ese es un tema aparte ¿cómo lo ataco si apenas sé utilizar este extraño poder? aunque deseo tanto poder golpear esa sonrisa tan cínica que tiene en su cara.
Pero no quiero hacerle daño a nadie, tendré problemas graves con la justicia si es que logro mi cometido, más bien el que me impusieron. Si no lo hago mi familia corre peligro pero ¿qué será de mí después de aquello?¿cómo me mirará mi hermano a la cara?¿Mi querido sobrino aún tendrá en su corazón a su tía?
Me senté en una banca y acuné mi cabeza con ambas manos de esta forma ocultando mi rostro. Está oscuro, ya es de noche ¿cuánto tiempo estuve divagando? eso no importa, una extraña sensación en mi pecho hace que me levante de inmediato y camine hacia mi izquierda, mi maleta chocaba constantemente con el piso por mis apresurados pasos.
Está cerca, lo sé. El lugar casi no se veía por los pocos faroles que había. Frené en seco cuando apareció en mi campo visual la persona que menos quería ver pero que necesitaba encontrar. Al parecer no se había percatado de mi presencia.
-Kishibe Rohan- Pronuncié su nombre en voz baja.
Fue lo suficientemente fuerte para que su rostro se encontrara con el mío.
-¿Tú?- Preguntó incrédulo mientras se acercaba.
Justo sobre de nosotros una farola que parpadea por su mal estado nos alumbraba que daba una pésima aura que me hacía sentir cada vez peor.
-Lo siento- Dije mientras sentía algo caliente en mi mejilla. Una lagrima.
-¿Eh?-
Su rostro pasó de la confusión al terror cuando estiré mi brazo hacía su dirección y una cuerda dorada que brillaba se enrollaba en su cuerpo.
-¿En serio? ¡Primero ese niño con el jueguito de piedra papel y tijera y ahora tú ¿Cómo es posible que tengas un stand?-
Por una parte me hacía sentir bien haberle quitado esa sonrisa de su cara, pero no me gustaba para nada lo que justo tenía que hacer a continuación.
Me acerqué lento mientras sonaban mis pasos, incomodando el ambiente.
-¿Qué es un stand?-
-¡Yo pregun... ¡Ah!- Se quejó porque la cuerda lo apretaba -Una manifestación del alma-
Se sorprendió por sus palabras, él no quería responderme, pero mi "stand" lo obligó, al igual como ocurrió con el doctor que me quiso atacar.
-Dime todo- Contesté segura de lo que acabo de pedir.
-¿Estás loca? ¿En serio crees que te di... ¡Ah!- Frunció su ceño enojado hacía mi -Es la representación física del alma, cada stand es diferente según cómo sea su usuario...-
Se quedó callado de repente, su rostro comenzaba a ponerse rojo.
-Estás ocultando algo-
-No-
-¡Dime todo o sufrirás las consecuencias!-
-Los stands se atraen entre sí- Eso explica porque lo encontré tan rápido y esa sensación en mi pecho -Como una especie de conexión, pero creo que tu y yo la tenemos desde antes-

ESTÁS LEYENDO
Open Your Heart, Kishibe Rohan ¡PAUSADA!
FanficRosetta Ghirga es una joven periodista excentrica que va a Japón en busca del gran mangaka Kishibe Rohan para hacer la entrevista que puede salvar su fracasada carrera, lo que no espera es que aquella ciudad a la que se dirige no es tan normal como...