Betrayal of the Black

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Los siguientes días fueron una tortura para Celestia. Suponía que sería malo, pero no se lo esperaba. Con la llegada de Harry era como si ella ya no existiera para la mayoría.

Sirius pasaba la mayor parte del tiempo con Harry o en las reuniones de la Orden. Sólo durante las comidas era cuando Celestia conseguía ver a su padre. Aunque, ella tendía a evitar la mayoría de las comidas, y comía cuando no había otras personas cerca. Después de aprender esto, la señora Weasley tendía a dejar una pequeña porción de la comida en la nevera.

Además de recibir las comidas de la señora Weasley, su existencia parecía haberse desvanecido de la mente de todos los demás. Aunque, de vez en cuando, Hermione la visitaba en su habitación y leían libros en silencio juntas. También Fred Weasley se asomaba a su habitación y los dos se convirtieron en lo que Celestia consideraba conocidos.

Remus Lupins, que antes tenía pequeños gestos, se había disipado hasta convertirse en pequeñas sonrisas cuando accidentalmente hacía contacto visual con ella. Otros habían olvidado su existencia o la evitaban a propósito.

La primera noche Harry había conseguido información de Sirius con sólo una mirada suplicante. Fue entonces cuando todos se enteraron de que Voldemort supuestamente buscaba algún tipo de arma. Durante los dos días siguientes todos los niños hablaron de esto en susurros.

Pero actualmente, la residencia estaba libre de Potter, ya que estaba siendo juzgado por usar magia fuera de la escuela. Así que, actualmente, estaba disfrutando en la cocina mientras la señora Weasley preparaba la cena para la Orden.

Molly preparaba la comida mientras tarareaba una canción de ABBA que sonaba en un viejo tocadiscos. Celestia había subido los pies a la mesa mientras leía una novela romántica que había sacado de la biblioteca de Hogwarts antes de que terminaran las vacaciones.

De vez en cuando, alguno de los gemelos entraba en la habitación para molestar a su madre, o algún otro miembro de la Orden les informaba de que se unirían para comer. La mayoría no prestaba atención a la chica, sólo con una mirada ocasional.

A medida que pasaban las horas, toda la familia Weasley, menos Arthur, y Hermione estaban en la cocina esperando el regreso de Harry. Al principio, Celestia intentó marcharse pero Hermione había sacado su libro y cayeron en una conversación sobre los personajes.

"¡Está libre de todos los cargos!" gritó Arthur, entrando en la sala.

Al no esperar su llegada tan pronto, la gente dio un salto antes de que su sorpresa se convirtiera en emoción. Cuando Harry entró a trompicones en la sala, Ron se levantó inmediatamente de su asiento, sonriendo a su amigo antes de hablar.

"¡Lo sabía!" gritó Ron, dando un puñetazo al aire. "¡Siempre te sales con la tuya!"

"Estaban obligados a exculparte", dijo Hermione, que había parecido positivamente desmayada por la ansiedad cuando Harry había entrado en la cocina y ahora se llevaba una mano temblorosa a los ojos. "No había ningún caso contra ti, ninguno en absoluto. . ."

"Todos parecen bastante aliviados, sin embargo, teniendo en cuenta que todos sabían que me libraría", dijo Harry, sonriendo.

La señora Weasley se limpiaba la cara en el delantal, y Fred, George y Ginny hacían una especie de baile de guerra al ritmo de un cántico que decía: "Se ha librado, se ha librado, se ha librado..."

"¡Ya basta, cálmense!" gritó el señor Weasley, aunque él también sonreía. "Escucha, Sirius, Lucius Malfoy estuvo en el Ministerio-"

"¿Qué?" dijo Sirius bruscamente.