¡Consiguelo!

Capítulo 6: El color del engaño

"¡¿Eres humano?!"

Alex no podía creer lo que veía. Justo en frente de él, apenas visible a la luz de la linterna, se encontraba un ser humano. ¡Una NIÑA humana! Parecía tener más o menos su edad. El impacto de verla lo excitó tanto que hizo que se golpeara la cabeza contra el techo.

¡BULTO!

"¡AY!"

"¡Cuidadoso! El túnel no es tan grande. dijo ella, apoyándolo mientras se tambaleaba por el mareo.

"¡Simplemente no puedo creerlo!" Alex dijo alegremente mientras se frotaba dolorosamente la cabeza. "¡Una chica humana! ¡Como yo!" La chica arqueó una ceja confundida. "¡Me refiero a la parte humana, no a la parte de la niña!" Su rostro estaba sonrojado ferozmente por la vergüenza, lo que hizo que la chica se riera.

"Sí, soy un humano. Igual que tú." Luego miró hacia arriba y notó que la tierra se desmoronaba del techo mientras se escuchaban los cascos de los ponis arriba. "Vamos, deberíamos ponernos a salvo antes de que se den cuenta de que estamos aquí abajo". Agarró el brazo de Alex y rápidamente lo condujo al interior del túnel, usando la linterna para guiarlos.

"¡Espera un segundo! ¿Quién eres tú? ¿Cómo has llegado hasta aquí?" preguntó Alex.

"Mi nombre es Violeta, y de la misma manera que tú lo hiciste." ella respondió.

"Violeta..? Espera, ¿también te envió aquí esa luz?

"Sí." Alex sabía que la luz tenía algo que ver con eso. "Tenemos que darnos prisa. Si están buscando en el callejón, probablemente encontrarán la entrada al túnel.

Alex lo siguió mientras Violet continuaba llevándolo por el túnel. "¿A dónde vamos?"

"Algún lugar seguro, donde ningún pony nos encuentre..."

"¿Qué?"

La niña se detuvo de repente, lo que provocó que Alex chocara contra ella con la nariz. "¡Quiero decir, donde NINGÚN PONIS nos encontrará!" Ella apartó la mirada avergonzada. "Lo siento... he estado aquí tanto tiempo que se me ha contagiado..."

"Cuánto tiempo..?" preguntó Alex mientras se frotaba la nariz.

Violet dejó escapar un suspiro cansado. " ¡Suspiro! Demasiado largo..."

Su ritmo se había ralentizado ahora. Violet abrió el camino mientras Alex la seguía de cerca, con la linterna de Violet como su única fuente de luz. Mientras continuaban por el oscuro túnel, Alex vio la mirada cansada en sus ojos a la tenue luz de su linterna. Estaba claro para él que ella debe haber pasado por mucho. Él podría relacionarse. Había estado en Equestria apenas un día, y ya estaba harto de eso.

Aun así, tenía curiosidad por saber cómo había podido permanecer bajo el radar de los ponis durante tanto tiempo. Por lo que entendió hasta ahora, ningún pony había visto a un humano antes. Si lo que dijo era cierto, ¿no habrían sabido de ella también?

"¡Chico, seguro que debes haber tenido mucha suerte!" felicitó a Violet, quien lo miró con curiosidad por ese comentario. "Antes de venir aquí, ningún pony había visto a un humano como yo antes. ¿Cómo te las arreglaste para esconderte sin que te descubrieran? La chica se detuvo de nuevo, haciendo que Alex volviera a tropezar con ella. "¿Podrías advertirme antes de hacer eso?"

Violet se quedó allí en silencio por un momento como si estuviera pensando profundamente. Luego dejó escapar otro suspiro cansado.

"Yo... yo no tuve tanta suerte..." Respondió solemnemente mientras comenzaba a contar su historia. "Estaba en casa leyendo. De repente hubo esta luz y... y de alguna manera me desperté y descubrí que ya no estaba en casa. Buscando ayuda, fui descubierto por un pony. Un unicornio... Pensé que quería ayudarme. Pero... ella trató de agarrarme. Me escapé y ella me persiguió. Casi me tiene con ese cuerno suyo..." se atragantó mientras temblaba. Alex entendió cómo se sentía. Después de encontrarse con Twilight y Rarity, supo lo indefenso que estaba en su magia. Solo tuvo suerte en esos momentos.