🌩 II 🌩

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—¿Conny? — hablo suavemente Emma moviendo un telón de terciopelo rojo, al ver hacia enfrente de percató que había una mesa con botellas vino, frutas y...

La chica despertó jadeando y empapada de sudor mientras sobaba un poco su cabeza suspirando más tranquila, volteo a ver a los demás niños en sus camas y suspiro un poco, miro hacia el reloj percatándose que eran las 4:36 a.m. así que suspiro un poco cansada. —Vamos, tranquila, vuelve a dormir, solo fue una pesadilla... — murmuro la ojiverde para sí misma y se volvió a recostar tratando de conciliar el sueño.

—Emma, despierta... — Anna miro con preocupación a la pelirroja pues era raro que no haya despertado antes que los demás, así que siguió tratando de despertarla por 3 minutos hasta que vio que sus ojos comenzaron a temblar y abrirse.

La rubia sintió alivio y no pudo evitar sonreír un poco ante la pelirroja y finalmente se levantó caminando hacia el comedor, tenía aún el libro que estaba leyendo la noche anterior, pues no había podido terminarlo.
Bostezo un poco al estar bajando las escaleras y sintió el libro resbalar de su brazo, cerró los ojos cuando el libro al caer por varias escaleras hizo demasiado ruido hasta que escucho un quejido al final de las escaleras, abrió los ojos divisando al pelinegro con el libro en los pies.
—Oh por dios..., ¡Lo lamento mucho, Ray!, estaba distraída... — hablo apenada mientras se apresuraba a bajar las escaleras, al estar frente a el, hizo una pequeña reverencia en forma de disculpa tomando el libro en manos.

—Tranquila, no pasa nada. —  dijo Ray con tranquilidad mientras tomaba el libro de sus pies entregándoselo en las manos. —¿a donde ibas? — pregunto mientras comenzaba a caminar a la par de ella.

—¿uhm?, iba a la cocina, Nat me dijo que íbamos a cocinar hoy. — mencionó la rubia bajando la mirada feliz.

—¿qué?, pero si Nat me acaba de decir que hoy no quería cocinar, de hecho me pidió que lo cubriera. — hablo confundido y molesto al mismo tiempo. —Bueno..., ya no hay tiempo, tendremos que hacerlo juntos. —

—¿Qué?, Ah, sí, esta bien. — la rubia asintió sin problema y se dirigió al lavando limpiando sus manos y se acercó a Ray mirando el menú. —¿emparedados y spaghetti? — pregunto Anna sorprendida.

—Lo sé, por lo regular mamá pide cosas menos pesadas para comer pero..., supongo que es algo lógico, a algunos niños les duele la partida de Conny aún y tal vez quiera aliviar su dolor con comida que les guste, ahora que lo recuerdo, eso hace cada que alguien se va— hablo Ray mientras pensaba un poco suspiro y tomó una pasta de la alacena. —¿podrías hacer los emparedados? — pregunto Ray mientras comenzaba a poner una olla con agua y la miro asintiendo, este suspiro aliviado y comenzó a preparar las cosas necesarias para hacer el spaghetti.
Luego de un rato suspiro levemente acalorado, miro a la rubia quien ya parecía cansada, se acercó y tomó su mano. —si estas cansada puedes irte, yo me encargo—

—No, tranquilo, llevo la mitad..., si puedo— Anna le dedicó una sonrisa y suspiro apurandose a terminar, a comparación de Ray ella era un poco más lenta para cocinar, aun así ella no conocía muy bien las habilidades de cocina del pelinegro pero sabia que terminaría más rápido que ella.
Pasaron unos 15 minutos de silencio y la rubia decidió volver a hablar. —Ya termine, ¿te falta mucho a ti? —

Ray volteo a ver a Anna quien estaba tomando varios platos y negó con la cabeza yendo por un carrito para llevar la comida a las mesas, se acercó a la olla mirando que todo estuviera listo. —Creo que ya, no estoy seguro, ¿te gustaría probar un poco? — hablo Ray no muy convencido, mido a la rubia asintiendo, él probando primero el spaghetti se quedó unos minutos pensando y sacó otro pedazo acercandolo a la boca de Anna lentamente.

Anna abrió la boca un poco probando el spaghetti que había hecho el mayor, comenzó a masticar y se quedó sorprendida mirando al pelinegro tapando su boca un poco para seguir comiendo, al pasar la pasta sonrió para el —¡esta deliciosa! — dijo Anna  sonriendo viendo como el pelinegro trataba de tapar su rostro con el fleco.

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