"Visita inesperada"

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— ¡Dazai! — Atsushi me gritó nervioso haciendo que me despertara de mi ensoñación.

— Atsushi calladito te vez más bonito — le dije somnoliento y fastidiado, ya era suficiente que Kunikida me interrumpa en mis descansos entre trabajos para que venga el niño a hacerlo.

— si Kunikida te ve así se va a enojar... Otra vez — le dí la espalda a Atsushi en señal de que no me moleste — . ¿Dazai? ¡Dazai!

— he vuelto — anunció Kunikida.

La cara de Atsushi mostraba estar en pánico, aunque estuviera de espaldas podía verlo.

— ¡No digas que no te lo advertí! — me gritó antes de hacer un vago esfuerzo por evitar que Kunikida me dijera algo, y si soy sincero, no me importa.

Y lo inevitable sucedió, Atsushi hizo demasiado teatro lo que provocó que Kunikida tuviera una remota idea de lo que pasaba — . ¡Maldito idiota deberías estar trabajando! ¡Tenías que acompañarme a un trabajo esta mañana, pero como un bastardo que tengo en frente y está en vuelto en vendas no aparecía tuve que ir solo!

— Kunikida si sigues gritando te saldrán arrugas en la boca — saqué con pereza.

— ¿Qué? ¿Es posible?

— ¡Vamos anotalo! — me resultaba hilarante jugar con él.

— si grito me saldrán arrugas en la boca... — susurraba mientras repetía lo que le dije, cabe aclarar que lo hacía escribiéndolo en su libreta, cuando se dió cuenta que le estaba mirando la cara intentó golpearme pero lo esquivé — . ¡Idiota ni creas que caeré en tu broma otra vez!

— vamos Kunikida sólo relájate.

Estaba a nada de explotar — . ¡De eso nada maldito idiota! ¡Ahora mismo te vas a hacer este trabajo y más vale que vayas o me encargaré que no veas la luz del día mañana!

— ¿Acaso eso es...?

— ¡Si dices que es premio te encierro en el sótano, y llévate al mocoso contigo! — señaló a Atsushi mientras gritaba.

Atsushi miró con pánico a Kunikida — . ¿Yo...?

— ¿Acaso quieres hacerle compañía en el sótano? — los intentos de "amenazas" de Kunikida me divertían, era fácil hacerlo rabiar. Atsushi negó ante la pregunta — . Entonces acompañaras a este inútil. Es de suma importancia que vayan así que no se te ocurra escaparte Dazai.

Me levanté del sillón y salí de la oficina, en ocasiones Kunikida me estresaba, perdía fácil los estribos y se dejaba llevar fácilmente por la ira... Me recordaba a alguien en particular, ¿Una pista? Es pequeño, alcohólico y usa un sombrero de mal gusto; aunque siempre disfruto con hacerlo enojar.

Una vez fuera del edificio nos encaminamos hacia donde se nos solicitaba, nuestro destino era una residencial de apartamentos cerca del centro. Mientras caminamos Atsushi comenzó a pedir que lo esperara, ni siquiera me dí cuenta de lo rápido que caminaba.

— ¡Espera! — Atsushi estaba sin aliento, me sorprendía que a estas alturas tuviera tan mala condición física.

— ni siquiera iba tan rápido — comenté.

Atsushi me miró incrédulo y suspiró — . Pero aún así...

— vamos, quiero terminar rápido con esto, ¡Encontré una nueva forma de suicidio con Aspirina que quisiera probar! — estaba emocionado por el nuevo descubrimiento que hice al leer el completo manual del suicidio la noche anterior.

— ¿Aún sigue con eso? — Atsushi trataba de seguirme el ritmo — . Por cierto ¿Dónde es el trabajo?

— una zona recidencial de puros apartamentos en el centro — respondí.

Hanabira [Soukoku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora