Perdón por haberme ido pero mi amor siempre estará contigo
Akutagawa Ryūnosuke, un joven con una enfermedad que le debilitó los pulmones y le provocó estar en una situación delicada de salud, por lo que casi siempre se encontraba enfermo, con un diagnóstico poco esperanzador de que en cualquier momento podría ser un colapso grave y terminar con la vida del chico. Al estar en esa condición y ser consciente de su incierto futuro, todos a su alrededor pensaban que sería infeliz el resto de su vida, y que sólo terminaría siendo una carga para su hermana menor hasta el día en que muriera, pero no fue así.
Cuando tenía 18 años, conoció un chico pelinaranja, de baja estatura, lindo pero rígido y severo, alguien muy apasionado que en un principio no creyó congeniar mucho con él, pero que con el paso del tiempo se dio cuenta que llegó incluso a amarlo. El chico de nombre Chuuya Nakahara, desde que conoció al pelinegro siempre fue alguien muy comprensivo con él, se hicieron amigos y comenzó a cuidar del otro, no le importaba que fuera "débil", ya que el en realidad no creía eso, sabía que si el chico estaba parado ahí frente a él era porque en realidad era un apersona fuerte y decidida que no quería ser visto como una carga, Chuuya siempre le admiró por eso.
Con el paso del tiempo ambos terminaron completamente enamorados uno del otro, es así que después de 2 años de una maravillosa amistad, ambos comenzaron su relación de noviazgo. Ambos se volvieron más felices y mejores personas, pues todos insistían que se veían mejor y actuaban mejor desde que ambos se convirtieron en una pareja, realmente estaban más felices, incluso Akutagawa había mejorado un poco en su salud y sus recaídas eran menos frecuentes o con menos intensidad.
Como los dos iban a la universidad no podían estar todo el tiempo juntos pero ambos vivían felices, porque a pesar de no verse siempre y no estar juntos todo ese tiempo, el saber que contaban con el otro les hacía bien siempre. Así se mantuvieron los dos durante los primeros 2 años de universidad, pero en cuanto llegó el tercero, a Chuuya le ofrecieron una beca para ir al extranjero, y él sabía que era una oportunidad única en su vida, pero no quería dejar solo a Akutagawa.
El pelinaranja sabía muy bien que Akutagawa era fuerte, que incluso si él se encontraba lejos él estaría bien y no recaería como lo hacía antes, sabía que estaría como siempre, y claro que se extrañarían pero no sería grave, él volvería y podrían volver a estar juntos como siempre, todo eso lo sabía muy bien y quería convencerse a sí mismo de que si realmente se fuera todo seguiría igual de bien.
Habló con Akutagawa, y aunque tenía la esperanza de que el pelinegro le dijera que no se fuera y que quería que se quedara con él eso no sucedió, le dijo que non quería ser egoísta y que estaba bien si decidía irse, que sabía que era algo que realmente quería hacer y no le retendría. En todo momento le hizo saber que era consciente de su condición pero que no debía preocuparse por él.
– Sabes que nunca me ha gustado la idea de ser una carga porque no lo soy, y no pienso serlo ahora impidiéndote el que te vayas.
Chuuya sabía muy bien que Akutagawa hablaba en serio y no quería hacerlo sentir mal o molesto por su propio egoísmo y por querer sobreprotegerlo. Concordó con él y ambos acordaron que se iría fuera del país a tomar su beca y que tan pronto terminara el tiempo de esta él volvería, sin embargo, también le aclaró que sí algo le llegara a pasar, una recaída o algo como eso, él regresaría a Japón inmediatamente no importaba que, los dos aceptaron.
Un mes después de aquella conversación, Chuuya se fue al extranjero con el motivo de su beca, mientras que Akutagawa permanecía en Japón siendo acompañado por su hermana Gin, quien le daba ánimos de que pronto volvería Chuuya y que estarían juntos nuevamente.
Así pasaron tres meses desde que se fue el pelinaranja y la pareja se mantenía en contacto por chats, llamadas o videollamadas, aunque estas eran menos frecuentes por la diferencia del horario en ambos países. A pesar de esto ninguno parecía desanimado, o al menos lo aparentaban muy bien, pues querían sentirse desanimados y preocupar al otro. Chuuya es quien siempre le mandaba mensajes a Akutagawa preguntando por su estado de salud y cómo se sentía tanto física como anímicamente, sólo que esperaba no lo estuviera fastidiando. Para su suerte no, Akutagawa ya sabía que era porque le importaba demasiado al pelinaranja y sólo estaba preocupado por él.
Pasaron otros tres meses y la comunicación entre ambos se había reducido. Akutagawa ya no le hablaba todos los días y tardaba más en responderle los mensajes a Chuuya, es ahí cuando comenzó a temer lo que desde antes presentía a lo que le exigió saber a su novio el cómo se encontraba, si había recaído y por eso no había estado contestando los mensajes y llamadas, Akutagawa simplemente negaba tal cosa, y le decía que sólo era porque ya se encontraba más ocupado por la escuela y que no debía preocuparse por otras cosas que él se imaginara. El pelinaranja no se encontraba satisfecho del todo pero quería creerle, quería confiar plenamente en él.
Akutagawa se sentía aliviado de que Chuuya confiara en él y que ahora se sintiera más tranquilo al saber que no estaba mal de salud, pero también se sentía mal con el mismo por decirle esas cosas a Chuuya ya que todo era mentira, realmente había decaído bastante después de ese tiempo y la realidad era que incluso había dejado de asistir a la universidad por su nueva recaída que lo tenía bastante grave, pero no quería alarmar a su novio, quería que estuviera tranquilo allá y que terminara su estadía en el extranjero sin problemas, es por eso que le había mentido.
El plan de Akutagawa era no decirle la verdad a Chuuya pero mantenerse hasta que él regresara, pues sabía que cuando estuviera de regreso estaría bien nuevamente, sería hasta ese momento en el que se preocupara por haberle mentido. Su plan era perfecto, sabía que podría resistir hasta que volviera, es decir, ya aguantó más de 20 años así, que daño le harían un par de meses más. Lo que no sabía aquel pelinegro es que sí le afectarían de sobremanera y el resistir tanto en su delicada situación marcó el final de su vida.
Después de 6 meses, Chuuya regresó a Japón con tales ansias de reencontrarse con su novio después de tanto tiempo de no verlo, y por haberle creído y depositado toda su confianza en las palabras que le vino diciendo durante los últimos 6 meses, él tenía todas las esperanzas de regresar y verlo igual de bien como cuando se fue. Lamentablemente al reencontrarse con él, Chuuya lo encontró en un estado muy malo, casi desfalleciendo, se encontraba muy delicado de salud.
Una mezcla de emociones inundó a Chuuya, estaba feliz de por fin poder volver a ver a Akutagawa, pero al mismo tiempo estaba enojado con él y consigo mismo por haber ignorado sus sentimientos de preocupación y haber dejado al pelinegro, demás la tristeza también lo invadía por el odio de ver así a su pareja, de esa forma tan deplorable, ya que nunca antes había estado así, ni siquiera cuando apenas se conocieron, todo era horrible, la idea de que nunca debió de haberse ido le llenó por completo. Ya sólo podía lamentarse por al parecer no había nada que hacer por Akutagawa, sólo le quedaban por lo menos unas pocas semanas hasta que sus pulmones colapsaran y ya no pudiera respirar más.
Al ser conscientes de lo que estaba pasando y saber que todo terminaría dentro de poco, lo único que pudieron hacer antes de eso fue disculparse, Akutagawa por haberle engañado y que todo terminara así, y Chuuya por haberle dejado y por no hacerle caso a lo que le decía que debía volver. A pesar de eso no querían pasar sus últimos días juntos lamentándose por lo que pasó, es así que en su arrepentimiento y resignación mejor se dedicaron a declarase ese amor que a pesar de haber sido corto fue sincero y pleno, a pesar de lo que pasó nunca dejaron de amare y nunca lo harán, su amor fue puro y verdadero que no desaparecerá aunque uno de ellos muera.
Una noche, ellos sin saber que sería la última en que estarían juntos, Akutagawa se encontraba postrado en cama, con Chuuya sentado a su lado, recitándose su amor como si de votos matrimoniales se tratasen, de esa forma ambos se declararon amor una última vez antes de que las fuerzas de Akutagawa se extinguieran por completo llevándose su vida, dejando simplemente la tristeza y el vació de Chuuya.
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Hola gente, este el drabble del sexto día.
Este definitivamente debía ser triste, porque luego luego de leer el prompt de enfermedad terminal obviamente iba a haber angst.
Y bueno, perdón por eso pero aún así espero que les haya gustado y muchas gracias por leer.
—SkRaY。
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『それを愛と呼ぶだけ』 | #chuuakuwk22
RandomSean bienbenidxs a leer esta serie de one-shots chuuaku correspondientes a la #chuuakuwk22 «Imagen de portada» ぴこ https://www.pixiv.net/en/users/15573296