Ámame no por ser un Dios, sino por ser yo
En la tierra que era habitada por humanos, los dioses vigilaban a las criaturas frágiles pero bellas y cautivantes ante sus ojos, lo que a veces era inevitable para ellos el no enamorarse de algún mortal.
Así como se describe, un día el Dios del sol, Ryūnosuke y el Dios del viento, Osamu cayeron enamorados de un joven mortal llamado Chuuya Nakahara, un hombre hermoso de cabellos anaranjados como el cielo durante la puesta de sol. Ambos dioses al verlo realizando sus actividades cotidianas notaron lo hermoso y perfecto que era, por lo que les fue inevitable no enamorarse de él.
Como ambos dioses quedaron flechados por el joven, inició una lucha de cortejo hacía él. Bajaron al mundo de los mortales y comenzaron a acercarse al joven, dándole regalos, dedicándole palabras bonitas y por supuesto, su preciado tiempo sólo para él. Desde que Akutagawa hacía iniciar el día, él y el otro Dios bajaban a ver al humano, pasaban tiempo con él, siempre tratando de impresionarlo con sus poderes.
– Chuuya, buenos días –Saludó un joven alto de cabellos negros con ropas holgadas de color blanco y detalles en oro.
– Buenos días Akutagawa, Osamu –Amablemente respondió al saludo incluyendo al otro hombre que también vio llegar.
– Buen día para ti también, hermoso –El hombre castaño con vendas y de vestimenta blanca acompañado de una túnica azul verdoso respondió al saludo y aprovecho para acercarse y besar la mano del contrario. El azabache lo miró con repudio.
El joven pelinaranja siempre se sentía extraño ante el acercamiento del hombre castaño, era muy atrevido y a veces le incomodaba, podía notar que aunque el hombre fuese así con él bien podría ir a hacer lo mismo con cualquier otra persona justo delante de sus ojos, aunque bueno, así eran muchos hombres ahí. Por otra parte, la simpleza y gentileza del otro Dios le parecía cautivadora.
– Bueno, me alegra que me acompañen hoy también, hoy quería hacer un poco de deporte –Animado por la visita de sus aquellos Dioses les quiso invitar a realizar sus actividades favoritas que incluían hacer deporte.
– He visto a los mortales hacer esto pero no creo que yo sirva para estas cosas –Habló el Dios del Sol.
– Sí, igual los he visto pero esto es un poco... –El otro Dios con cara de aburrimiento fue interrumpido por el hombre de baja estatura.
– Eso dicen porque nunca lo han hecho pero permítanme demostrarles que esto es lo mejor que hay, además verán lo bueno que soy para estas cosas –Ambos dioses lo miraron embobados y no se negaron, mejor aprovecharían la ocasión para ver y deleitarse con el formado cuerpo de su amado.
Durante toda la tarde los tres hombres estuvieron practicando deportes, uno en especial que era el tiro de disco, pero el Dios del viento siempre aprovechaba para arruinar los tiros de Akutagawa. A pesar de las molestas conductas entre ambos Dioses, Chuuya pareció haberse divertido y pasado como siempre un maravilloso día junto a su pretendientes.
Los días fueron pasando y Chuuya apreciaba lo que ambos hombres hacían por él, pero en cuanto a corresponder los sentimientos de alguno realmente estaba haciéndolo, también ya se había enamorado de Akutagawa, aquel hombre un poco serio y a veces sombrío que incluso en ocasiones le parecía curioso que fuese el Dios del sol. Estos sentimientos recíprocos se notaban, lo que molestó al Dios del viento ya que veía como ambos masculinos pasaban más tiempo a solas hablando, caminando por los grandes campos, compartiendo comida e incluso el Dios del viento llegó a enterarse de aquellos encuentros sexuales que compartían los otros dos, eso fue lo que terminó con la cordura de Osamu, lo que en sus celos lo llevó a idear un plan en venganza de Chuuya por haber elegido al otro Dios.
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『それを愛と呼ぶだけ』 | #chuuakuwk22
De TodoSean bienbenidxs a leer esta serie de one-shots chuuaku correspondientes a la #chuuakuwk22 «Imagen de portada» ぴこ https://www.pixiv.net/en/users/15573296