♡ Duele ♡

(>'o')> ♥ <('o'<)

Duele que nos hayan separado.

Duele que todo haya terminado así.

Duele...

Diciembre

El  día 24 de diciembre después de terminar con la pequeña fiesta familiar Miyu la mayor se encontró con un bebé en la entrada de la puerta, asentado en el suelo con solo una manta sucia y una carta.

– ¿¡Cómo se atreven a hacer algo como esto!?-Al instante tomo al bebé y lo envolvió entre sus brazos miro alrededor, por si veía a alguien cerca pero, al no ver a nadie fue directo hacia la habitación de sus padres.

– ¡Padre! Lo siento pero me encontré con este niño en la entrada, no pude dejarlo ahí- Dijo Miyu, con lágrimas en sus ojos. –Toma, esto estaba al lado de él.  Al entrégale la nota, se fue directo a Akari para que alimentara al bebé y enseguida empezó a buscar algo de ropa.

Yamato miro a Akari y sus ojos se encontraron, ella inclino la cabeza en señal de aceptación y el enseguida empezó a leer lo que decía:

Yamato

Si, así es, este niño es tuyo pero por desgracia, mi trabajo no permite que tenga hijos

Así que espero que puedas cuidar muy bien de el por mí.

Este niño nació el 19.

Puedes hacer lo que desees con él.

Por favor no le cuentes sobre mí sería una molestia si me encontrara

S.

 

– Cobarde...- dijo mientras arrugaba con furia la carta.

– ¿Padre todo anda bien? ¿Hay algo que deba saber? Recuerda, ya no soy más una niña.

Yamato la miro y acto seguido soltó un gran suspiro y empezó a contar lo que según él ya había quedado para siempre en el pasado. Al contárselo, Miyu quedo algo sorprendida pero eso no le importo mucho así que no hizo más preguntas y empezó a atender a su nuevo hermano.

– Morio-Dijo Akari – Ese me gusta, Morio. -ríe -

– Igual a mí, me parece muy adorable –dijo Miyu mientras le agarraba su diminuta mano de Morio.

– Pues Morio será – sonríe.

Mikoto nació al siguiente día. Todos estaban felices por tener a dos nuevos integrantes de la familia.

Pero Akari noto que algo no iba bien con Mikoto algo completamente especial había en él y no solo eso, encima de la clavícula izquierda poseía el kanji de amor (愛) Y según con lo que sabía eso podría ser tomado como una maldición o como una bendición...