Prologo

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N1:

Otra adaptación, es que si no lo hago en este momento se me va a volver a perder y me llevara tiempo volver a encontrarla.

Un nuevo día, tan sólo un día más de sus 25 preciados años. Una casa; vacía. El recuerdo de un amor difícil de olvidar. Jennie volvía a casa con la preocupación de saber cómo afrontar lo que le depararía el resto del día. Desde hace ya un año que no es la misma.

Nueva York, 21.00 horas, lunes.

Jennie observó su casa vacía y oscura. Su vista se centró en esa luz roja que parpadeaba a lo lejos en su contestador. Con desgana presionó el botón de reproducir mensaje, dejándose caer en el sillón de la sala.

-Jen, soy Jisoo. Ya sé que vas a decir que no, pero Rosé me ha insistido en avisarte de que esta noche saldremos a tomar unas copas. Bueno, cielo, espero que te animes y decidas salir de una vez de esa pocilga que tienes por casa. Te quiero. (Piii)

-Bff, es lo último que me apetece -frunciendo el ceño-. Sólo quiero cerrar los ojos y que esto acabe –hablando para sí misma-.

Jennie se levantó desganada y se dio media vuelta. Atravesó un largo pasillo que conducía hasta su habitación. Una gran cama de matrimonio, con unas sábanas de seda negras, se situaba en el centro de una amplia habitación. Allí, Jennie se sentó en el borde de un lado de la cama y miles de imágenes pasaron por su cabeza. Imágenes, que un año atrás, mostraban una escena totalmente diferente en esa habitación. Una lágrima se derramaba por sus mejillas, anticipando la larga noche que le esperaba.

Jennie dirigió su mirada hacia una mesita de noche. En ella sólo había una pequeña lámpara y una foto que mostraba a una Jennie viva, sonriente y feliz; a su lado, una chica rubia, de pelo corto, guapa y con un aspecto desenfadado. Ella sabía que esa foto le hacía revivir momentos que ya no volverían a existir; esa foto le recordaba que durante un tiempo fue feliz. Con su mano temblorosa, abrió el primer cajón de esa mesita y cogió el bote de pastillas azules; esas pastillas que durante un año fueron la única cosa que la mantenía relajada durante todas las noches en las que tenía la misma pesadilla... Pesadilla que aún no la había abandonado. Y es que había pasado ya una mierda de año desde que Pranpriya la abandonó.

A la mañana siguiente, martes.

Suena el teléfono. Jennie se incorporaba, aun dormitando, y miró el reloj. Son las 6:00 de la mañana y en su mente aún ronda esa pesadilla que viene repitiéndose desde el accidente. No la deja vivir.

-Quién coño me llama a esta hora. –Miró el móvil y con desgana descuelga el teléfono-.

Voz: Haz el favor de mover tu trasero hasta esta puta comisaría, agente Kim. Te quiero aquí en una hora.

- Mi turno no comienza hasta las 8:00, comisaria Sylvester. ¿Es tan urgente?

- ¡ES UNA ORDEN! Eres mi mejor agente y necesito tu presencia ya. Deja de perder el tiempo, ya deberías estar aquí. –Sin dejar contestar a Jennie, la comisaria Sue Sylvester le cortó la llamada.

Jennie, a pesar de no haber dormido lo suficiente, hizo caso a las órdenes de su superiora y se levantó para tomar una ducha. Dejó que el agua corriese por su cuerpo, esperando que eso le quitase la angustia que llevaba encima. Al salir de la ducha, Jennie se miró al espejo y no podía verse reflejada; Pranpriya la estaba consumiendo por dentro. Puso su mejor cara, esa que ya estaba acostumbrada a poner para que sus amigas no siguieran preocupándose, pero aún no lo había superado. Y decidió salir así, sin más, cuando Sue desea algo tiene que conseguirlo al momento. Y así fue. Ir caminando era una buena forma de despejar su mente.

Una hora más tarde.

Jennie llegaba a comisaría. La recibía un sonriente y pacífico William Schuester, el inspector jefe de la comisaría. Ella se había puesto unos tejanos rotos y una camiseta de tirantes negra. Parecía que no le importaba cuidar su aspecto últimamente. Se veía tan demacrada que ni una gota de maquillaje podía camuflar su mala cara. Sin embargo, allí estaba ella con su pelo moreno y su piel blanquecina...más que suficiente para que se viera realmente guapa.

Y ahora túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora