4. Primeras Impresiones

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-Hola chicas. ¿Quién hace ojitos a quién? –forzó una leve sonrisa-.

-Jimin a la subinspectora Manoban–dijo anticipándose a las demás-.

- ¡Ah! Ya veo que la nueva está creando expectación entre los agentes... dijo resignada-.

-Bueno, en realidad sólo ha sido un malentendido. El pobre chico no sabía con quién estaba hablando e intentó ligar conmigo. Lisa, Lalisa Manoban, tu compañera –dijo a Jennie dejándole ver que quería estrechar su mano-.

-Agente Kim –dijo seria y estrechando la mano de manera rápida y seca-.

-Bueno, creo que es hora de que Rosé y yo nos pongamos manos a la obra. Un caso de narco no se soluciona riéndonos del pardillo de Jimin. Rosé acompáñame que tenemos que empezar a trabajar duro.

-Hasta luego Lisa. Hasta luego Jen. Ha sido un placer conversar contigo. Eres muy simpática y también muy guapa –dijo a Lisa sonriente-.

Cuando las chicas desaparecieron la tensión comenzó a notarse entre las nuevas compañeras. No sabían muy bien por qué, pero ninguna cedía a decir la primera palabra. Lisa no quería excederse en confianza con su compañera, pues había venido a Nueva York a trabajar y no a hacer amigos. Sin embargo, no podía dejar de ser educada. Por su parte, Jennie no podía ni tan siquiera dirigir la mirada hacia Lisa, pues verla le hacía mucho daño. Pero era su compañera y debía aprender al menos a llevarse con ella, ya que iban a compartir muchas horas de trabajo juntas. Fue Lisa la que tomó la iniciativa, no podía estar esperando todo el día pues estaba cansada.

-Y bueno...qué era eso que tenías que enseñarme. Me dijo Jisoo que le habías comentado algo.

-Ah, sí. Claro, verás... -no sabía por dónde empezar-. Creo que debería mostrarte un poco las instalaciones y así familiarizarte con cada una de ellas. Vamos a pasar mucho tiempo aquí, así que deberías conocer a la perfección dónde se encuentra cada cosa. Y aprovechando que aún es temprano, quizá podría mostrarte un poco cómo trabajamos aquí.

-Pensé que al ser mi primer día podría tomarme un respiro.

-Debemos empezar ya. No hay tiempo que perder. Además, Sue debe estar espiándonos para saber si hemos comenzado a trabajar en algo. Me dijo que debías adaptarte en menos de una semana...y eso sólo podemos conseguirlo si comenzamos hoy mismo.

- ¿Sue espiando?

-Lo tiene por costumbre. Supongo que le gusta que todo salga perfecto.

-Pero espiar va demasiado lejos, ¿no? Somos mayorcitos para saber qué hacer.

-Si, pero no viene mal que a veces nos recuerden que tenemos que trabajar duro. Algunos se duermen en los laureles.

-Y yo que pensaba que por ser la nueva me iban a dar una tregua...qué estúpida –rio-.

-No es que no quiera Manoban...es que no puedo. Entiéndelo.

-Está bien. Empecemos entonces, pero espero que no seas muy dura conmigo hoy. Me gustaría tener la noche libre.

-Fuera de horario de trabajo puedes hacer lo que te plazca, pero hasta entonces eres toda mía.

- ¿Pero qué coño estás diciendo Jennie? No puedes ir por la vida diciéndole a tu compañera que es toda tuya por mucho que se parezca a Pranpriya. Ya me temía yo que esto no iba a traer nada bueno. No puedo estar cerca de ella, mirarla y no sentir nada. ¡Es idéntica a Pranpriya, joder! -

¿Había oído bien? Primero se larga corriendo al verla, luego se muestra seria y muda...ahora dice que tienen que trabajar hasta tarde...Lisa sabía que su nueva compañera era bastante dura, pero eso le gustaba. Podía estar tranquila, a Jennie no le iba a coger cariño. O por lo menos...eso es lo que pensaba de momento. El trabajo en la comisaría de Nueva York prometía.

Y ahora túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora