02. El tiempo no se detiene

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              ¿Cuánto tiempo había transcurrido ya desde la última vez que Hyunjin volvió a pensar en Felix? ¿Cuánto tiempo había transcurrido desde que dejó de llorarle y siguió con su vida? Tal vez habían transcurrido días, meses

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¿Cuánto tiempo había transcurrido ya desde la última vez que Hyunjin volvió a pensar en Felix? ¿Cuánto tiempo había transcurrido desde que dejó de llorarle y siguió con su vida? Tal vez habían transcurrido días, meses. Pero la realidad es diferente a la suposición.

En realidad habían transcurrido ya 30 años. 30 años en los que la vida de Hyunjin mejoró medianamente. Años en los que consiguió un empleo y logró tener una vida estable, años en los que las pesadillas pararon y se esfumaron.

Y con las pesadillas también se fue la sombra de Felix.

Al principio le costó mucho soltarlo. Los primeros meses no fueron tan sencillos para él, los recuerdos lo torturaban y el vacío que el pecoso dejó en su pecho el día que se marchó no parecía llenarse con nada. Por las noches soñaba que él regresaba, que le pedía perdón y que ambos volvían a rehacer su vida como pareja, pero cuando se despertaba, la verdadera pesadilla comenzaba. Porque no había nada más horrible para Hyunjin que tener que sonreír, como si nada hubiera pasado. Como si su corazón no estuviera destrozado, como si no sufriera.

Changbin y Seungmin le creían, creían que él había superado el abandono de Felix, que había dejado ir los tristes recuerdos que mantenía sobre él. Y Hyunjin jamás los culpó, actuaba tan bien, que incluso se había felicitado así mismo por interpretar perfectamente su papel. Pero ese era el resultado después de ensayar durante tanto tiempo frente al espejo.

Cuando se cumplió el primer aniversario de la muerte del padre de Felix, no mentiría, tuvo la esperanza de que el pecoso se presentaría a la ceremonia, pero no fue así. Hyunjin regresó a casa aquella noche con la duda rondando por su cabeza. ¿Por qué no se presentó? ¿Acaso también se había olvidado de su padre?

Y una vez más, la luna volvió a ser testigo de las lágrimas cargadas de dolor que mancharon las mejillas del rubio.

Con el paso del tiempo, con el paso de los años, el corazón de Hyunjin se llenó de polvo, como los objetos que dejó abandonados al fondo de su habitación. Cómo las fotos y recuerdos que guardo en una caja y que metió al sótano, mismos que hasta ese momento seguían bajo llave.

La tristeza fue lo único que quedó en él, el característico brillo de sus ojos se apagó, su sonrisa no volvió a ser sincera, sus labios casi siempre estaban en línea recta.

El tiempo le pasó factura, su vida quedó enterrada bajo el polvo, y en cambio, su existencia misma fue la que quedó.

(•••)

Esa última semana había transcurrido muy rápido, cuando menos se lo esperó ya era sábado. Hyunjin miraba a las personas transitar por el lugar desde su ventana, con la lluvia cayendo a cántaros, la mayoría corría de un lugar hacia otro. Unos trataban de esconderse de la lluvia, otros jugaban bajó ella mientras reían, y muchos otros caminaban tranquilamente, como si no les importara el hecho de mojarse.

Tus huellas (Hyunlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora