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Una vez se aseguraron de que el embarazo de Dahyun se encontraba en perfectas condiciones Momo fue a casa con Dahyun prometiéndole a Sana que no habrían problemas de alcohol de por medio, Sana confiaba en ella, después de todo sabía que si Dahyun estaba ahí Momo no iba a recurrir a la bebida.

Y una vez llegaron a casa la mayor no dudó en ofrecerle su habitación a Dahyun, debía estar cómoda debido a su embarazo, y aún si no estuviera embarazada Momo siempre le daría prioridad.

Estaba a punto de salir de su habitación para que Dahyun pudiese dormir tranquila cuando esta la detuvo y le pidió dormir a su lado, Momo no sabía si aceptar, tenía miedo de lastimarla en la noche ya que solía moverse mucho mientras dormía, sin embargo, Dahyun le insistió tanto que Momo no pudo negarse, así que entró a su lado quedándose completamente quieta y rígida para evitar incomodar a la contraria.

No iba a dormir, debía velar por el embarazo de Dahyun para evitar herirla por la noche, así que solamente se había quedado mirando al techo sin mover su cuerpo un solo centímetro.

—No seas exagerada— Dahyun soltó una risita abrazando uno de los brazos de Momo.

—No quiero lastimarte mientras duermo— Momo respondió relajando un poco su cuerpo al sentir el abrazo de Dahyun.

—No lo harás, tranquila— Dahyun entrelazó sus piernas como pudo.

Estaba intentando abrazar a Momo a pesar de tener que dormir con la espalda totalmente pegada a la cama a causa de su embarazo.

Las luces estaban apagadas y las cortinas cerradas, pero un rayito de la luz de la luna se filtraba por una de las cortinas dejando a Momo apreciar el cuerpo de Dahyun a su lado, sin duda Dahyun lucía muy bonita con esa pancita de embarazo, era algo tierno para Momo imaginar que ella fuera su esposa y ese bebé suyo, no tenía idea de que pasaría ahora con su relación, porque para empezar no tenían una relación más allá de la amistad, ella amaba a Dahyun, pero Dahyun por alguna razón continuaba protegiendo a su esposo cuando este no lo merecía.

Momo acarició el vientre de Dahyun, fue lo único que pudo calmar todas sus preocupaciones, y dando caricias a la pancita de la menor terminó durmiendo sin siquiera darse cuenta.

A la mañana siguiente Momo despertó primero, así que decidió pedir un desayuno a domicilio para su compañera que se hospedaba en casa, fue una rutina algo diferente, estar toda la mañana en casa ocupada en cuidar de Dahyun sin duda fue una agradable experiencia, no se sentía como una carga, era algo que le gustaba hacer y la mantenía activa. La coreana realmente tenía antojos muy extraños, pero para Momo fue un placer cumplir con cada una de sus peticiones, verla feliz simplemente no tenía precio y daría lo que fuera por siempre tenerla a su lado de esa manera.

Sin embargo, tuvo que despedirse de ella al tener que ir a trabajar por la tarde, odiaba la idea de dejarla sola, pero debía hacerlo, al menos tenía la certeza de que Dahyun estaría bien en su casa y nadie le haría daño.

Jin por su parte había faltado al trabajo la mañana siguiente del altercado con Momo, había pasado mal aquella noche, pues su cuerpo dolía bastante y ni hablar de su rostro, pero aquello no fue suficiente para arrepentirse de todo lo que le había hecho a Dahyun, él quería devolverle lo que Momo había hecho con él, sin embargo no tenía ni la menor idea de dónde se encontraba ella ahora mismo y aquello lo enfurecía mucho más, despertó a altas horas de la tarde, cuando su turno laboral ya había terminado, entonces recordó que Irene debería estar en casa a esas horas por lo que decidió ir a su casa.

Tomó las llaves de su auto y salió de casa pensando en una excusa creíble para explicar los golpes de su rostro, porque después de todo Irene no sabía que él era un hombre casado.

Al llegar a su destino tocó el timbre de la casa, porque a pesar de llevar mucho tiempo juntos Irene se seguía negando a darle una copia de las llaves.

Pasaron unos cuantos minutos para que esta finalmente le abriera la puerta, su cabello estaba revuelto y vestía una camisa varias tallas más grandes a la suya, parecía como si recién se levantara cuando se suponía que estaba casi regresando del trabajo.

—¿Qué haces aquí? — La mayor preguntó algo sorprendida.

—Solo quise visitar— Jin estró a su casa sin siquiera pedir permiso dejando sus zapatos en la entrada.

Irene volteó los ojos, odiaba que el contrario se portara irrespetuoso.

—Debiste avisar y...— Irene se detuvo asustada al notar los golpes en el rostro de Jin cuando este se quitó el cubrebocas y los lentes que llevaba —Pero, ¿Qué carajos te pasó en la cara?

—No fue nada, solo una tonta pelea en un bar— Él mintió.

—Pues parece que ibas perdiendo— La coreana se burló, sin embargo, detuvo su risa al ver el rostro totalmente serio del contrario —Ay ya, no seas amargado— Empujó su hombro suavemente.

—Yo... Quería saber si puedo quedarme aquí por los próximos días.

Irene frunció el ceño.

—¿Te da miedo quedarte solo después de esa pelea?— Ella definitivamente quería negarse.

—No digas tonterías, solo creo que sería divertido pasar unos días juntos— El mayor intentó convencerla acercándose para tomarla por la cintura.

—¿No te fue suficiente con la cachetada que te di hace un tiempo? Ya te dije que no me toques de esa forma— Irene se soltó bruscamente.

—¡Pero soy tu novio!

—¿Y con esa actitud quieres que te deje quedarte?

—Bueno ya, me calmo.

—Bien, solo serán un par de días, no te quedarás más de una semana— Ella advirtió yendo a su habitación —Espera aquí un momento.

Y dicho esto Irene casi corrió a su habitación para advertirle a su novia que debía irse.

—¿Quién era?— La mujer en su habitación preguntó.

—Es Seokjin, debes irte— Irene advirtió tomándo la ropa de su novia para entregársela.

—¿Bromeas? Estabamos pasando un buen rato— La contraria comenzó a vestirse.

—Lo sé, Seulgi, pero tendremos que continuar en otro momento— Irene comenzó a empujarla hacia la ventana.

—Mierda— Seulgi salió como pudo de ahí y regresó a casa algo frustrada.

Era tedioso tener que esconder su relación de esa manera, pero sabía que era por el bien de su novia, puesto que si sus padres se enteraban de su orientación real la desheredarían.

Solo debía ser paciente y en poco tiempo podrían hacer pública su relación.

De vuelta a casa de Momo, esta aún no regresaba del trabajo, Dahyun por su parte había encontrado un par de cosas para comer por ahí y así calmar un poco sus locos antojos, sin embargo no dejaba de pensar en cómo le diría a Momo que ese bebé que llevaba en el vientre era suyo, temía que la hospitalidad y atención de Momo hacia ella desapareciera por eso, porque ella misma le había dicho que no iba a embarazarse desde el día que hicieron el amor y ahora tenía un bebé dentro, todo se había salido de control y eso asustaba a Dahyun, ella temía que la historia se repitiera y aquella persona en la que alguna vez confió y creyó su lugar seguro comenzara a maltratarla, definitivamente ella no podría soportar algo así nuevamente.

Pero Momo no era Jin, el corazón de Dahyun sabía que ella era diferente, pero su mente aún tenía miedo de volver a confiar por completo en una persona.




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Capítulo dedicado a MGMS627LS

ESTÉRIL // DAHMO [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora