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La cena romántica de Momo y Dahyun había comenzado, la japonesa se tomó la dedicación de hacer la comida ella misma y decorar su propia casa de una forma elegante, todo estaba saliendo perfecto, Dahyun vestía un lindo vestido cómodo para su embarazo, el cual, volvía loca a Momo, porque incluso en pijama la japonesa siempre encontraría atractiva a la coreana que tanto amaba.

Quería hacerle saber lo mucho que la quería, confesarle su amor esa misma noche bajo la luz de la luna que entraba con timidez por la ventana que había frente a ellas.

Lo único que quería esta noche era que Dahyun y ella bailaran bajo la luz de la luna para besarla en el momento indicado, no quería a nadie más que a ella, esa chica que ahora estaba libre y lista para ser completamente suya.

Así que cuando la cena concluyó, Momo tomó la mano de la menor por sobre la mesa y la miró directamente a los ojos, estaba lista, pero los nervios no pasaban desapercibidos, era solamente Dahyun, sin embargo Momo no podía controlar ese palpitar desenfrenado de su corazón, era tan difícil incluso después de haberlo practicado tanto frente al espejo de su baño.

Sin embargo se armó de valor, iba a declararse aquí y ahora.

—Dahyun, Kim Dahyun, tú sabes lo mucho que te amo— La menor asintió con un brillo especial en los ojos —Eres lo más preciado que tengo y no quiero volver a sentirte lejos...— Momo hizo una pausa —Por favor, dime si estás lista para dejarme ser tu novia— Ella lo había hecho, había confesado sus anhelos y al terminar cerró los ojos esperando por una respuesta.

Un suave beso sobre sus labios lo dijo todo.

—Estoy lista incluso para ser tu esposa— Dahyun susurró contra su boca con una sonrisa.

Y aquello no pudo hacer más feliz a Momo. La idea de casarse con Dahyun sería su nuevo propósito de vida.

Una cena romántica junto a una madrugada llena de besos y caricias fueron suficientes para que Dahyun se sintiera como la mujer más afortunada del mundo, no era para menos, pues Hirai Momo era oficialmente su novia.

Sin embargo no todo era color de rosas para la pareja, puesto que después de un par de días, el juicio contra Seokjin comenzó, y para mala suerte de las chicas, Dahyun debía estar presente al ser la demandante y afectada directa, cosa que a Momo le preocupaba en demasía, pues la coreana debía mantener reposo y abstenerse de experimentar emociones fuertes como las que se presentaban en un tribunal.

Sin embargo no había mucho que hacer, la ley era la ley y ahora Dahyun se encontraba sentada al lado de Momo presenciando el juicio contra su ex marido.

—Señor Seokjin, usted afirma que jamás hirió a la señorita Kim Dahyun de forma física o mental haciendo algo en contra de su voluntad, ¿Es correcto?

—Así es.

—¿Dahyun miente?

—Es correcto— Jin respondió a la abogada Miyoui.

—Entonces, ¿Por qué le firmó el divorcio?

—Ella insistió, dijo que iba a acusarme de violencia doméstica si no firmaba, firmé y aún así lo hizo, ¡Ustedes me mintieron!— Jin perdió la paciencia por primera vez.

—Entonces usted firmó para incubrir su delito— Mina afirmó.

—No, yo no dije eso, es normal que tuviera miedo cuando me amenazaban con dar pruebas falsas.

—Agradezco la mención de aquello señor Kim, su señoría, me encantaría mostrarle un par de pruebas recolectadas hace algunas semanas, son grabaciones del supermercado en donde el señor Kim atacó por última vez a su esposa.

—¿Qué? ¡No! ¡No le crea, ella miente!

—¡Orden! ¡Orden en la corte!— El juez golpeó el maso.

El video de la camara de seguridad fue reproducido, era evidente que aquello era real.

Esa y muchas pruebas más fueron reveladas desde el primer día del juicio, las abogadas de Dahyun venían con todo, mientras que el abogado de Seokjin ni siquiera quería estar ahí presente, era obvio que defendía a un hombre malo y él deseaba que perdiera, porque a pesar de que fuese su cliente, directamente no era nada, el gobierno lo había asignado y recibiría el mismo pago sin importar si Jin ganaba o perdía el caso.

Así que teniéndolo casi todo a favor de la demandante, el primer día de juicio había acabado.

Fue más fácil de lo que Jihyo y Mina se imaginaron.

Mientras tanto, en el consultorio de Sana, esta se encontraba teniendo un rato libre a causa de una cita cancelada por una paciente, por lo cual no encontró mejor idea que ir hacia el escritorio de Tzuyu para platicar un rato con su hermosa asistente.

Estaba sentada sobre las piernas de su secretaria, acariciando suavemente su cuello mientras la menor la sostenía firmemente de la cintura y susurraba un par de cosas a su oído. Ambas se encontraban en una especie de extraña relación con la otra luego de haberse besado en casa de la mayor después de que la taiwanesa hubiese aceptado ir a ver una película con Sana, se había divertido anteriormente con ella en la cena a la que la japonesa la había invitado días atrás, por lo que no dudó en aceptar ir a su casa, pues se había dado cuenta de que todo este tiempo juzgó mal a Sana y no se había dado la oportunidad de conocerla realmente, ella era bonita, graciosa y muy atenta, por lo cual no pudo evitar caer ante sus encantos y besarla aquella tarde en su casa.

No le había pedido permiso para hacerlo, pero era más que obvio que lo tenía, pues Sana nunca se molestó en ocultar sus sentimientos por la contraria y Tzuyu se sentía afortunada por aquello, aunque era bastante reservada como para atreverse a pedirle ser su novia, sin embargo todo parecía marchar bien y Sana parecía feliz de sentir las manos de Tzuyu vagar de forma traviesa por su cuerpo aún con su vata de uniforme estando de por medio.

Habría continuado moviendo sus caderas sobre el regazo de su secretaria mientras esta amasaba suavemente sus pechos y le susurraba un par de cosas al oído de no ser porque su siguiente cita con otra paciente se aproximaba, después de todo ella seguía en el trabajo y debía portarse profesional estando ahí.

Pero el sonrojo de su rostro y el fuerte palpitar de su mojada intimidad la distraía, solamente esperaba con ansias terminar con éxito su jornada laboral.






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De tener una maestra bonita en matemáticas pasé a tener clases con una viejita que no deja de marcarnos tarea y robar nuestra vida social >:[

ESTÉRIL // DAHMO [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora