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Los meses pasaron y se había vuelto una tediosa rutina recibir siempre la misma respuesta por parte de Jin, él no quería firmar esa carta de divorcio, habían cedido a todas sus peticiones, había demasiado a su favor, pero ese hombre simplemente no quería hacerlo.

Hasta hoy. Una cita más entre las abogadas y Jin estaba llevándose a cabo en casa del coreano, llevaban varios minutos ya de haber empezado nuevamente con la negociación.

Había mucho a favor de él, Jin pensó, puesto que según las abogadas, él se quedaría con el 100% de los bienes que alguna vez compartió con Dahyun, no tendría que pagar ninguna manutención a su ex esposa y sobre todo sería libre de cargos por alguna vez haber tocado a Dahyun, él sería libre y tendría dinero, de lo contrario, si él no firmaba terminaría en la cárcel por acusaciones de violencia doméstica, esas abogadas le habían presentado pruebas del abuso que tiempo atrás había cometido contra su esposa y Jin no iba a arriesgarse, después de todo solo debía firmar y sería totalmente libre para formalizar su relación con Irene, o al menos eso creía.

Así que después de pensarlo bien él firmó, ahora estaba libre de compromisos y sobre todo había confiado en lo que aquellas mujeres le dijeron, a pesar de no haber un documento de por medio en el que prometían no demandarlo por abuso, él decidió confiar en su palabra, puesto que no había forma de firmar o de tan siquiera hacer un contrato para encubrir un delito, así que solo le quedaba confiar.

Su error más grande y la mejor noticia que Momo pudo recibir esa tarde.

—Seokjin firmó la carta, ahora Dahyun es libre— Jihyo informó a través de la linea telefónica una vez salieron de la casa del coreano.

—Muy bien, empiecen la demanda— Momo respondió con una sonrisa al saber que pronto ese hombre estaría en donde merecía pasar el resto de su vida. En la cárcel.

Y dicho esto la llamada concluyó, Jihyo y Mina tenían mucho trabajo por hacer y Momo por su parte debía acompañar a su Dahyun a una de sus últimas citas del seguimiento de su embarazo, pues la menor, había entrado a su tercer trimestre de embarazo y muy pronto tendrían una fecha para la cesárea que traería al mundo a su pequeña hija.

Pasaron un par de minutos, Dahyun estaba lista para salir de casa y Momo se encontraba esperándola en la sala de estar mientras jugaba con sus dedos, estaba emocionada por darle la noticia de que su esposo finalmente había firmado el divorcio.

—Estoy lista— La menor llegó hasta Momo sosteniendo su vientre rellenito.

—Hay una gran noticia que quiero darte— Momo se levantó del sofá acariciando los hombros de Dahyun y esta la miró con curiosidad invitándola a seguir —Jin firmó el divorcio— Momo soltó con emoción.

—¡¿Qué?!— La menor no podía creerlo.

—Eres libre, pequeña— Momo la abrazó.

Y ambas sonrieron en grande al sentir las pataditas de la bebé, al parecer ella también estaba emocionada.

Así que alegres salieron del departamento de Momo con dirección al estacionamiento en busca del auto de esta y posteriormente se dirigieron a la clínica de Sana, era algo tarde así que debían darse prisa para poder llegar a la última hora del turno de Sana.

Una vez llegaron saludaron a la secretaria, quien minutos después las pasó al consultorio, y nuevamente después de un tiempo volvían con el chequeo de su rutina de seguimiento.

Todo iba bien con aquel embarazo, una niña fuerte y sana estaba creciendo en el vientre de Dahyun.

—Todo está excelente, Dahyunie, lo más probable es que la próxima cita se te asigne una fecha para tu cesárea, así que si no han pensado en un nombre para su hija deberían comenzar a hacerlo— Sana animó con una sonrisa.

ESTÉRIL // DAHMO [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora