Este sentimiento no cambiará | BajiFuyu Week 2022

Día 5: Kisses

Resumen: De todas las veces en que Baji es puesto en jaque por el mismo chico molesto: Chifuyu Matsuno.

Advertencias:

Compatible con: Baji Keisuke Kara no Tegami

Coquetería

Negación

Romance adolescente

OS que hace parte de la BajiFuyu Week

Día 5: Kisses

•『♡』•

Al estilo Chifuyu Matsuno

Ha llegado lejos, debe admitirlo. Chifuyu tiene agallas de sobra cuando se trata de conseguir lo que quiere o de proteger lo que más ama, y Baji no es tan tonto como para no caer en cuenta de que, por razones que escapan a su comprensión, él encaja en ambos aspectos. Por otro lado, también está al tanto de los sentimientos e intenciones de Chifuyu: es obvio que lo quiere y no de la forma en la que se quiere a un amigo.

Este hecho es más evidente ahora que se ha convertido en el vicecapitán de su división. El tiempo compartido se va ampliando cada día, Chifuyu aprovecha hasta la mínima oportunidad para descubrir algo nuevo sobre él., Además, tiene un nuevo brillo en los ojos que cualquier persona es capaz de notar.

Las señales directas comenzaron a presentarse cuando, durante los paseos en moto, Chifuyu pasó de ir suelto a colocar una mano en su cintura. Eventualmente, terminó abrazándolo por completo con el sigilo propio de un gato. Baji no dijo nada al respecto la primera vez, así que Chifuyu continúa haciéndolo como un gesto natural entre ellos.

La cereza del pastel ocurrió el día en el que se encontraron en el rellano de las escaleras del edificio, justo antes de partir juntos al colegio. Baji descendía con desgano porque se había desvelado terminando sus tareas, fue ahí cuando Chifuyu casi se lanzó sobre él y lo saludó con un beso en la mejilla. Aquello había bastado para que él terminara de espabilar.

Desde entonces, Baji tiene que mantenerse en estado de hipervigilancia constante. Nunca sabe cuándo aparecerá de la nada y volverá a hacerlo, o quizás se atreva a intentar algo más. Y aunque él podría solucionar el asunto con una buena patada, la verdad es que preferiría no llegar a los extremos al menos dentro del colegio. No necesita arruinar su reputación ahí.

La buena noticia es que, al menos por hoy, podrá descansar un poco del tema, porque recuerda que hace días Chifuyu le comentó que su grupo saldría de excursión. Confiando en ello, saca una hoja para seguir con su práctica de kanjis en la comodidad de su salón vacío. Ha tenido suerte de que el profesor de matemáticas se reportara enfermo.

Se acomoda y mueve su pluma de acuerdo con el trazo que quiera realizar, mantiene la vista enfocada en el papel, llegando a alcanzar un buen nivel de concentración gracias a que no hay ruidos molestos. Justo cuando está por ajustarse las gafas, Baji siente un leve roce húmedo en su frente que lo obliga a levantar la cabeza.

Chifuyu está ahí, de pie junto a su pupitre e inclinado ligeramente en su dirección. De esta manera puede notar cómo sus labios regresan a su posición inicial: El muy atrevido se la ha vuelto a hacer.

—Será mejor que corras, Chifuyu —advierte, casi bufando—. Te daré diez segundos para que intentes escapar.

—Pero si solo fue un beso en la frente, Baji-san. Tómelo como... un saludo.

Sin embargo, verlo sonreír no hace más que acentuar su molestia.

—Diez, nueve, ocho, siete —cuenta, mirándolo fijamente para dejar en claro que no está jugando—. Además, ¿no se supone que saldrías de excursión?