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Changbin se desperto al no sentir el bulto de su mayor a su lado, miro a todos lados y nada, al parecer se fue hace rato, no tenía ganas de salir así que tomo su baraja de cartas y saco una, Ás de corazones, dejo la carta bajo la almohada y dejo que esta lo absorbiera.
    
                            °°° 

Tres de la tarde y nada de Changbin, no lo habían visto desde la mañana.

- Binie -decía Chan mientras buscaba al menor.

- baby -dijo Hyunjin, el mayor se enojo ante el atrevimiento de este.

- no le digas así -Hyunjin se dió la vuelta, ignorando a Chan, este lo miraba molesto- mocoso estupido.

- tu no eres muy grande que digamos -si seguía así Chan realmente iba a matarlo- no te enojes Chanie, aunque te enojes y pongas todo patas arriba Changbin no va a aparecer.

- ¿ah, si? ¿y como lo sabes?

- el no quiere llevar la estupida marca, es obvio que se fué.

El mayor lo pensó un segundo, pero no, Changbin no lo haría, Changbin no lo dejaría, después de todo  Chan era la unica persona en la que confiaba. Luego se alejo y Hyunjin quedo pensando en donde se pudo haber escondido el bajito. Aja, lo sabía.

Hyunjin entro lentamente a la habitación que compatia Chan con los híbridos. Busco y busco hasta que bajo la almohada del mayor encontró una carta. Ás de corazones.

- te encontre -dijo metiendo la carta al bolsillo de su pantalón- al gato le va a encantar.

- ya llegamos -dijo felix a su hyung alegremente- ¿lo encontraste?

- por supuesto.

Los dos niños salieron corriendo del vagón, se supone que el espectáculo es en la noche y aún es de día, la ciudad es grande, les tomó unas cuantas horas encontrar la famosa escuela en la que se escondía el gato, al llegar ya estaba oscuro.

- creo que demoramos mucho -dijo el pecoso- tal vez ya se fué.

- te equibocas -dijo un pelinegro de cara gatuna apareciendo tras el más alto- llegan justo a tiempo.

- Minho -el alto lo miró fastidiado- ya deja de hacer eso.

Lee Minho, 8 años, apodado como "el  gato", un niño un tanto extraño.

- aquí esta lo que pediste -dijo Hyunjin sacando la carta de su bolsillo- dijiste pequeño, con cara inocente y tierno, aquí esta.

- es una maldita carta -dijo el pelinegro con una voz calmada, pero haciendo notar su enojo- te pedí un niño, no una estúpida carta.

- ah, cierto -dijo el pecoso recordando- hyung; salga de ahí, hay alguien que quiere conocerlo.

- no quiero.

Minho quedo con la boca abierta, se notaba que era un niño, la curiosidad lo estaba matando. irónico ¿no?

- si no sales te lanzaré a un charco de agua y te ahogarás.

- bien, bien, ya voy.

Nuevamente se escucho esa voz, Minho observaba curioso, de repente una fuerte luz salió de la carta, Minho cerró los ojos, al abrirlos divisó una pequeña figura, tenia un rostro pequeño, mejillas regordetas, su piel clara y brillante, unos hermosos ojos negros tiernos pero a la vez amenazantes, solo se veía inocencia en el, perfecto, sencillamente perfecto.

- Me gusta -dijo el de aspecto gatuno mirando al bajito- es lindo.

- como lo vas a hacer -dijo el rubio- se supone que debes extraer parte de su ADN ¿cómo lo harías? Le vas a extraer sangre ¿verdad?

- no, mientras tenga su ADN puede ser cualquier cosa, sangre, lagrimas, orina, saliba, podría hasta morderlo y sacarle piel. Pero eso sería canibalismo.

- ah, y acaso ¿tomar su sangre no es canibalismo?

- no lo creo.

Hyunjin se quedó pensando.

- buagh, que asco, su orina ¿enserio?

- si, pero igual puede ser saliba y no es tu problema ¿ok? Ademas el trato era así, ustedes me traian al niño y yo les daba su dinero.

- no lo vas a matar ¿o si?

- ¿y eso que importa?

- hay que devolverlo.

- sigo aquí ¿ok?

Intervino el bajito mirando con molestia a los tres.

- mas te vale que no me toques, bueno, si no quieres morir.

Dijo ahora el bajito apuntando al mayor con una navaja que llevaba en su bolsillo.

- ¿ah, si? ¿y que harás para detenerme?

Pregunto el mayor de los cuatro mirando con burla al bajito.

- inténtalo y veras.

Dijo ahora Chan, quien estaba detras de Lee mayor con un puñal en la mano.

𝒄𝒊𝒓𝒄𝒖𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora