Capítulo 11

190 8 0
                                    

Estoy corriendo por las calles de Stars Town, ya es un poco tarde, hace unos instantes pude observar el hermoso atardecer por un Gran Pintor. Cada atardecer es único, las nubes están en diferente lugar, diferentes tamaños, los colores del cielo son diferentes, eso me recuerda a como somos nosotros, somos diferentes y únicos, nuestro testimonio es diferente, nuestros pensamientos son diferentes, nuestros sentimientos son diferentes y cada uno de nosotros hemos sido llamados, Dios tiene un gran plan para nosotros.

Porque muchos son llamados, y pocos escogidos. Mateo 22:14

Mientras voy corriendo, me gusta hablar con Papá Dios, le cuento sobre mi día.

-Sabes, todavía tengo algunas preguntas para ti, ayúdame a saber cual es mi propósito en está tierra. -digo en voz alta y comienza una brisa, pero una brisa que sabes que es de Dios y  Él te dice que está ahí, que está junto a ti

Regreso a casa, me doy una ducha y me cambio de ropa. Luego comienzo a leer mi libro favorito y es la Biblia junto a mi ventana, hasta que escucho el timbre.

Bajo las escaleras y ahí estaban los señores Allen con su hijo, los señores Allen son una agradable pareja que se encargan de los cultos de jóvenes.

-Hola, buenas noches. -digo saludando a los invitados

-Estela, ¿cómo has estado? -dice abrazándome la madre de Zach

-Muy bien gracias a Dios, ¿cómo han estado ustedes? -digo sonriendo

-Dios siempre es bueno, en tres semanas nos iremos de misioneros. -dice alegre

-Eso es increíble. -digo sonriendo

Mi madre y mi padre comienzan a platicar con los invitados, cenamos y ellos se quedaron hablando en el comedor, mientras que con Zach salimos al porche.

-¿Por qué me sigues tratando bien aunque te hago daño? -pregunta Zach

-La verdad Dios me da fuerzas y me recuerda amar a mi prójimo como a mí misma, me recuerda que Él va primero en todo y ante todo, Dios me perdona multitud de pecados y tantas veces le he fallado y lo sigo haciendo pero Él me perdona y eso es tan asombroso. Aunque a veces no es tan fácil perdonar, pero Dios es tan increíble que nos ayuda a perdonar, como él nos perdona a nosotros. -digo sonriendo y él asiente

-¿Te parece si te llevo a una fiesta? -pregunta 

Algo me decía que no, bueno, tú me decías que no, en mi interior lo escuchaba.

-No, lo siento, yo no voy a esos lugares. No me gustan y no pertenezco ahí. -digo mirándolo

-Es el viernes a las nueve, estaré cerca de aquí -dice y se marcha

Me quedo observando las estrellas.

-No quiero ir. -digo en un susurro.

Luego de unas horas nuestros invitados ya se habían ido, nos despedimos y me voy a mi habitación.

-Dios, gracias por este nuevo día, gracias por todo, ayúdame a ser más como tú y menos como yo, por favor ayúdame, bendice a todos los jóvenes y a todas las personas que están pasando por una tentación o están por caer, ayúdanos a no caer, perdóname y gracias por todo, amén. -digo sonriendo y me acuesto

Al siguiente día

Me desperté y comencé a agradecer a Papá Dios por un nuevo día.

Bajo las escaleras y veo a Eva cocinando con mamá y Sam. Observo que papá ya se fue a la congregación.

-Buenos días. -digo sonriendo y saludando

-Hola cariño. -dice mamá y me da un beso en la frente

-Estela, que bueno verte. -dice abrazándome Eva

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 11, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Siempre has sido tú junto a míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora