𝟘𝟙

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𝑻𝒐𝒅𝒐 𝒆𝒔 𝒈𝒓𝒊𝒔

𝑺𝒖 𝒑𝒆𝒍𝒐

𝑺𝒖 𝒉𝒖𝒎𝒐

𝒔𝒖𝒔 𝒔𝒖𝒆ñ𝒐𝒔

𝒀 𝒂𝒉𝒐𝒓𝒂 𝒆𝒔𝒕á 𝒕𝒂𝒏 𝒗𝒂𝒄í𝒐 𝒅𝒆 𝒄𝒐𝒍𝒐𝒓𝒆𝒔..

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Y aqui vamos otro día más que ya perdí la cuenta en mi vida, suspiré refregando mis ojos, desde que tengo memoria nunca he tenido sueños lindos, siempre han sido pesadillas, más bien recuerdos que me atormentan al dormir, siempre me pregunte el por qué, acaso no merecía soñar como los demás? Desde niña me han criado con historias sobre los eternos, siempre me contaban sobre el rey de los sueños, morfeo, decían que él cuidaba de cada uno de los sueños de los millones de habitantes de este planeta, pero creo que yo fui la excepción, hasta que deje de creer que realmente esas historias eran verdades.

Me vesti, tomé una manzana antes de salir de mi pequeño cuartito dónde vivía, salí cerrando la puerta tras de mi y me dirigí a mi trabajo a buscar mi primer pedido del día, hace unos años estoy llevando mandados de mercadería a los hogares de las personas, no podía quejarme, mi único deber es asegurarme de que llegue el pedido de la gente.

Esta vez el pedido que tenía en manos era dirigido para el señor Alex Burgess vaya historia tétrica de su familia, se rumoraba que su padre  tenía encerrado a un ente, otros decían que era la muerte y algunos decían que era un joven, nunca se supo que o quién era, si debo de admitir que tuve y sigo teniendo curiosidad por saber que esconden.

Al llegar toque de forma ruidosa la puerta del lúgubre lugar, era tan sombrío y silencioso.
Espere unos minutos hasta que un sirviente abrió la puerta.

Eh hola buenas tardes, venía a traer un pedido para la familia Burgess.-dije sin titubiar, debo admitir que en ocasiones me enriedo con las palabras y termino poniéndome nerviosa.

Si si, pasa niña y sígueme, no te detengas y no debo de decir lo obvio pero tienes prohibido observar lo que no debes..- pero que humor carga el sirviente, rodee mis ojos y entré cerrando la puerta tras de mi con cuidado, camine siguiendo el ritmo del hombre frente a mi, pero no podía evitar mirar el lugar, cuadros de familia, al pasar por el salón ví la chimenea prendida y el silencio que debo admitir era un poco aterrador, a medida que íbamos pasando por algunas habitaciones, pude observar un pasadillo que conducía abajo, al pasar de lejos por ese lugar, sentí un tirón, que hizo detener mis pasos, algo me decía que debía ir allí y de la nada sentí mis latidos acelerados, volviendo mi mirada al sirviente camine de forma rápida para evitar que se diera cuenta que me había quedado observado unos segundos

Hasta entrar a una habitación con unas tres personas dentro, saludé con un movimiento de cabeza aunque no recibiera el mismo gesto,  observé un poco mejor y vaya que linda cocina tenían.

Deja ahí las cosas y vete.-demando señalando la esquina de la mesada,para ser sirviente sentía más bien que era mi jefe, asintiendo a su pedido, deje las bolsas que traía arriba de la mesada. Limpie mis manos en mi vestido y acomode algunos mechones rebeldes debido a que tenía mis manos ocupadas.

Bien ahora te acompañaré a la salida, camina rápido y no me hagas perder el tiempo.-que maleducado era por dios, por un momento deseé que alguien interrumpiera para poder escabullirme e ir a lo que supongo es el sótano.
Al salir de la cocina, el hombre se detuvo haciendo que casi chocará con su espalda.

Maldita sea, me olvidé de algo, mira niña no podré acompañarte a la salida, pero por tu bien espero que salgas por dónde viniste y no mires lo que no debes, se entendió?.-dijo el hombre apuntandome con su dedo, por sus facciones podía decir que estaba tan molesto que hasta una vena se marcaba en su frente.

Entendido señor.-sin esperar camine viendo hacia atrás para ver si seguía él ahí y en efecto si seguía, camine lo más lento que pude sin dejar de ver de reojo si seguía ahí y pude ver cómo comenzó a subir las escaleras a trompezones, al llegar a la puerta principal la abrí y cerré sin haber salido por la misma, espere unos segundos y camine de puntitas de pie hasta aquel pasadillo, escondiéndome con algunos muebles y sillones logré llegar al lugar, pero me detuve abruptamente cuando ví que habían unas personas cuidando el lugar, más bien estaban sentados en unas sillas entretenidos con unas cartas, rápidamente me escondí detrás de una pared.
Por favor que se vayan deseaba con toda mi alma, sino estaría muerta si me llegaban a  encontrar, espere unos minutos tratando de calmar mi respiración y de estar lo más quieta que podía.

Que tal si vamos rápido a la cocina a pedir que nos preparen algo? Muero de hambre.-dijo el hombre de baja estatura rascándose su barriga.

Estás loco, nuestro deber es vigilarlo, el señor de enojará si se entera que nos movimos solo por unos minutos..-contesto una señora guardando las cartas, el hombre a su lado suspiro y se levantó de golpe de la silla.

Ya estoy harto, estamos todo el santo día sentados en estás malditas sillas observando algo que ni siquiera sabemos si hasta respira, solo vayamos rápido y volveremos, el señor no se enterará, aparte los cocineros no dirán nada,  de eso estos seguro.-que? O sea que si hay alguien encerrado, o por dios en qué me estoy metiendo, estará vivo? Porque estará aquí?, Mis manos comenzaban a picar, por favor ahora no, mire hacia abajo y vi mis palmas rojas y ardían, intenté distraerme con la conversación antes de que me descontrolara.

Está bien, vamos pero si pasa algo tú te harás cargo, andando vamos rápido..-se levantaron y caminaron hacia la entrada del lugar, rápidamente cambie de posición para evitar que me vieran aunque estoy segura que no lo harían.
Al verlos salir me pare y camine saliendo de esa pared, sin dejar de ver hacía la entrada baje unos escalones y me escondí por si acaso detrás de un pilar y ahi lo ví, santos dioses que estaba pasando, jadee sorprendida sin creer lo que mis ojos veían, había un hombre en una especie de burbuja de vidrio, estaba desnudo y se veía descuidado, sin evitarlo salí de la columna de dónde estaba oculta y me acerque cuidadosamente, a unos pasos de tocar el cristal donde estaba él, lentamente levantó su mirada.

Que hermosos ojos, azules cristalinos, mirada fría y su piel blanca como el papel, no había sorpresa en su mirada, solo tenía su mirada fija en mis ojos, mi pulso estaba a mil, mis manos temblaban y ni hablar de mis labios, nunca había visto un hombre tan hermoso como él, nunca en mis largos años viviendo en este mundo, no pude evitar sentir mis mejillas arder debido a que él estaba desnudo, sin querer mirar de más, me acerque quedando mi cara a unos pocos metros del vidrio donde él estaba.
















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Y por fin primer capítulo! Tarde un montón en decidir cómo empezar, hice un montón de borradores porque no podía decidirme por cuál, pero bueno y si sumamos a qué lo leí como 100 veces para ver cómo iba quedando que bueno no terminaba más de actualizar, es cortito lo admito quería hacerlo un poco más largo con la historia de la protagonista pero iba a quedar un poco raro, así que a medida que vaya avanzado la historia se va a ir entendiendo la historia de la bella Olivia, pero bueno me despido y espero les guste.♡


𝐹𝒾𝓇𝑒-ᵀʰᵉ ˢᵃⁿᵈᵐᵃⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora