El viejo lápiz de madera entre mis dedos sobrevolaba mi libreta, espero alguna anécdota o curiosidad que dijera la maestra para anotar, no había mucho que hacer, salvo poner atención. Eran recién los primeros días de diciembre, podia sentir alivio al saber que las vacaciones llegarían pronto, prefiero mi habitación que estar en la escuela.
¿Qué puedo decir de mi?, soy el típico chico que no puede faltar en una escuela, el chico solitario y que no habla con sus compañeros "antisocial", así soy yo y me agrada como soy. La soledad no me pone triste si no lo pienso demasiado, la veo como un método de apoyo, cuando estas sólo no te preocupas porque las personas te abandonen o se aburran de ti, ¿no?
Mi confianza hacia los demas es nula, no confío en nadie, a mi parecer todos en este lugar buscan atención y sobresalir, yo por el contrario prefiero ser invisible y pasar desapercibido, desconfío de las personas, porque aunque parezca que sus intenciones son buenas, no me dejo convencer fácilmente.Repentinamente suelto un estornudo, alarmado agacho la cabeza para evitar a los demás, puedo sentir sus miradas sobre mi y eso me incomoda. Sobre eso, tengo muchos problemas de salud, creo que esa es una de las razones por las cuales las personas evitan ser mis amigos, supongo que gran parte de mi soledad se la debo a mis problemas médicos, pero soy consciente de que yo tambien tengo la culpa, pues me alejó de todos, no me gusta sentir su pena, no soy musculoso ni muchos menos apuesto para que me observen tanto, al menos yo no me consideró así. Mi madre siempre me recuerda que soy lindo, pero consideró que lo dice por lástima, pues el único hijo varón que tiene es un enfermo que nunca podrá valerse por si mismo, lo que me hace sentir mal no son las personas, son mis problemas.
¿Qué clase de problemas? Pues padezco una variedad de enfermedades: alergias, asma, anemia, dermagrofismo y no puedo caminar bien, cuando era niño, (según mis mis padres) resbale por las escaleras de nuestra casa, desde niño tuve que aprender a usar una muleta para andar bien, soy capaz de usar mis piernas, pero me cuesta usar mi pierna derecha. No evito pensar que sólo soy una carga más para mis padres, ellos no lo saben, pero escucho siempre lo que discuten sobre mi, mi papá siempre se a quejado de que no puede hacer las cosas que un padre haría con su hijo, como jugar a la pelota, correr o lavar el coche, mis hermanas han hecho esas cosas con él, yo en cambió, ayudó a mi madre en la cocina, a hacer las compras y cosas que una madre haría con sus hijas, en mi familia los roles entre mis hermanas y yo están invertidos, pero eso a hecho que tenga una conexión con mi madre muy especial, ella es lo único bueno que tengo.
El timbre sono, la maestra a dicho que podemos salir a nuestro receso "obligatorio", todos se levantaban con rapidez y apresuran a la salida. Yo solamente me quedaré sentado esperando a que todos se larguen, en ocaciones la maestra Cruz me deja quedarme cuando suena el timbre.
- Alfredo, hoy no puedo dejarte en el salón -.Asenti, busque mi muleta y me levanté- Trata de pasarla bien, diviertete.
Las intenciones de la maestra son buenas, pero yo prefiero quedarme sólo dibujando algo en mis libretas, porque "divertirme" realmente no es una opcion para mi.
Sin nada que hacer me dispongo a caminar hacia el gimnasio de la escuela, en mi caminata puedo ver como la mayoría se me quedaba viendo con expresiones diferentes, en este caso lo tipico es bajar la cabeza y evitar contacto visual, no debería importarme lo que piensen, pero no puedo evitar pensar sobre qué opinan de alguien como yo.
Al llegar al gimnasio busco un lugar en donde sentarme, hay un buen sitio en las gradas de abajo, recargo mi muleta en el pilar a mi lado y miro a el equipo de fútbol, ellos están jugando. No entiendo muy bien que tiene de divertido perseguir una pelota y tratar de hacerse con ella, pero supongo que no le veo lo interesante pues nunca lo experimente en mi infancia, cuando era niño siempre fui el único que nadie quería en sus equipos, por ser el niño discapacitado... siempre era la última opción de todos, ya estoy acostumbrado y trató que no me afecte, pero es difícil no sentir ganas de llorar y preguntarse, ¿por qué? ¿por qué no puedo ser como los demás? Ya se que tengo muchos defectos, ¿pero es más fácil despreciar a esas personas qué tratan de llevar una vida normal aún con todos sus problemas? Al parecer si, pues por más que intentes la sociedad siempre te tratará diferente al ver tu apariencia, condición social, tu economía y vida personal, el mundo es complicado, por eso yo ya deje de intentar, estoy bien con lo que soy, es más que suficiente.
Tanto pensar hace que tenga un leve mareo, me recargo en la banca y cierro los ojos esperando a que pase, estoy acostumbrado a que repentinamente los síntomas de mis enfermedades me afecten, en mi bolsillo siempre llevo mi inhalador para el asma, en otro pastillas para el dolor de cabeza y mis alergias, lo que controló mejor es mi dermagrofismo, mientras no rose mi piel estaré bien.
Abro los ojos y lo primero que veo es al equipo de fútbol corriendo en mi dirección, emtonces la pelota es pateada, trato de esquivarla pero fallo en el intento, me golpeó directamente en el lado izquierdo de mi rostro, eso me deja aturdido, ¿es necesario patear la pelota tan fuerte demonios? Puedo sentir mi rostro arder, seguro tengo todo el lado izquierdo de mi cara roja...
- ¡Rayos Eric! ¡Golpeaste al discapacitado! -.Uno de los tipos grita, yo en cambio trato de irme con rapidez-
Alterado recojo mi muleta para salir lo más rápido posible de aquí, dí unos cuantos pasos cuando el equipo de fútbol ya me tiene rodeado, ya no hay a donde correr...
- Oye tú, ¿estás bien? -.Levanté la mirada para ver a la persona que me habla- Perdona el golpe bro.
Supongo que es quien me golpeo con la pelota, es un tipo más alto, piel broncea, ojos marrones, se puede destacar que su uniforme del equipo tiene el número 1, este tipo debe ser el capitán del equipo, no se dicen cosas muy buenas de él por la escuela, así que mejor evito darle una respuesta, ya quiero irme.
- No te ves bien, tienes casi toda el rostro rojo -.Si supiera que mi dermagrofismo hace eso no sería tan grave- ¿Quieres qué te lleve a la enfermería?
Me negué y como pude me escape con rapidez, odio encontrarme en estas situaciones donde todas las vistas están sobre mi, no me gusta... damn... soy demasiado tímido con las personas, me cuesta socializar.
Las clases nuemavente comenzaron, así que me dirijo a la siguiente clase, donde pasará más horas lamentando haber nacido. Después de la clase de matemáticas con la maestra Cruz, sigue historia con el profesor Medina, la materia no me agrada mucho, soy más fan de matemáticas y física, son las materias que dominó perfecto, pero la historia nunca me a gustado.
Tomo asiento como siempre hasta el fondo del salón, en aquella ezquina donde puedo estar tranquilo y en paz, con mi libro de historia sobre la mesa y un lápiz en mi mano. El profesor no espera y empieza a dar su clase, creo que habla sobre las "emocionantes" culturas mayas, aztecas y olmecas, "fascinante".
Levanto un poco la mirada y me percato que una persona del salón me miraba fijamente, es el chico que me golpeó con la pelota de fútbol, desvio mi mirada a mi libro para seguir leyendo, toda la clase se quedo observandome, o a la chica de enfrente, pero la segunda opción es la más probable.
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Tú y Yo [EDITANDO]
Teen Fiction- ¿Adónde vamos? -.Su voz ya estaba siendo irritante, sólo quiero estar sólo- - ¿Por qué me sigues? -.Me detuve para confrontarlo- ¿por qué me hablas? Con el tiempo se fue dando sin darme cuenta...