6-. Sin futuro

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La semana había pasado con mucha rapidez, hoy por fin era viernes, estaba feliz pues ya mañana y en semanas no tendría que venir a la preparatoria, pues hoy por fin salimos de vacaciones por la época, estos últimos días el comportamiento de los demás a sido algo extraño, lo único diferente es que los demás me miran con rareza, al parecer no entendian como el capitán de fútbol socializaba conmigo, ni yo mismo lo sabía, pero cada día que pasaba la confianza con Eric aumentaba, podía decir que empezaba a confiar, pero también me aterra pensar que podía alejarse como todos los demás que dijeron alguna vez que nunca lo harían.

La maestra de matemáticas hoy fue la última en darnos clase, nos explicaba algunas formas de calcular volumen en prismas, ponía de referencia calcular el volumen de un edificio, números grandes son duda, pero fácil para mi, por eso en vez de tomar notas como acostumbro dibujo en mi libreta.

- Quiero que en parejas hagan un trabajo matemático, será su tarea para las vacaciones -.Levanté la mirada al escuchar ese comentario- Tendrán que calcular el volumen de algún monumento famoso, fácil, ¿verdad?

Todos se quejaron por la tarea, yo en cambio estaba indignado con la maestra Cruz, las tareas nunca las había pedido en parejas o equipos, ¿y por qué las pedía el último día de clases? No quiero trabajar en equipo, puedo hacerlo sólo, pero no me atrevía a contradecir a mi maestra, me daba miedo por la reacción que tendría.

- Las parejas las haré por sus apellidos, al azar -.La maestra tomó de su escritorio un recipiente, entonces el primer papel con el primer apellido fue leído- Henríquez y...

Así pasaron los minutos, cada vez que sacaba un papel me ponía nervioso, esperaba que por magia mi apellido no saliera y tuviera que hacer el trabajo sólo, rogaba no escuchar mi apellido, pero no esperé mucho cuando lo escuché.

-  Lirios y... -.Sentía un ardor en la garganta, era más bien rabia-

Si, Alfredo Lirios, ese era yo sin duda alguna, quería llorar, no quería hacer la tarea con nadie, fue entonces cuando el papel con el siguiente apellido salió.

- Lirios y Sevilla.

Observé a todos mis compañeros confundido, no sabía en realidad cual de todos ellos tenía el apellido Sevilla, es mi culpa por no prestar atención cuando pasan lista los maestros.

Las clases habían terminado, ya iba a salida de la preparatoria, todos emitían felicidad por las vacaciones, yo en cambio estaba preguntándome quien sería mi compañero, no tenía la más minima idea, del salón a los unicos que conozco son a Eric y  Paulina, pero claro que tampoco se sus apellidos, bien por mi.

- Alfredo, espérate -.No era de esperarse que fuera Eric-

- Como si fuera a correr -.Seguí caminando-

- ¿Entonces cuando hacemos la tarea? -.Me detuve sorprendió, no sabía que era él mi compañero-

No se porque, pero me calma hacer la tarea con él, pues lo conozco un poco, agradezco que tenga que hacer ese trabajo con alguien que por lo menos conozco un poco.

- No se, vivimos cerca, ¿en tu casa? -.Y aunque tenía confienza, no quería meterlo más en mi vida-

- Claro, mañana sábado en la tarde, de todos modos es una tarea para unas semanas.

Asenti y seguí caminando a la salida, como ya me lo esperaba Eric iba a mi lado como siempre, ya no me incomodaba como antes, de hecho me agrada tener compañia, me gusta escuchar lo que me dice en el camino, sus anécdotas de sus partidos, que iso ayer, me gustaba escucharlo.

. . . . .

Deje caer la mochila en la puerta de casa al entrar, suspire aliviado, podía sentir de nuevo la protección de mi hogar y el rico aroma a comida recién hecha por mamá, me dirigí con rapirez a la cocina animado, tenía ganas de ayudar a mamá en algo, pero me detuve en la pared que separa a la cocina del comedor al escuchar una discusión.

- No entiendo como es que te expresas de esa forma de nuestro hijo Fernando -.La voz de mamá se escuchaba quebrada- Sabes bien que nuestro hijo intenta llevar una vida normal, no puedes quejarte por como es.

- Es que yo a su edad no era de esa forma, cerrado, gris o oscuro, ni siquiera tiene amigos, eso no es sano cariño, no vive su vida.

- Pero tu a su edad no tenías problemas médicos, no te compares con Alfredo, entiende que él no puede ser como los demás, ¿no puedes entender qué nuestro hijo no puede llevar la vida que cualquiera tendría?

- Eso lo entiendo, pero no parece interesarle nada, nunca nos a comentado que quiere estudiar al terminar la preparatoria, ¿Acaso pensará que nosotros nos haremos cargo de él?

- Eso no es cierto, Alfredo me a dicho que quiere intentar ser chef, cocinar le gusta, no me sorprende que no te lo haya dicho, casi no hablas con él.

- ¿Cocinar? No lo sabía.. ¿pero tu crees que pueda? Tiene que llevar la muleta a todos lados, un chef tiene que ir de un lado a otro, sabes bien que Alfredo no es rápido.

- Si eso lo hace feliz lo apoyaré, en todas sus decisiones, y escuchame bien Fernando, que sea la última vez que dices que nuestro hijo no tiene futuro, ¡la última!

Me aleje sigilosamente de la cocina para ir a mi habitación, había escuchado demasiado a mi parecer. Al llegar a mi cuarto me senté en mi cama pensando, ¿yo acaso no tengo futuro? Se que mamá dijo que podía hacerlo, pero.. ¿y si papá tiene razón? ¿No tengo oportunidad en la cocina por mi discapacidad? Tal vez tenga razón, maldición no se, pensaba que podía hacerlo, pero ahora dudo que pueda lograr las cosas que quiero por mis problemas, hay muchas personas con discapacidades que logran sus metas, pero también existen otras a las que les cierras las puertas, me da miedo pensar que no puedo tener futuro en lo que adoro hacer, entonces me sentiría más inútil que ahora, no serviría para nada, no me agrada eso... No...

Tú y Yo [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora