Estaba atento mirando por la ventana de mi habitación, observaba la calle, podía ver a muchos caminar a la preparatoria, de aquí para llegar tardas por lo menos de 10 a 15 minutos, en auto es más rápido, pero mamá dice que caminar me ayuda, así que no tengo opción.
Baje los escalones acompañado de mamá, mi mochila seguía en la preparatoria de seguro, si es que no me la robaron, un momento.. ¡Mis cosas! ¡diablos mis libretas y los malditos dibujos! ¿¡Y si alguien los vio!?
- Alfredo, ¿estás bien? -.Salí del trance al escuchar a mamá-
- Si mamá, pensaba -.Trata de ir más rápido, la muleta me ralentiza- Uf, hace frío.
Cuando salimos al patio delantero podía sentir el ambiente fresco de las mañanas, hace frío, pero llevo uno de los mejores suertes blancos y gorros grises, me encantan los colores, negro, blanco y gris, los adoro.
Mamá abrió la puerta que daba a la calle, mire aterrado a mas chicos y chicas afuera, todos iban bien abrigos, sonrientes, platicando, como si todos llevaran la vida perfecta, me sentía molesto, molesto por no poder tener algo de normalidad en mi vida como ellos.
- Mira hijo, en este estuche llevas todas tus medicinas, agregué un par de inhaladores y una manzana, te hará bien -.Mamá me entregó el pequeño escuché gris, ella siempre un paso adelante, había olvidado mi medicina- Lo que te ayuda para el corazón lo debes tomar a el medio día, y come lo mas saludable de la cafetería como siempre.
Mamá me dio un último abrazo antes de irme, sabía que estaba preocupada por dejarme ir, pero ya se que debo hacer.
Di un paso en la calle con cautela, mire a un grupo de chicos venir en mi dirección, con rapidez empecé a dirigirme a la preparatoria, iba lo mas rápido que me permitía la muleta, era algo estilo, "caminar medio rapido". Camine por la calle hasta que obviamente todos me volvían a pasar, cada minuto alguien me pasaba de lado, estaba acostumbrado a eso, pues soy lento.
- Alfredo -.Me detuve al escuchar esa voz-
Gire la cabeza y entonces pude verlo, al chico que había salvado mi vida, no sabía como reaccionar, pero si hay algo que puedo decir de esta situación, es que no estoy incómodo.
- Hola, que bueno verte -.Se puso frente a mi y sonrió- Te ves super.
- Gracias -.Levanté un poco la cabeza-
Ahora notaba que si era muy alto, unos diez centímetros más alto que yo, y eso que mido 1.66 m, soy bajito, lo se. De mi familia soy el más bajo, después de Celeste claro, pero creo que también me ganará en altura cuando crezca.
- ¿Necesitas qué te ayude? -.Señaló el estuche en mi mano izquierda-
- No, estoy bien así.
Ambos seguimos caminando a la preparatoria en silencio, Eric se mantenía a mi lado aunque no fuera tan rápido, fue entonces que los que nos pasaban, nos miraban con rareza por un momento, supongo que tener al capitán del equipo de fútbol al lado hace que todos te miren.
- ¿Sabes donde terminó mi mochila? -.Pregunté algo ansioso, esperaba que él supiera algo-
- Claro, esta en mi casillero -.Me quito un peso de encima, pero entonces otra duda me llegó-
- ¿Viste algo?
- No, nunca -.Suspire aliviado, gracias a yisus- Te la entregó llegando.
La preparatoria se encontraba frente a nosotros, esperamos un momento para cruzar la calle y ambos fuimos a mi paso, me causa gracia que Eric tenga que reducir sus pasos para seguirme el ritmo, puede irse, pero espera. Al caminar por los pasillos todos me miraban con rareza, incluso las animadoras me dieron la espalda al verme junto a el futbolista, ¿qué les pasa? En fin, llegamos al casillero de Eric, el puso la clave y al abrirlo pude ver mi mochila, sonreí al verla.
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Tú y Yo [EDITANDO]
Teen Fiction- ¿Adónde vamos? -.Su voz ya estaba siendo irritante, sólo quiero estar sólo- - ¿Por qué me sigues? -.Me detuve para confrontarlo- ¿por qué me hablas? Con el tiempo se fue dando sin darme cuenta...