Jennie

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Jennie; era un ser celestial, un inocente ángel que vivía en el bosque de los mortales. Aquel bosque que era como un cuento de hadas, sola en el medio de la nada. Su casa no era ni tan pequeña ni tan grande, era lo suficiente para ella. Un ángel de cabellos castaños y ojos negros como la noche, piel de porcelana y una sonrisa angelical.

Un día mientras cosechaba frutas detrás de su casa, le pareció ver una figura entre los árboles; era un chico alto y esbelto, parecía ser de otra raza ya que no tenía alas.

— Hola, quién eres? -preguntó aquella inocente criatura-

El chico se acercó poco a poco tarareando una canción por lo bajo.

— Soy Hyunjin, estaba caminando por el bosque y me perdí -contestó-

— Ya está oscureciendo y es peligroso de noche, puedes alojarte hasta mañana -dijo amablemente-

— Muchas gracias -sonrió-

— No es nada -dijo mientras le mostraba aquella sonrisa angelical-

Ya dentro de la casa Jennie le ofreció comida al joven. Mientras cenaban el le preguntó:

— Porqué vives sola en medio de la nada. Eres un ángel no deberías estar junto a los otros -preguntó-

— Prefiero vivir sola aquí, es hermoso y todo lo que quería -contestó-

— ¿No tienes sueños por cumplir bello ángel?

— Solo tengo uno en los años que llevo sola aquí en medio de la nada.

— ¿Cuál es si podría sabe?


— Quisiera ser amada.

— ¿ Enserio? ¿Sólo eso, no tienes ambiciones ángel?

— Es lo único, tengo aquí todo lo que podría soñar.

— Tienes tocadiscos bello ángel?

— Si -sonrió y le señaló donde estaba-

El joven se levantó de su asiento, ya frente al tocadiscos eligió una hermosa melodía.

— Me regalarías esta pieza de baile -preguntó-


Jennie tras asentir levemente se levantó de su asiento y le concedió cedió aquella pieza tan hermosa al joven.

— Tu sueño se hará realidad -dijo sonriendo-

Jennie confundida, sonrió y siguió bailando con aquel apuesto joven sin saber que, bailaba con el diablo. Luego de acabar aquella pieza tan memorabme lo último que vió fue el rostro de aquel hermoso joven mientras este le quitaba el alma poco a poco. Al final cayó en los brazos de este.

— Descansa en paz angelito, sigue soñando -dijo divertido-

Porque Hyunjin, amaba arrebatarle la vida a los ángeles.

𝐋𝐎𝐕𝐄𝐒𝐈𝐂𝐊 𝐆𝐈𝐑𝐋𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora