-Bueno, ya hemos llegado, ya te puedes ir- dijo Hunter mirando a su compañero que observaba la vivienda con atención. Tenía un tejado de teclas rojas, paredes blancas con un par de ventanas en cada lado de la fachada. En realidad, parecía más una casa de un sueño que su hogar.
Hunter y Victhor se despidieron, aunque Victhor se quedó en la acera esperando a que su amigo entrase a su casa. Cuando llamó a la puerta, una mujer salió y levantó su mano, parecía como si fuese a golpearle hasta que vió a Vic, pasmado, en la calle mientras le resbalaban gotas de agua por su negro paraguas.
-¿Has traído visita y no me has avisado?- logró descifrar Victhor entre los sonidos de la lluvia y los coches cruzando.
De repente, la mujer parecía otra persona completamente y se acercó a Victhor plantandole su mano en la cara con intención de que la besará. La mujer tenía el cabello naranja ámbar, los ojos verdes, iguales a los de Hunter. La ropa era bastante extravagante, una falda ceñida roja acompañada de una camisa con retocados en las mangas y en su melena llevaba un sombrero que parecía bastante antiguo.
<Parece que va a salir de fiesta en los años 80> pensó Victhor.
Hunter, vió la cara de repugnancia que ponía su amigo y sin pensarlo soltó risita. En cuanto vislumbro a su madre arrugar la cara acompañada de su gran lunar encima del labio superior, cesó de reírse.
-Es un placer conocerte, pareces...distinto- fijo intentando buscar la palabra adecuada- entremos a casa no queremos que te enfries- había intentado evitar su vergüenza al ver que Victhor no hizo lo que esperaba, besar su mano.
-Es una bruja, no te fíes de ella- le susurró Hunter a pocos centímetros cuando entraban a la gran fachada.
La casa era extremadamente grande, no había comparación con el piso de Vic.
-Cuanto me alegra que Hunter por fin haya conseguido a un amiguito- dijo mientras pasaba por los pasillos apresuradamente guiandoles a Hunter y a Victhor al comedor.
-Mamá..- dijo Hunter y puso los ojos en blanco mientras se sonrojaba de la vergüenza.
Cuando llegaron, Hunter y Victhor se sentaron al lado pero la madre no se sentó..
-Bien, prepararé unas galletas y unos tés- dijo la mujer de desconocido nombre.
-No me habías dicho que tenías una madre que se parecía a la Señorita McPhee- dijo Victhor entre susurros y risas.
-Es lo que tiene ser super misterioso muahahaha- se rió con tono de película de terror al finalizar la frase- perdón si te incómoda un poco, es un poco extraña- añadió pero esta vez sin ningún toque de risa era una voz triste y apagada.
Empezaron una conversación pero en esta, Hunter no parecía tan alegre y animado como siempre, aparentaba tener miedo, un miedo que no se podría describir e incluso ni llamarse así; parecía más, una preocupación que le comía la cabeza una y otra vez y desgraciadamente Victhor no podía descifrar por qué.
Al rato, apareció la Señorita McPhee y con varios viajes ya tenían sobre la mesa unas pastas en una caja metálica con la bandera de Inglaterra y unas tazas blancas con flores en la parte superior apoyadas en un platito con el mismo estampado.
-Bueno, ¿Cómo te llamas? Yo soy Marhy Lee, madre de Hunter.
-Soy Victhor Lennox.
-Encantada- y le dió un gran sorbo a su té sin perder la educación.
Un silencio incómodo se apropió de la habitación, hasta que se escuchó un estruendo sobre el piso en el que estaban sentados. Victhor se asustó y pegó un pequeño saltó sobre su silla, Hunter no actuó, no hizo nada, simplemente siguió mirando su taza de té y moviendo la cuchara como para perder el estrés.
-Ya sabía que esto no iba a acabar bien- dijo en un mero suspiro casi susurrando.
-Bien Victhor, cariño, creo que va siendo hora de que te marches.
Otro golpe. Y otro. Otro.
-Venga, dijo dándole el abrigo que había apoyado en su silla rápidamente.
Hunter se disponía a acompañar a Victhor pero su madre le paró y le dijo que se quedase, Hunter reprochó pero en el momento se calló y se tragó sus palabras.
Victhor de un abrir y cerrar de ojos estaba en la calle, con su paraguas en mano y su abrigo apoyado en su brazo izquierdo. De repente, sonó un cristal rompiendo en el suelo y gritos que no podía descifrar del todo.
-ES TU..... NO DEBERÍAS HABERLO....- sonaba a una voz desconocida para Vic.
-ES MI....- parecía la voz de Hunter.
Una botella se rompió en pedazos y un grito ahogado se oyó retumbando toda la casa.
Victhor seguía pasmado en la puerta, pero se había acercado para oír todo lo que estaba pasando. Sabía que ese grito había sido Hunter. Lo sentía. Y sabía que tenía que hacer algo.
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Una historia normal de amor
RomanceHunter Lee es el Nuevo chico de la uni. Se puede ver que es un chico refinado, con una ropa de marca y colorida. Un pelo rubio hermoso y unos ojos verdes esmeraldas que atraerán completamente a Victhor Lennox aunque no lo quiera admitir. Esta histor...