Animal Instinct (GyuHao)

When you wake you shall have...

[ It is the lovely thing that we]

La amplia habitación. Apenas unos muebles aquí y allá en toda la casa. Algunos con papel plástico al ser nuevos. Algunas cajas apiladas por todo el lugar.

En ese cuarto en especial, la luz entraba a través de la ventana sin cortinas. El sonido de las olas llegaba hasta ahí como un susurro constante del mar.

La música suave también de su playlist compartida también hacía juego, con el tararear de sus voces.

Ambos estaban frente a una pared que poco a poco dejaba de lucir vacía.

Minghao, con un pañuelo en el cabello, estaba sentado porque se cansaba con más facilidad que antes. Tenía una paleta con una gama de colores necesarios para pintar las ranas de un estanque.

Mingyu estaba encargado de hacer un árbol, primero con lápiz, dibujando, después Minghao lo pintaría, así habían quedado. A Mingyu se le daba más dibujar y a Minghao el pintar. Tenían buena sinergia hasta en el arte.

Nights in white satin, never reaching the end...

Se escuchaba de fondo la canción. Kermit estaba acostado en su cama de mascota que habían acomodado en medio de aquel cuarto en el cual estaban trabajando primeramente.

Estaba una cuna con un plástico cubriendo como el resto de los muebles. Había un móvil musical con ositos para ponerlo encima. Aunque ellos estaban seguros que los primeros meses su bebé estaría en su cuarto compartido.

—Ah, pausa, necesito hacer pipí.

Minghao puso la paleta en una mesita a su lado y se dispuso a levantarse de la silla, pero ya tenía a Mingyu con una mano en su espalda baja y ayudándolo a pararse.

El omega le lanzó una mirada divertida y llena de adoración al alfa que últimamente actuaba así. De manera sobreprotectora.

Minghao se dió cuenta de que cada vez que regresaba a casa de haber estado en la de Jun y Wonwoo, Mingyu se ponía demasiado cariñoso y empalagoso con él, para marcar su aroma en él.

Y eso que Jun también estaba marcado por Wonwoo.

Pero el alfa estaba cuidando de su pareja y su bebé. Su familia.

Así que acompañó a Minghao al baño, esperando fuera de la puerta como si por perderlo de vista unos momentos le fuera a suceder algo.

—Eres un exagerado, Gyu —dijo Minghao, secándose las manos.

Su esposo lo abrazó por detrás, con las manos en el vientre abultado sobre la vieja camisa holgada de Mingyu, que Minghao usaba porque le quedaba grande y era cómoda. Aparte de que su omega necesitaba el aroma de su esposo cerca.

—Tal vez lo sea, miel.

Mingyu dejó un beso en la sien de Minghao y lo miró a través del espejo del baño con una sonrisa suave.

—Sólo no te pelees con nadie, alfa —le advirtió Minghao con una ceja alzada.

Otro beso, está vez en la marca de la mordida de su unión. Esta vez la sonrisa de Mingyu fue todo menos inocente.

—No prometo nada.

Minghao se limitó a suspirar y sostenerle la mirada a los ojos oscuros que lo veían de vuelta con una sonrisa mostrando los colmillos.

[ It is the lovely thing ]

Realmente no había prometido nada. Y debía de saberlo. Cuando todo parece ir bien, siempre hay algo que busca salir mal, sólo porque el orden de la vida lo requiere.